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miércoles, junio 30, 2010

Tres veces breves

Últimamente no le sacamos fuerzas, ni tiempos, ni a la flaqueza. Nos despachamos con tres breves que, no por muy comentados en la blogosfera estos días, queremos pasar por alto en ésta, su casa:
1) Ya llegó el cómic-restauración-acontecimiento de Feininger a manos de maese Caldas, ya lo saben. Ya hablamos de ello y le hemos puesto alguna palabra al asunto. Se trata de la restauración minuciosa y la traducción al español (por vez primera) de Los niños Kin-der, de Lyonel Feininger. No hemos podido aún ojear nuestro ejemplar, pero las primeras opiniones hablan de una edición modélica. Por ahora, sólo se puede obtener una copia del mismo a través de transferencia bancaria o giro postal al propio Caldas, aunque, muy seguramente, pronto se podrá obtener en librerías especializadas. Ante la importancia del acontecimiento, nosotros no esperaríamos demasiado, no fuera que se nos pasara el barco de "tamaño" evento; en la nota de prensa se decía:
Pago por giro-postal, Paypal o transferencia bancaria (IBAN: PT50003506660003845690063, BIC/SWIFT: CGDIPTPL; sí el banco le pide más dígitos, añada xxx). Además, puede aprovechar para adquirir alguno de los otros libros del mismo editor, los cuales se pueden ver aquí: www.manuelcaldas.com
2) Más cosas acerca de trabajadores esforzados del cómic. Nos llegó el otro día otra buena (excepcional) noticia en forma de la aparición integra online de 20 números de la revista Dominguín, uno de los hitos del cómic seminal en nuestro país. Como suele ser lógico, la lectura de publicaciones que tienen casi 100 años de antigüedad es un lujo normalmente reservado a coleccionistas. Por eso, cuando Rafael Ruiz y el propio Manuel Barrero nos comunicaron la aparición de Dominguín en el blog de Tebeosfera, se pueden imaginar ustedes nustra cara de sorpresa. La lectura detallada de los ejemplares es posible gracias a una nueva herramienta integrada también en Tebeosfera, el Tebeovisor. Más detalles: 
Tebeosfera  se enorgullece de presentar un hito en la historia de nuestros tebeos, la codiciada publicación Dominguín, cuya ficha hemos abordado tras meses de pesquisas y gracias al esfuerzo y el amor coleccionista de Jaume Bosch. Además Antonio Moreno y Francisco Álvarez han hecho posible disfrutar de esta histórica cabecera gracias a la creación de nuestro TEBEOVISOR, una aplicación que permite leer los 20 números de estos (y otros) tebeos casi imposibles de localizar desde la pantalla del ordenador, on line, y completamente gratis. Una entrada y una herramienta que será clave en el trabajo de los investigadores de la historieta tanto en nuestro país, como fuera de él. 
También nos informó Manuel de la creación de la Asociación Cultural Tebeosfera, una asociación sin ánimo de lucro destinada a la catalogación, organización y difusión del tebeo en español. Asociarse a la misma, 20 euritos de nada. La recompensa, la subsistencia de la misma Tebeosfera y... 
Actualmente, el volumen de datos e imágenes incorporados es tal (casi 100.000 fichas), y la gestión de las bases de datos generadas requiere tantos recursos que nos vemos obligados a cambiar a un servidor más potente, lo cual resulta más costoso. Por ello solicito que te asocies a Tebeosfera. Para sostener este servidor bastará con cien socios; y cuando el número de socios supere los 200, tenemos planeado lanzar una línea de libros teóricos que recojan ensayos sobre historieta y humor gráfico. El socio los recibirá gratuitamente en su domicilio.
La cuota de afiliación es de solamente 20 euros anuales, y la forma de afiliarse es a través de transferencia bancaria, o ingreso directo, en la cuenta mancomunada de la entidad BBVA número: 0182 6101 83 0201519741.  Se haga a través de transferencia, a través de ventanilla o de cajero automático de BBVA, es importante que se indique el nombre y apellidos del afiliado en el campo “asunto”, con el fin de llevar correctamente el registro de socios en nuestro Libro de Socios y en el de Cuentas.
La Asociación remitirá al asociado confirmación de su registro en el libro correspondiente, para lo cual sería conveniente disponer del correo electrónico, teléfono o dirección postal del nuevo miembro. 
y 3) De correos y noticias va la cosa. Estos días, ocupadísimos, pero no hemos dejado de recibir buenas noticias comiqueras (que las de ahí fuera parece que no tienen remedio). Resulta que después de su publicación en argentina en un tomo y su desaparición webera, una de nuestras tiras online favoritas, Edén, ha reaparecido con más brío que nunca. Su autor, Kioskerman, ha vuelto a la buena vieja costumbre de publicar una tira semanal de esos personajes líricos, filósofos de la fantasia, que pueblan las ensoñaciones de Edén. Se pueden ustedes "suscribir", sin apoquinar un chelín, claro, a la tira y recibirla como un regalo cada lunes en sus correos. No se arrepentirán, seguro.

martes, marzo 30, 2010

Todd Klein, letrista. Blur en la producción.

Situación hipotética: imagínense ustedes que en un salón del cómic o similar se cruzan con un tipo que (nos revela nuestro acompañante experto en la farándula comiquera) ha trabajado con Alan Moore, Neil Gaiman, Alex Ross, Mark Buckingham..., sólo por citar a unos cuantos de sus "socios". Como buenos fans histérico-mitómanos seguro que nos lanzábamos hacia el stand más próximo en el que pudieramos conseguir uno de sus tebeos. Cuestiones de rúbrica dedicada, ya me entienden. Nos imaginamos la respuesta del librero, editor o asociado circunstancial: ¿Quién? ¿Todd, qué más? Todd Klein, nos han dicho. Pues oiga, ni idea, ¿y me dice usted que ha trabajado con Moore?
Efectivamente, Todd Klein ha participado en cómics escritos y dibujados por Moore y Gaiman, como ya hemos dicho, Todd Klein es uno de los tipógrafos más famosos de la historia del cómic.
Esta película no hubiera sido posible sin la participación de un gran equipo de profesionales, peluqueros, iluminadores, director y ayudantes de fotografía, técnicos de sonido... Lugar común en cualquier entrega de premios cinematográficos. Así deben de sentirse los tipógrafos, esos esforzados artesanos anónimos de la letra y el letrero. Es cierto que la suya es una labor más técnica que artística, pero no lo es menos que, cuando nos escamotean las redondeces o aristas originales de una buena onomatopeya, algunos montan en cólera.
A Todd Klein le gusta explicar lo que hace. Lo hace en su web, en la que podemos encontrar en venta curiosísimas litografías firmadas a pachas con Moore, ejemplos de fuentes y explicaciones de lo más didáctico acerca de la importancia del diseño en los cómics o el recorrido histórico de los títulos, así como diversas vivencias personales de su larga carrera. También lo hace, contarnos cosas, en su blog: un variopinto catálogo de anécdotas biográficas en torno a sus gatos, sus lecturas, el poker y (lo que realmente nos interesa) su percepción experta del trabajo tipográfico en algunos casos concretos de cómics de superhéroes; como esa detallada serie de artículos acerca de la evolución del logo en la serie The Atom. En realidad, no porque The Atom nos vaya ni nos venga, sino porque siempre da gusto leer a un especialista haciendo ejercicios didácticos sobre su campo de conocimiento. Sobre todo, cuando el tema de la enseñanza tiene que ver con nuestros focos de interés.
Nunca habíamos hecho un post sobre tipografías, pero a veces las cosas vienen solas. Otras de dos en dos. Aprovechamos la coyuntura caligráfica para referirles a una editorial joven que está jugando en una liga extraterrestre: Blur Ediciones. En los Libros de Blur encontramos cómics, libros de viñetas, de bocetos, libretas de celebridades y, atención, libros de tipografías; como el Rotulando en español (Lettering in Spanish), de Nono Kadáver, que, durante años, ha sido el encargado de "traducir" la caligrafía de Shelton o Crumb al español nuestro de cada día. Un trabajo delicado, lleno de detalles y, ciertamente, anómalo. Tanto más porque todos los libros de Blur Ediciones son gratuitos en su edición online. Vamos, aquello de los duros a cuatro pesetas hecho realidad. Que alguien nos lo escriba con letras bonitas.

martes, marzo 16, 2010

Estudiosos del tema y La Cruda. Ojos abiertos.

En este blog pequeño, siempre hemos defendido a los valientes con ideas. Cada vez que nos hemos topado con un proyecto editorial de esos que destilan arrojo y entrega a las (nobles) causas, nos hemos reconocido seguidores fieles. Lo hicimos en su día con Viaje a Bizancio Ediciones, con Apa-Apa luego, y lo tenemos que hacer ahora con Estudiosos del Tema, la joven editorial barcelonesa.
Tienen, Estudiosos del Tema, muchas razones para sentirse orgullosos de lo mostrado en su aún breve andadura: pueden regocijarse por la calidad material y formal de sus libros (maquetación, papel, diseño, imaginación…), por su nómina de artistas, por su eclecticismo y, por supuesto, por La Cruda; su revista, que compendia todas las virtudes anteriores.
Cuando apareció Raw en los años 80, gracias a la iluminación de Art Spiegelman y su mujer Françoise Mouly, el cómic empezó a revelarse ante los ojos de muchos lectores como algo más que un conjunto de viñetas intrascendentes destinadas a un público infantil y juvenil. Las páginas de Raw acumularon enormes dosis de talento narrativo y descubrieron a muchos de los dibujantes que habrían de marcar el paso comicográfico en los años venideros (Mr. Ware al frente), pero también le regalaron al cómic un membrete que hasta entonces parecía incompatible con la producción viñetera: el de “fine art” (alta cultura). Resulta que se podía hacer ARTE, así con mayúsculas, a través del tebeo (que, en el fondo, no es sino otro vehículo artístico más). Eso debieron de pensar muchos de los que leyeron Raw en su día.
Años más tarde, en España tuvimos la suerte de contar con nuestra pareja de iluminados locales: los señores Max y Pere Joan. Ellos fueron los editores de ese proyecto imposible de alquimia comiquera que se denominó Nosotros somos los muertos; ejemplo de “revista” de esas que dejan en nada su etiqueta nominal, para convertirse en verdaderos libros recopilatorios de culto coleccionista. En un momento en el que los españoles sólo teníamos nociones parciales de la “revolución de los cómics” que se estaba fraguando allende nuestras fronteras, gracias a publicaciones extranjeras (como The Comics Journal) o referencias bibliográficas indirectas, Max y Joan nos pusieron en bandeja de papel y delante de las gafas a lo mejorcito del “nuevo cómic”, a los padres de la novela gráfica.
La Cruda (al igual que lo hacen en Estados Unidos otras revistas como Kramers Ergot) conserva ese mismo espíritu, pero se pasa el concepto tradicional de revista por el forro de las solapas. De hecho, que nadie se equivoque, no es una revista (libro) de cómics, en realidad. Ni de ilustración, aunque pudiera parecerlo. La Cruda es una revista “de arte” (que no “sobre arte”) y de artistas; de arte de vanguardia gráfica, para más señas. No sólo del que aparece consolidado en las galerías y en las festividades feriales (que también), sino, seguramente, el que se verá en esos mismos lugares dentro de 5 ó 10 años (algún galerista en busca de ideas debería echarle una ojeada al asunto). Y, claro, entre esas manifestaciones artísticas, también hay cómic.
Nacho Simal (editor), y sus compinches Rubén Pedro Escalona y Gonzalo Rueda (diseño y dirección creativa), demuestran un ojo sabio a la hora de seleccionar a sus artistas. No todos nos habrán de gustar en la misma medida, obvia decirlo, pero todos se integran con naturalidad en un proyecto artístico que bucea en las aguas del arte urbano, de la desprejuiciada heterodoxia creativa, de cierta idea libertaria y contracultural del arte y, en definitiva, de la creación caliente, viva y vanguardista, que decíamos antes. Hay en La Cruda espacio para todas las disciplinas artísticas, para la ilustración, la pintura, la tipografía, la fotografía, la escultura (fotografiada), el grafiti, el cómic… Además, muchos de los creadores que componen este mosaico nos recuerdan sobremanera a algunos de los artistas que han ido poblando nuestros posts: los dibujo de Kardo Kosta se nos aparecen como una versión charrúa tradicional de los más recientes rotuladores de Chippendale; vemos en las perfeccionistas y enfermizas escenas y bodegones de Curto simbolismos que nos recuerdan a Kago, descubrimos a Marzia o a Hanamaro y nos acordamos de dibujos y grafitis de BLU, con Nacho Simal se nos aparece Mat Brinkman... No estamos hablando de influencias, que conste, sino de vínculos e impresiones que se nos vienen a la cabeza y que hacen que en esta bitácora sintamos afinidad hacia los creadores de La Cruda. Bastantes de ellos, directamente, han pasado por este blog: es el caso de José Luis Serzo, ese hacedor de mundos poblados por exploradores imposibles e inventores de cuento; también hemos hablado en varias ocasiones de nuestra amiga Aleksandra Kopff, con sus fantasmagorías familiares o de Gómez Bueno y sus pósters paródicos. Muchos de los artistas de La Cruda, tampoco necesitan más presentación: bien conocidos en el ámbito de la ilustración y la pintura son Sergio Mora o Carlos Nine (el gran Nine).
En la faceta exclusivamente comicográfica (esporádica en los dos primeros números de la revista, pero absolutamente omnipresente en el tercero) encontramos también esta alternancia entre prometedores autores jovenes (el muy baudoniano Rubén Pedro, Gonzalo Rueda y su sugerente barroquismo o el elegante David Martínez) y los dibujantes consagrados (siempre arriesgados en sus propuestas, eso sí); como el gran artista que es Anders Nielsen o ese otro clásico del cómic español llamado Martí. Después de muchos años, Martí presenta en el número 3 de La Cruda una nueva aventura de su personaje más emblemático Taxista. Precisamente Taxista, la historieta que representó al cómic español en aquella Raw de Spiegelman y Moully con la que comenzábamos estas líneas. Un buen guiño del azar (o quizá no tanto) y una razón más para apostar por La Cruda como una de las revistas españolas del momento.
De hecho, nos llena de pena que en las nominaciones al Salón del Cómic 2009 no estén representados Estudiosos del Tema: sin pretender hacer de menos a los meritorios candidatos, no se nos ocurría mejor premio a su osadía editorial que una merecida nominación salonera a La Cruda entre las revistas españolas del pasado 2009. Se lo hubieran merecido. Por valientes con criterio.
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Este último collage se lo hemos "robado" a Antón Castro de esta reseña sobre La Cruda.

miércoles, marzo 10, 2010

Feininger, Manuel Caldas y los niños Kin-der.

Les avisamos, esto es una primicia. Don Manuel Caldas, amante del cómic y recuperador de tesoros, ha restaurado y va a publicar una edición en español (con traducción de Diego García Cruz) de uno de los secretos mejor guardados de la historia del cómic: The Kin-Der Kids.
Saben ustedes que en este blog les tenemos especial cariño a algunos pioneros del cómic que se pasearon por las avenidas del noveno arte con poca gloria. No por el hecho de ser pioneros, en realidad, pues también hubo mucho tostón en aquellos primeros cómics seriados. Nos deslumbran, sobre todo, aquellos tipos que intentaron hacer arte con las viñetas, aquellos que vieron en el cómic un vehículo para expresarse sin límites o prejuicios respecto a otros medios artísticos. Aplaudimos a aquellos creadores que buscaron la belleza narrativa, que experimentaron a la vera de las vanguardias y que empujaron muros para encontrar puertas: tipos como McCay, Herriman, Sterrett... o Lyonel Feininger. En realidad, Feininger es un viejo amigo de este rincón, hemos hablado de él en varias ocasiones.
El escaso corpus que compone su producción comicográfica no despliega complejos prodigios narrativos, dirán algunos (de hecho su obra está parcialemente inconclusa), pero su arte gráfico pasma hasta al escéptico más pintado, ¡qué dibujos! Feininger adivina como hubiera sonado la Vanguardia si ésta hubiera tenido espacio en la orquesta de los cómics: expresionismo, surrealismo, cubismo... Arte virtuoso, planchas tan atípicas como magnéticas, trazos torcidos para una revisión del dibujo periodístico. Tampoco sus argumentos se escapan de esa misma Vanguardia que señalamos: en su trabajo encontramos la ansiedad Futurista que hace de la tecnología y la velocidad el motor de muchos episodios de The Kin-der-Kids o el aire surrealista que inunda las ensoñaciones de Wee Willie Winkie’s World (serie de la que se incluyen dos planchas en la restauración de Caldas), entre muchas otras referencias artísticas. Ya hemos comentado en otras ocasiones cómo Feininger terminó formando parte de esa misma Vanguardia pictórica y, posteriormente, cómo pasó a integrar la nómina de profesores de la Bauhaus. No queremos repetirnos.
Tampoco vamos a presentarles a estas alturas a Manuel Caldas. Su nombre y trabajo como restaurador es bien conocido entre los degustadores más exigentes del cómic. Sus implacables e impecables revisiones de Príncipe Valiente, Lance o, más recientemente, de Krazy Kat han dado ya mucho de que hablar, por su calidad y minuciosidad. El trabajo que ha llevado ahora a cabo con The Kin-der-Kids (o Los niños Kin-der, como se llamará en español) es asombroso; no hay más que comprobar la diferencia entre las planchas de partida y las resultantes después de su restauración: reaparecen los detalles, revive el color, se perfilan las formas.
Por si fuera poco, en un ejercicio de osadía y fidelidad pocas veces visto en el panorama editorial comicográfico, Caldas ha decidido que su edición de The Kin-der-Kids tendrá un tamaño superior al A3 (bastante más grande, incluso, que la de Fantagraphics, que era de 26 x 32 cm). No se llegará a las medidas originales con las que apareció publicada la obra en el Chicago Tribune (que, recordamos, fueron 45 x 62 cm), pero, igualmente, estamos hablando de un formato considerable y muy poco habitual. Con esta decisión (y definición), la nueva edición de The Kin-der-Kids nos permitirá disfrutar de muchos detalles del dibujo de Feininger que hasta ahora nos habían pasado desapercibidos o se habían quedado recluidos en los fríos píxeles de las reproducciones digitales.
Nuestra pequeña participación en el asunto se limita a la elaboración del prólogo de la edición. Debemos confesar sin disimulo que nos honra haber colaborado, aunque sea en grado ínfimo, en este proyecto de Manuel Caldas; desde aquí le agradecemos su invitación y le deseamos, simplemente, la suerte que merece. A fin de cuentas, éste debería ser uno de los acontecimientos comiqueros del año, dentro de las reediciones de clásicos. Imprescindible.
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(Actualización: 16-marzo-2010)
Nos comenta don Manuel que no, que la edición de Los Niños Kin-der no tendrá pastas duras, porque no quiere que el precio de venta suba mucho más allá de los 20 €. No es mala la razón.

viernes, enero 29, 2010

RЭVЄS #0.

Más allá de la academia se encuentran los ateneos y, más allá todavía, los cafés y las tertulias. Curiosamente, a veces en todos ellos se habla de los mismos temas. Cambian los auditorios.
Con las publicaciones pasa lo mismo. Los que escribimos ocasionalmente sobre arte y cultura, a veces recibimos encargos sesudos o se nos solicitan solemnes colaboraciones, en otras, trabajamos el papel y la letra porque nos apetece soltar palabras o porque no hay mejor goce cultural que el compartido con los amigos. Con esta certeza sobrevolándonos, hace unos meses un grupo de amigos nos propusimos un reto: sacar nuestro propio fanzine. No un fanzine de cómics, muchos hay ya y no nos veíamos capaces de mejorar lo existente. Se trataba de hacer algo diferente, sencillo pero atractivo, heterogéneo pero consistente, libre y heterodoxo, pero exigente. Pensamos en un producto que hablara de cultura sin restricciones (cómic, cine, filosofía, folklore...) y que incluyera pequeños bocados de arte (ilustraciones, fotografía, alguna tira de cómic, poesía, relatos breves...). El experimento ha culminado en un delicado juguete de papel, se llama RЭVЄS y es un mini-fanzine reversible, nada menos.
RЭVЄS se lee al derecho y al revés, hacia adelante y hacia atrás. ¿Quieren ustedes densidades analíticas colóquenlo horizontalmente y saquen el arado. ¿Prefieren la evocación artística? Den la vuelta al fanzine, situenlo en vertical y naveguen entre poemas, fotografías y viñetas. Más sencillo que enrevesado, en realidad.

No todo ha sido perfecto, ni siquiera los resultados. No se aprende a seleccionar, editar, maquetar, encuadernar y distribuir en un día. Gracias a gente como Raquel (coeditora y artistaza), Lauri (editora web) y pobreartista (nuestro maquetador), RЭVЄS ha salido a la luz, rubicundo y reciclado; bueno, gracias a ellos y a las estupendas portadas serigrafiadas de Pejac, a las profundidades filosóficas de Marcos, a los textos de Carlos, a los poemas de Dani y Rafa, a las ilustraciones de Laura, Clara, Rocío y Aleksandra, a los cómics de Gaspar, a las fotos de Fabian, etc. Nosotros hemos reciclado algunos viejos posts sobre cómics, mujeres y estrellas underground, que aparecieron en estas páginas. No son las únicas sorpresas de RЭVЄS.
Si les interesa el "juego", pásense por la página web de RЭVЄS (la vamos a colocar también en nuestra sidebar, para que luzca). Allí podrán leer el fanzine online sin mayor compromiso que el de pinchar sobre las portadas. Si lo que les va son las miniaturas de colección, el papel y las ediciones numeradas, atentos a la barra lateral de la página, porque en ella se irán anunciado poco a poco los puntos de venta de los 200 ejemplares (una joyita de coleccionista en serie limitada y numerada, con su portadita serigrafiada y su lomito de tela roja) que se pondrán a la venta de cada número (por 3,5 euritos). Como suele decirse, hasta el final de las existencias.
Dentro de tres meses (sí, será una publicación trimestral), el número 2 con más sorpresas. Les dejamos con el "Manifiesto" de RЭVЄS y su reivindicación de la ironía inteligente y la paradoja exigente como puntos de partida:
Ni revés, ni golpe de efecto. No a la ambición pretenciosa de mundos
al revés. Negamos el juego de palabras sensacionalista, el revestimiento
de humo.
Sólo la imagen y la palabra reflexivas cuentan, el anverso y el reverso
de la imaginación, la mirada inteligente. Quizás el relativismo haya dejado de ser esa regla con la que medir el mundo, pero nunca, jamás,
debemos perder de vista el revés, la cara oculta, la cruz que crece
debajo de cada obstinada evidencia.
Cada imagen esconde una interpretación: el significado y la descodificación de la forma. Cada texto exige una visualización: la concreción del signo convencional al dictado de la evocación.
Somos el revés. Conminamos al desenmascaramiento de la obviedad
oficial. Proponemos una partida cultural sin más reglas que la libertad
creativa, la exigencia interpretativa y el entusiasmo sin condiciones. Les
damos por informados. Ya pueden hacer juego.
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Seguimos de estrenos y buenas nuevas. Nuestro maquetador, pobreartista, publica el número #0 de su nueva revista digital notext, descargable en pdf. Un compendio de miradas temáticas (fotográficas y pictóricas) sobre objetivos variopintos y sugerentes: el número #0 está dedicado a los fantasmas.

miércoles, agosto 26, 2009

Firmas feriales y dedicatorias castellanas.

Por cierto, antes de seguir con Dash Shaw, que no se nos olvide: este sábado 29 de agosto estaremos en la Feria del Libro de Palencia (dentro de las festividades de San Antolín), saludando a amigos y firmando ejemplares de La arquitectura de las viñetas. El encuentro tendrá lugar en el stand de la Librería Alfar, entre las 19:30 y las 21:30. Junto a nosotros estará también firmando y haciendo dibujitos dedicados un artista de los de verdad, el bueno de Pejac ilustrando su Vuelo rasante. Si les apetece o les viene bien, en Palencia nos vemos.

jueves, mayo 14, 2009

Cómics y críos.

La historia del cómic está llena de paradoja, algunas de ellas localizadas espacial y temporalmente y otras con largo recorrido geográfico y diacrónico. Paradójico es, por ejemplo, que las dos "tendencias" enfrentadas en el panorama comiquero actual (lectores e internautas básicamente) respondan a criterios tan incompatibles y poco rigurosos como la pertenencia a un género (pijameros) vs. la profundidad intelectual de los contenidos (gafapastas); a diatribas más tontas (a pocas) hemos asistido.
Paradójico resulta también -y ahora hablamos de cosas serias- que el sector de mercado que monopolizó el cómic español y europeo durante más de 70 años dejará de ser objeto de atención editorial casi de golpe y porrazo: nos referimos a los niños. En Europa, donde no existía un cómic de prensa (es decir, dirigido en primera instancia a un público adulto) tan asentado y regulado como en Estados Unidos, las editoriales orientaron sus esfuerzos durante muchas décadas hacia el sector infantil y juvenil. Cuánto más en el caso del tebeo español, en el que los mastines ideológicos de la dictadura descubrieron como transformar las coloristas viñetas en vehículos perfecta para la evangelización moral y la captación de adeptos a la causa desde la más tierna infancia.
Quizás por una reacción de contrarios, quizás por un agotamiento del mercado o quizás porque el cómic infantil no supo evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos, lo cierto es que, fenecida Bruguera (cuyo público tampoco era necesariamente infantil), el cómic para niños cayó en el más absoluto de los olvidos. Desaparecieron las muchas publicaciones que recopilaban el legado Disney (¡cuánto aprendimos y disfrutamos con el Don Mickey!), se acabaron las revistas en torno a personajes como Zipi y Zape o Mortadelo ("super" y "especiales") y no más Pumbys, TBOs o Pulgarcitos.
Por eso, es tan de agradecer la apuesta sin medias tintas de Mamut Cómics (de Bang Ediciones) por un cómic infantil de calidad. Si en su primera tirada se descolgaron con dos obras de Fermín Solís (Astro Ratón y Bombilla) y Dani Cruz junto a Stygryt (Puck), vuelve el elefante pleistocénico embistiendo con otros tres arreones: Marcopola: La isla remera (del últimamente muy presente Jacobo Fernandez), Federico: tenis sobre hielo, de Max Luchini (codirector de la colección) y Caca Mágica de Sergio Mora. Tres estilos completamente dispares, para crear tres mundos llenos de viñetas para niños o para que los adultos volvamos a sentirnos un poco como tales (que buena falta nos hace).
No parecen haber errado el tiro Maxi Luchini y nuestro amigo Ed, no.

martes, abril 21, 2009

Más de secretos y cómics berlineses.

Ya lo hemos dicho, una ciudad como Berlín da de sí para mucho. El diseño, la ilustración, la vanguardia se mueven a sus anchas por las vías oficiales y extraoficiales de la capital alemana. Entre estas últimas, por ejemplo, destacaremos siempre la apabullante calidad y variedad de los grafitis que adornan sus muros.
Andábamos paseando por Warschauer Straße en busca de ese quilómetro largo de muro que permanece en pie como monumento y memoria del despropósito, cuando nos dimos casi de frente con un viejo conocido y una de sus obras más reconocible; desde el puente, siguiendo el curso del río, asomaba otra entrega más del fenómeno. No es mal arranque para empezar una ruta grafitera por Berlín. No obstante, no faltan muestras allá por donde uno vaya: mención especial a los que brotan en los alrededores de Tacheles, la casa okupa instituida en centro cultural alternativo, o en muchas de las galerías y patios interiores de Kastanienallee. Grafitis y más grafitis, pintados la mayoría, pegados como stickers o collages muchos otros (en una nueva tendencia que parece extenderse como la pólvora de imprenta por la ciudad). Y, por supuesto, entre todos, no faltan referencias al discurso que alimenta este blog, el cómic; éste de aquí abajo lo encontramos en el muro de entrada a Yaam, una playa-disco-bar de considerables dimensiones plantada en medio de la ciudad (al final de ese quilómetro de muro que acabamos de mencionar).
Más viñetas esparcidas encontramos en estaciones de metro, en aparadores abandonados y en folletos varios, pero donde realmente creímos reconocer la esencia alternativa berlinesa trasmutada en establecimiento comiquero fue en esa tienda, cueva de los tesoros, que se encuentra escondida al final de la galería en Rosenthaler strasse 39. Un lugar digno del Nueva York prepunk. Les explicamos como llegar: una vez en la dirección indicada, se reúne valor y se entra en el oscuro callejón, dejando atrás algunos de esos acogedores y oscuros cafés improvisados en locales que inundan los barrios de Berlín; se cruzan las dos o tres arcadas interiores, seguro que sin poder dejar de mirar, de nuevo, los grafitis, instalaciones y esculturas extraterrestres que adornan los muros de ladrillo descubierto y, entonces, llegamos al último patio, el que ocupa uno de los mejores locales nocturnos underground de la ciudad, el Kaffee Kaschemme, que comparte espacio y nombre con una galería de arte y un portal de empinadas y grafiteras escaleras en dirección a Neurotitan, nuestro sitio.
Allí al fondo

Pocas veces hemos estado en una tienda de cómics tan, tan "peculiar" y ajena a la oficialidad editorial (lo cual ya es decir, hablando de un medio tan poco ortodoxo editorialmente como éste). Nada más adentrarnos en el espacio franco, invadido de mesas y estanterías, de esta librería-galería empezamos a movernos a una velocidad cercana a cero por hora, hipnotizados ante fanzines, revistas, mini-cómics y tebeos alternativos o como ustedes quieran llamarlos, a medio camino entre la rareza experimental, la trasgresión underground y el cómic-arte de serie limitada y numerada. Descubrimos casas y editores que nunca habíamos oído tan fascinantes como los franceses Le Dernier Cri, el Institute Pacôme o el berlinés estudio Bongoût; junto a proyectos frescos que demuestran que aún quedan cosas por hacer en el campo de las revistas comicográficas, echenle un vistazo al fanzine esloveno Stripburger. Entren y ojeen. Les dejamos algunas instantáneas de lo que vimos tras esa puerta. Algún otro día les hablamos de alguna rareza que allí compramos.

miércoles, abril 15, 2009

Berlín, biografías y Joseph Beuys.

Berlín es una ciudad llena de estímulos, culturales, gastronómicos, festivos, artísticos y visuales. Una de las plazas europeas más jóvenes y efervescentes pero, al mismo tiempo, en gloriosa paradoja, más ricas en historia e información esencial sobre lo que somos los europeos y por qué lo somos. En cada visita tenemos la sensación de que la capital alemana es un espacio en constante transformación, una ciudad que no deja de forjarse una identidad a partir de los restos de ese naufragio histórico-político del que emergió en los últimos años del siglo pasado. Tierra baldía, zona franca que, quizás por puro espíritu de subsistencia, quizás por ánimo de resistencia ante el estigma diacrónico o quién sabe si por el enorme solar que se abrió tras el derrumbe, se ha convertido en un enorme lienzo en blanco sobre el que artistas nómadas, buscavidas, desheredados de occidente, nostálgicos de la vanguardia y jugadores del día a día han decidido pintar el irregular skyline de esta ciudad imprevisible.
Nos gusta pasear por sus enormes avenidas entre edificios históricos y oscuras torres de viviendas que nunca desvelan con claridad si su pasado pertenece al bloque comunista o a la vieja alianza. Entramos una y otra vez en sus bellos museos amueblados con las ruinas de saqueos míticos o con esos otros construidos a sí mismos con espíritu pragmático y afán didáctico. Museos irresistibles, habitados por reinas de la belleza o por monstruos de la ruptura, como Joseph Beuys. La del Hamburger Bahnhof es una de las visitas que siempre repetimos cuando viajamos a Berlín, sobre todo por mucho que nos impresiona un tipo como Beuys.
El alemán es una figura legendaria del arte contemporáneo, pero al mismo tiempo un artista con limitada ascendencia popular. Creador y personificador de una obra rupturista, Beuys intentó superar en todo momento la concepción tradicional de los museos y el arte, mediante la destrucción de su significación denotativa: "cada hombre, un artista". Ideario ético y filosofía estética al servicio de la diferencia artística. La trayectoria de Beuys está unida a la ciudad de Düsseldorf y sus comienzos conectados al grupo Fluxus, de los que pronto se desmarca, siguiendo una línea creativa marcada por una heterodoxia aún mayor que la de aquellos.
Beuys compaginó sus célebres intervenciones y acciones, con una labor docente reformista enfrentada a la enseñanza tradicional. Buscaba una enseñanza libre en todos sus sentidos, en la que el papel protagonista recayera en el alumno y a la que cualquier persona tuviera acceso. Fue expulsado de su puesto titular como profesor de escultura en la Academia Nacional de Düsseldorf después de que varios aspirantes a cursar sus enseñanzas fueran rechazados por el claustro de profesores de la Academia; antes, Beuys ocupó la secretaría del centro junto a algunos de esos alumnos y escribió una carta abierta al director sin guardarse ninguna opinión sobre las autoridades in-competentes. Las presiones estudiantiles y un fallo favorable de los tribunales alemanes favorecieron la admisión de los alumnos inicialmente rechazados y la readmisión de Beuys, pero él, en un órdago final, presentó su dimisión. Dos años antes de morir (1986) ingresa en la Academia de Arte de Berlín, la ciudad que guarda buena parte de su legado atístico.<
Para Beuys todo es susceptible de convertirse en objeto artístico (la política, la religión...) y él oficiará siempre como sumo sacerdote en unas liturgias perfectamente organizadas, cargadas de simbolismo mágico y mensajes crípticos. Oficiará sus acciones buscando la complicidad del espectador que deberá descifrar el mensaje social/artístico/político que se esconde detrás de títulos como Como explicar cuadros a una liebre muerta (1965) o I Like America and America Likes Me (1974), por citar dos de los vídeos grabados con las acciones del artista que se pueden ver en el museo. Valeriano Bozal señalaba al respecto en Modernos y postmodernos: "Beauys actúa como un chamán, y con sus gestos y movimientos, con los objetos y materiales que utiliza, crea un espacio o dominio en el que la revelación se hace posible".
Los trabajos "más clásicos" de Beuys (esculturas, ¿pinturas?, objetos, etc.) tampoco se lo ponen fácil al espectador tradicional. Obras crudas, feístas, voluminosas e intencionadamente simbólicas, siguen recurriendo a la organicidad de sus materiales y a referencias constantes a la naturaleza: enormes moles de grasa seca convertidos en rocas disformes, rollos de fieltro atravesados por jabalinas, vigas coronadas por moldes de hierro de cabezas humanas... Símbolo, transgresión, reformulación y grito airado para reiventar el arte, todo eso es Beuys.
En plena digestión, enfilamos la salida del museo y en su surtida librería de arte contemporáneo nos topamos con una sorpresa que enlaza este post con el de "ayer". Un tebeíto, minicómic (por su tamaño y número de páginas) con editorial detrás, acerca de la biografía de Beuys, titulado: Joseph Beuys. Der lärchelnde Schamane (El chamán sonriente, creemos); firmado por Bernd Jünger y Willi Blöss. No entendemos ni hablamos una palabra de alemán, pero los tres euros que cuesta el tebeo nos empujan a la compra (dentro de ese conocido afán por la adquisición de curiosidades inutiles que sufrimos los lectores políglotas frustrados). Se trata ésta, claramente, de una iniciativa didáctica en la que prima el concepto divulgativo sobre la búsqueda artística. El tebeíto, descubrimos luego, tiene continuidad en toda una serie de biografías artísticas que incluyen a Andy Warhol, Frida Kahlo o Egon Schiele, entre otros. Realmente curiosa esta mini-colección (cada volumen tine 24 páginas a un tamaño de 10'5 x 14'5 cms) editada por Willi Blöss Verlag.
En la siguiente entrega volvemos a Berlín pero prometemos centrarnos en curiosidades más intrínsecamente comiqueras.

jueves, abril 10, 2008

Un MAMUT para el niño.

En esta casa nos encanta tener invitados. Hace unos días se nos apareció por los comentarios un viejo amigo bitacórico, don Ed, quien además de artista puede presumir de uno de esos blogs que siempre sorprenden y merecen visitas a mansalva. Nos vino a comentar que, valiente él, había decidido sumar a sus méritos comiqueros el de la temeridad: se nos hace (junto a Maxi Luchini) director editorial, nada menos que de cómics infantiles. Niños y cómics, una dicotomía necesaria. ¡Qué hubiera sido de nosotros sin esos tebeos de El Capitán Trueno, o los Spirou Ardilla, o los Super Mortadelo Especial, los Marvel y Dc, los Boixcar paternos y los míticos Asterix, entre tantos otros!
La propuesta editorial de Ed y Luchini es ya bien conocida, pues ha sonado mucho en las páginas más in de la blogosfera tebeística, así que no queremos ser menos y desde aquí nos gustaría sumarnos a la ola de apoyos y buenos deseos que deben acompañar a esa nueva colección de cómics infantiles auspiciada por BANG Ediciones, que responde al nombre de MAMUT. El mismo Ed, nos daba los detalles:
Se trata de una apuesta dentro del terreno del tebeo: la de hacer comics para niños. Me refiero a "exclusivamente para ellos". Una manera de introducirlos en este mundo, promocionar y extender las ramas del cómic, acercándolo a los niños más pequeños que recién comienzan a tomar contacto con la lectura que arranca generalmente en el colegio con libros infantiles... y poco más. Buscamos con esta colección Mamut (se llama así el proyecto editorial), sumar un elemento más a ese proceso de lectura: un comic sólo para ellos.
Por eso dividimos la colección en dos: comics para niños mayores de 3 años (de 3 a 6 aprox.) con viñetas sencillas y con pequeños globos de diálogos y sin ellos. Es decir, lectura en imagenes. Un primer contacto, en el que la narrativa cuadro-a-cuadro, será la principal baza donde se apoye la "lectura". Y por otro lado, cómics dirigidos a niños mayores de 6 años (hasta nueve aprox.)
Maxi Luchini y yo dirigimos esta locura que espero dure lo suficiente y no se extinga antes de empezar! Bang ediciones nos da el apoyo necesario para lanzarnos...
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MAMUT LA NUEVA COLECCIÓN DE COMICS PARA NIÑOS dirigida por Maxi Luchini y Ed
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BANG ediciones lanza una nueva colección de cómics para niños:
MAMUT es una colección de cómics diseñada y pensada exclusivamente para los más pequeños, y estará dividida en dos: para mayores de 3 años y para mayores de 6 años (+3 y +6), dirigida para aquellos que comienzan a leer y para los que aún no saben.
A PARTIR DE 3 AÑOS: Esta colección quiere acercar el cómic a los niños que aún no saben leer y para eso creó estos pequeños libros, que cuentan pequeñas historias en viñetas. De esta manera el niño sumará a su lectura habitual de cuentos ilustrados, un nuevo lenguaje: el del cómic. Porque leer no es sólo un verbo es también imagen.
A PARTIR DE 6 AÑOS: A esta edad el niño ya tiene incorporado el lenguaje visual y está mucho más en contacto con el mundo de las palabras. Por ello la Colección Mamut ideó una serie de cómics en los que abordará historias que conectan con sus fantasías; llenas de humor, aventuras, magia, sueños… y también con su entorno: familia y amigos.
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Mi primer cómic: Quiere ser un complemento de la lectura habitual de nuestros niños; que les ayude a comprender que existen otros mundos, sin dejar de disfrutar el que los rodea.
Acompaña a tu niño en este camino hacia la lectura, que es el apasionante camino de descubrirse a sí mismo.¡Un Mamut te acompaña!
Links mamut:
Sobre los editores:

jueves, enero 03, 2008

Asociación de Editores de Cómic de Andalucía (AECA).


Interrumpimos, muy momentáneamente, nuestra línea de posts retrospectivos sobre el 2007, para transmitirles una nota de prensa de última hora con una buena noticia (nos parece a nosotros). Volveremos a hablar más adelante de editores andaluces, cómics y salones "granainos". Ahora, el comunicado que nos pasa Jose María Carrasco (alias Yorkshire), editor bizantino inexistente que, parece, empieza a tomar corporeidad:
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El pasado 20 de diciembre de 2007 se constituyó la Asociación de Editores de Cómic de Andalucía (AECA) en la ciudad de Sevilla. El acto se celebró a las 17 horas en la sede del Instituto Andaluz de la Juventud (C/Bilbao, Nº 10) bajo un ambiente de cordialidad y de hacer las cosas bien hechas, para que la edición del cómic en Andalucía consiga el pequeño empujón que todos necesitábamos.
Desde aquí queremos reivindicar el auge del cómic en estos momentos, con la esperanza de que la unión haga la fuerza. No sólo el libro merece asociaciones, federaciones y fomento, sino que el cómic debe de estar representado a todos los niveles en los diferentes estamentos sociales y culturales para darle el estatus que merece. Por eso nace esta asociación sin ánimo de lucro, para recoger y ampararnos sobre un mismo techo el cómic que se hace y se hará en la región autonómica de Andalucía.
Para esto, trabajaremos con ahínco y perseverancia para realizar la consecución de los siguientes fines:
- Constituirnos en representación de los Editores de Cómic de Andalucía ante el sector de editores, el de ilustradores, el de dibujantes de comics y cuantas asociaciones, delegaciones y colectivos se encuentren involucrados en el sector del cómic, tanto en España como en el extranjero.
- Representar a todos los Editores de Cómic de Andalucía ante organismos tanto públicos como privados como una sola voz.
- Dar a conocer de manera global a libreros especializados en cómic, librerías generales, bibliotecas, colegios, etc. los fondos del catálogo de las Editoriales de Cómic de Andalucía.
- Venta y/o adquisición conjunta de derechos de autor de libros en el extranjero.
- Editar en conjunto obras de interés general o histórico para Andalucía cuando de manera individual una de las editoriales no pueda.
- Promover la edición de obras de autores andaluces.
- Colaborar con las distintas iniciativas para la promoción, estudio, difusión y conservación del cómic en Andalucía.
Los socios fundadores de la asociación AECA y sus cargos se dispusieron de común acuerdo de la siguiente manera:
- Miguel Ángel Díaz Saldaña, presidente, representando a Mangaline.
- José Vicente Galadí García, vicepresidente, representando a Ariadna Editorial.
- José María Carrasco Díaz, secretario, en representación de
Viaje a Bizancio Ediciones.
- Sergio R. Ortiz, tesorero, en representación de
Saturno Ediciones.
- Pedro Ignacio Carmona Sarmiento, vocal, en representación de
Dreamers Editorial.
- Daniel Piñero Salido, vocal, en representación de
Creaviñetas.
Con manos abiertas y oídos puestos para todo el mundo que requiera información o incorporarse como nuevo socio que cumplan los requisitos de los estatutos de la Asociación.
Podéis visitarnos periódicamente de las novedades y actos que tanto la Asociación como los socios editores realicen, ya sea conjuntamente como por separado a la web www.comicandalucia.com o en el blog de la Asociación . Para toda información pertinente y asesoramiento para todos los que estén interesados en el cómic hecho Andalucía, puede dirigirse a la dirección de correo info@comicandalucia.com. Asociación de Editores de Cómic de Andalucía (AECA).

lunes, noviembre 27, 2006

Una agenda de cómic.

Club cultura, la revista cultural-promocional de la Fnac, dedica bastante espacio al cómic en su edición de noviembre-diciembre (número 14). Además de unas interesantes entrevistas a Jeff Smith (ya saben, por la omnipresente edición de Bone de Astiberri) y a David B., anuncia un calendario muy especial para el venidero curso 2007. Se trata de una agenda en la que cada mes del 2007 mostrará "un día cualquiera" según la personal visión de un artista. La nómina de participantes es deslumbrante: Azpiri, Luis Durán, Liniers, Olivares o Sonia Pulido (a quien pertenece el ejemplo del artículo, que recogemos aquí abajo).
El calendario se anuncia para diciembre. Será un placer despertarse y ver en que mundo y día vivimos, desde dentro de una viñeta. Normalizando el bocadillo, seguimos. Saludos.