jueves, diciembre 08, 2016

Necrópolis, de Marcos Prior. Estamos hasta los huevos (en ABC Color)

Hemos dedicado nuestro último artículo en ABC Color a Necrópolis, el cómic de Marcos Prior que cierra su "trilogía de la crisis", después de Fagocitosis y Potlatch. Prior reformula la idea de cómic comprometido para hurgar en la herida de la "gran estafa global" que nos ha explotado a los ciudadanos en la cara por obra y gracia de nuestra clase política y su servidumbre ante los poderes financieros.
El suplemento cultural, se completa con un perfil del autor, a cargo de Julián Sorel, y una invotación a adentrarse en el trabajo de Prior ("Siete razones para leer Necrópolis"), de Montserrat Álvarez;  Les dejamos aquí las planchas del suplemento y el artículo extractado: "Necrópolis, de Marcos Prior. Estamos hasta los huevos".
 
 
RAE: Necrópolis: 1. f. Cementerio de gran extensión en que abundan los monumentos fúnebres.

Se está hablando mucho últimamente de Marcos Prior debido a la publicación de Gran Hotel Abismo, el cómic que ha realizado con David Rubín. El resplandor de este último trabajo no debería, sin embargo, hacernos perder de vista el recorrido reciente del  guionista y dibujante catalán; porque, sin duda, estamos ante uno de los autores más coherentes y comprometidos del cómic español actual.
En una entrevista de hace unos años, la escritora Belén Gopegui se preguntaba: "¿Debería la literatura actual eludir el presente y las cuestiones principales del mundo? Desde luego, nadie tendría que imponerle el deber de eludirlo". Marcos Prior lleva ya tiempo suscribiendo sus palabras al pie de la letra. Tanto en Fagocitosis (2011) y Potlatch (2013), ambos dibujados por Danide, como en Necrópolis (guionizado e ilustrado por Prior en 2016), el autor se erige en portavoz de un hastío social que encuentra su raíz en el desenlace de la crisis económica de 2008, provocada por la codicia irresponsable de los mercados globales y el comportamiento criminal de bancos y entidades financieras. El encubrimiento vergonzoso y cómplice de los gobiernos occidentales (disfrazado eufemísticamente de rescate económico) y la gravosa responsabilización que sufrió el ciudadano de a pie desencadenaron una auténtica ola de indignación contagiosa que, por un breve instante, pareció que tendría consecuencias sísmicas regeneradoras en el actual sistema capitalista liberal, injusto, oscurantista y narcótico. 
Todo fue un espejismo. Con las heridas aún a flor de piel y los derechos ciudadanos adelgazados hasta el raquitismo, las élites dirigentes han conseguido sobreponerse a la tormenta casi indemnes. Excepto en países “civilizados”, como Islandia, nadie ha pagado por sus desmanes, y los pequeños y medianos empresarios, los trabajadores y las clases más desfavorecidas nos hemos tragado un sapo color neocon de dimensiones desproporcionadas. De postre, aquellos que nos condujeron a las arenas movedizas son los únicos que han conseguido salir andando ufanos de la ciénaga, vestidos de un blanco inmaculado.
Tenemos la sensación de que, ante la pasividad intencionada de las autoridades, el desinterés artero de muchos medios de comunicación y la amnesia colectiva, sólo algunos artistas, escritores, cómicos y periodistas están asumiendo la responsabilidad de canalizar la rabia y la desesperanza que envuelve a las sociedades convalecientes después de la crisis. Marcos Prior ha decidido que él va a ser uno de ellos. El periodo de madurez y ruptura de límites que está viviendo el cómic contemporáneo, le ha allanado el camino, de algún modo.
El desahogo se puede hacer desde la rabia o desde la crítica paródica. Esta última vía, profundamente postmoderna, es la que adopta Marcos Prior para describir una sociedad secuestrada, habitada por zombies, cadáveres y estatuas. Como hemos dicho, Necrópolis se disfraza de juguete postmoderno y abunda en técnicas como la cita intelectual, la autorreferencia, la narración fragmentaria, la crítica política disfrazada de parodia cyberpunk (que maldita la gracia) y la alternancia estilística y textual (dibujos, falsos textos periodísticos, entrevistas, contenidos digitales y mediales, etc.).
El dibujo de Prior hace también gala de esa variedad estilística, para lo cual se apoya en un grafismo digital que alterna el esbozo, la caricatura y un naturalismo casi fotográfico, distorsionado por un trazo sucio, nervioso y un vasto rayado. Debido a ello, las viñetas de Necrópolis transmiten siempre un reflejo velado y borroso de la realidad: una visión incómoda, llena de interferencias.
Como señala el subtítulo del cómic ("Retrato de grupo con ciudad"), el protagonismo de Necrópolis recae en New Pool, una ciudad distópica y sólo ligeramente futurista, que no es otra cosa que una proyección pesimista de cualquier ciudad contemporánea. La acción se sitúa en el centro de una campaña electoral, en la que podemos reconocer muchas referencias a los actuales partidos políticos españoles y sus líderes. Bajo la superficie esmaltada de los mitins políticos, las declaraciones televisivas y los gestos huecos de los candidatos, New Pool malvive sumida en la violencia, la rapiña y los deficientes servicios públicos (ejemplificados por los constantes apagones eléctricos que dejan la ciudad inmersa en el caos).
Prior proyecta hacia el absurdo la inercia de los acontecimientos contemporáneos, para dibujar un cuadro social presidido por la violencia, la corrupción, la miseria, la estupidez y la insolidaridad generalizada. La acumulación en las últimas páginas del libro de viñetas habitadas por paisajes desolados, locales abandonados y solares llenos de ruinas es la metáfora perfecta, la fotografía final de las necrópolis que habitamos. Ciudades en un proceso de autodestrucción tan obvio y predecible que resultaría cómico si no se parecieran tanto a las de las sociedades en las que nos ha tocado vivir. Autores como Marcos Prior sólo lo están subrayando desde la inteligencia y una visión renovada del compromiso narrativo. 
Aunque no nos demos por aludidos, estamos avisados.

sábado, diciembre 03, 2016

GRAF: sobre todo, cómics

Ahora que comienza Expocomic 2016, nos apetece reivindicar ese otro evento mucho más modesto, silencioso y reflexivo que responde al nombre de GRAF y se subtitula algo así como "Cómic de autor y edición independiente". Un evento en el que, sobre cualquier otra excusa, lo que importa son los cómics. Algo que cada vez se echa más de menos.
No habíamos vuelto a GRAF desde su primera edición en Barcelona en 2013. En aquella ocasión, se hizo coincidir la edición con la celebración del Salón del Cómic de Barcelona, lo cual hizo que los actos y visitantes se solaparan y que, literalmente, los asistentes tuviéramos que correr de un lado a otro de la ciudad para terminar visitando los dos salones a medias. Desde entonces, con mucho mejor tino, se han elegido las fechas de GRAF evitando cualquier ánimo competitivo; además, se celebran dos ediciones anuales, una en Madrid y otra en Barcelona.
A los stands expositores habituales y las firmas de autores, se han ido uniendo actos paralelos, como exposiciones, talleres de cómic, conferencias, mesas redondas y proyecciones. GRAF se ha convertido en una celebración del cómic independiente, del fanzine y del pequeño autor; una fiesta a la que todos estamos invitados, pero en la que no hace falta ir disfrazado para sentirse protagonista; un evento en el que la vanguardia prevalece sobre el mercado y la mercadotecnia, y en el que es posible descubrir viñetas que nos hablan del futuro del cómic más que de la futura adaptación del cómic a la gran pantalla y sucedáneos similares.
Protagonistas
Paco Alcázar. En otra liga
Nicolás. Gloriosamente recuperado
Fosfatino y Ana Galvañ. Vanguardistas
Mr. Vilches, orgulloso director
Borja González. El rey de las orquídeas
Díaz Canales. Genio y figura
Fue la nuestra una visita fugaz y urgente. Apenas tuvimos tiempo de saludar a dos o tres amigos, comprar algunos cómics alucinantes (de los que daremos cuenta aquí) y hacer las fotos que les hemos dejado ahí arriba. Aún y así, fue un gustazo reencontrarse con GRAF. Además, en un escenario que nos trae buenos recuerdos y que ya visitamos hace años por otros menesteres.

jueves, noviembre 24, 2016

El ala rota, de Antonio Altarriba y Kim, en SER Soria

En esta ocasión, le hemos dedicado nuestro programa en SER Soria a El ala rota, el cómic de Antonio Altarriba y Kim que completa el díptico familiar de la Guerra Civil que ambos autores comenzaron con El arte de volar.
Junto a Eva Lavilla y Chema Díez hablamos de un cómic que es, al mismo tiempo, un homenaje sentido y un ejercicio de restitución: a la madre, sí, pero también a todas esas mujeres que sobrevivieron de forma heroica al drama de la muerte de los seres queridos, la humillación y el menosprecio sistemático que recibieron por parte de una sociedad machista, embrutecida y profundamente cruel.


Aprovechamos la ocasión para recuperar también la entrevista que le hicimos a Altarriba en su día con motivo del Premio Nacional.

martes, noviembre 15, 2016

La ACDCómic publica 'Cómic digital hoy. Una introducción en presente'

Una muy buena noticia que llevábamos un tiempo esperando.
ACDCómic publica Cómic digital hoy. Una introducción en presente, un volumen digital gratuito de más de 700 páginas acerca de los webcómics y la pujanza actual del cómic en la red. En el libro colaboran algunos de los estudiosos y críticos más destacados del panorama nacional y hay que agradecerle su coordinación, compilación, edición y maquetación a Pepo Pérez, cuya implicación y perseverancia han permitido que este proyecto ciclópeo haya salido adelante. A Pepo le agradecemos también que nos haya invitado a participar en él, con nuestro artículo "De la revolución del cómic y otros augurios".
Les dejamos aquí con el muy goloso índice del libro y con la nota de prensa correspondiente, así se animan a la difusión y proselitismo de una obra que bien lo merece.
________________________________________________

La ACDCómic publica Cómic digital hoy. Una introducción en presente

El libro, de libre acceso en formato PDF, analiza el panorama actual del cómic digital internacional

Coordinada por Pepo Pérez, esta obra reúne los textos de 27 críticos y divulgadores

La ACDCómic (Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic de España) lanza Cómic digital hoy. Una introducción en presente, un libro que reúne diversos estudios sobre el panorama contemporáneo del cómic digital internacional. A lo largo de 33 capítulos, 27 autores abordan el tema desde diferentes perspectivas. El libro se puede descargar gratuitamente en un único archivo PDF desde la plataforma Lektu o por capítulos desde la web de ACDCómic.
La expansión de Internet y el uso de nuevos dispositivos electrónicos móviles están cambiando nuestros modos de relación, consumo y acceso a la información. El cómic no es ajeno a este proceso, como demuestra la explosión de webcómics, plataformas y revistas digitales de historieta. La ACDCómic ha querido contribuir con este libro a prestar más atención al impacto de las nuevas tecnologías digitales en los modelos de producción, difusión y consumo del cómic, así como analizar casos específicos de historietas digitales publicadas en las últimas dos décadas. 

Visión general y casos de estudio

Cómic digital hoy. Una introducción en presente se estructura en dos partes. La primera, “Panoramas digitales”, recoge textos que pretenden ofrecer una visión panorámica del cómic digital desde puntos de vista históricos, nacionales o temáticos. La segunda, “Casos de estudio”, analiza ejemplos concretos desde el ensayo, la reseña en profundidad, el reportaje o la entrevista, que permiten documentar tanto los avatares del proceso creativo como los desafíos de producción y difusión planteados por el entorno digital.
Los autores 

En 'Cómic digital hoy: una introducción en presente', bajo la coordinación de Pepo Pérez, escriben miembrosde la ACDCómic y otros estudiosos del cómic y las artes visuales: Jorge Iván Argiz, Daniel Ausente, Mikel Bao, Octavio Beares, Fernando Castro Flórez, Isabel Cortés Navarro, Irene Costa Mendia, Borja Crespo, Alberto García Marcos, Óscar Gual Boronat, Isabel Guerrero, Breixo Harguindey, Eduardo Maroño, Diego Matos, Raúl Minchinela, Carlos Miranda Mas, Erika Pardo Skoug, Pepo Pérez, Álvaro Pons, Jordi Riera Pujal, José Andrés Santiago Iglesias, Óscar Senar, José A. Serrano, Rubén Varillas, Jaume Vilarrubí, Gerardo Vilches y Yexus. En total, más de 700 páginas para analizar cómo internet y las tecnologías digitales han abierto nuevos caminos para el cómic.

La asociación que publica el libro 

ACDCómic (Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic de España) es una asociación sin ánimo de lucro que agrupa a personas que realizan trabajos de investigación, periodismo, crítica, estudio, comisariado y otras actividades teóricas y divulgativas relacionadas con el cómic. La asociación se constituyó en 2012 con la voluntad de colaborar en la difusión del trabajo que ya desarrollan sus miembros de forma individual, emprender iniciativas conjuntas que no se podrían afrontar de forma separada  y servir de interlocutor ante otros colectivos o instituciones.

Cómic digital hoy
Una introducción en presente

Antología de varios autores. Pepo Pérez (coord.)
Publica: ACDCómic | Primera edición: noviembre 2016
Libro digital en descarga gratuita desde la web de ACDCómic
ISBN: 978-84-608-3910-1
757 páginas | 27 autores | 33 capítulos
Índice e introducción: click aquí
Perfiles breves de los autores: click aquí

martes, noviembre 08, 2016

Henning M. Lederer. Nostalgia, minimalismo digital y gifs animados

En esta bitácora hablamos con frecuencia de cine de animación y anime, pero pocas veces nos hemos acercado a ese territorio borroso que algunos denominan arte digital. Puede ser que esa sea la mejor etiqueta para definir a un autor como Henning M. Lederer, en cuya obra tienen cabida gifs hipnóticos, trabajos de diseño gráfico, arte visual y obras de animación más convencionales.
Su vídeo para el tema "Anatomic", del compositor de música ambient Max Cooper, es una buena piedra de toque para entender su trabajo: en él, Lederer recurre a un diseño minimalista infográfico dibujado a mano para crear un efecto de zoom narrativo que se convierte en un viaje desde el cuerpo del ser humano hasta su estructura celular, transformando nuestro organismo en los engranajes de una máquina perfecta.

Sus gifs son aún más elementales, pero nos tienen deslumbrados. No podemos apartar los ojos de la pantalla cada vez que saltan las animaciones de su serie Covers, en la que Lederer anima las portadas geométricas de antiguos libros en un ejercicio de una (sólo aparente) sencillez desarmante. El resultado acerca el trabajo del artista alemán a una revisión postmoderna y digital del op-art más clásico. Similar en intenciones es su trabajo Geometry, en el que trabaja directamente sobre la base de motivos geométricos, que anima sobre el fondo de una melodía electrónica.


Tienen casi todas las animaciones del aleman un aire antiguo, apuestan por la nostalgia de los collages animados, los autómatas mecánicos y los engranajes de relojero (véanse The Sea of Time o Metropol). En otras ocasiones, el autor trabaja directamente sobre trabajos ajenos, como en Bicycle (sobre una ilustración de Mel Furukawa), Watch (versión animada de una pintura de Gerald Murphy) o Gears in Motion (que adapta un dibujo de Eric Drooker). Hasta en sus trabajos más tradicionales, se percibe en Lederer esa mirada nostálgica que comentamos, en ocasiones rememorando la animación surgida en los países del este durante el periodo comunista: obras como Little Fable o Moloch beben del collage, del sentido expresionista de la luz y de una sugerente atmósfera kafkiana.
En su blog machinatorium, el propio Lederer se acerca al panorama contemporáneo del arte digital y nos descubre las propuestas y trabajos de otros creadores coetáneos igualmente valiosos; una ventana abierta a un panorama artístico que no necesita de muros y museos para crear presente y abrir nuevas vías de expresión.
No se queden aquí, busquen y rebusquen entre los trabajos de Lederer, que nunca es tarde para la inocua lisergia visual.

viernes, octubre 28, 2016

TBO en la onda: cómics y vanguardia en el siglo XX

En nuestra última cita radiofónica en Plan B, nos acercamos a las vanguardias (más o menos escondidas) del cómic del siglo XX: esos autores que intentaron colarse en la modernidad por los escasos resquicios que les permitieron las restricciones formales y editoriales de los syndicates periodísticos estadounidenses. En TBO en la onda (a partir del minuto 21:50) hemos invitado a genios como Winsor McCay, Lyonel Feininger, Gustave Verbeek, George Herriman o Frank King. Nombres esenciales, artistas recuperados y por reivindicar (más que nunca) en estos tiempos de novelas gráficas y nostalgia. Y, de postre, rematamos con algunas reflexiones sobre el nobel a Bob Dylan, que todavía no ha tocado nadie el tema.

viernes, octubre 21, 2016

Talco de vidrio, de Marcello Quintanilha. El fracaso del éxito

Pese a su precocidad, y aunque cuenta ya con una larga trayectoria en Brasil, Francia y España (en nuestro país, sobre todo como ilustrador de prensa), no descubrimos la obra de Marcello Quintanilha hasta la publicación de Tungsteno: un thriller brasileiro de arrabal, descarnado y vibrante, que se apoyaba en un muy elaborado guión cargado de sutilezas. Un trabajo por el que su autor recibió numerosos halagos y merecidos galardones internacionales.
Quintanilha regresa este año con Talco de vídrio, una historia ambientada de nuevo en su Brasil natal, pero sostenida por el análisis psicológico de personajes, frente al predominio de la acción y el componente criminal que encontrábamos en Tungsteno.
Los dos cómics, sin embargo, comparten su apego por un realismo crudo que traspasa el costumbrismo para hundirnos en las miserias del hombre moderno: las de ese nuevo modelo de ciudadano impasible, codicioso e inmune al dolor ajeno, que habita nuestras ciudades. Ese individuo translucido que, con la cabeza baja, deambula por calles, boulevares, pasillos y oficinas, abrumado por el peso de unas obligaciones y expectativas que apenas le dejan vislumbrar más allá de su propia sombra. Un individuo que, de algún modo, somos todos los que empujamos la noria del insaciable capitalismo liberal.
Celia, la protagonista de Talco de vídrio, es también una de esas personas: el prototipo de triunfadora social, una dentista reconocida, con una familia aseada, segura de sí misma y cómodamente instalada en el holograma de perfección que ella misma se ha encargado de diseñar; en resumidas cuentas, una mujer profundamente infeliz y siempre insatisfecha. Como debe de ser.
El cómic disecciona el proceso vírico que conduce hacia la autodestrucción personal y la insensibilización final: una enfermedad estrechamente asociada a síntomas como la angustia, la competitividad o la envidia. 
Tenemos la sensación de que a Marcello Quintanilha no le gusta tomar atajos para contar sus historias; no es de esos autores que se aseguran lectores complacientes a costa de tramas lineales o soluciones manidas. Quizás por eso, sus relatos parecen recorridos por una sombra de extrañeza, por un tono y un enfoque que, en un primer momento, resultan desconcertantes. Luego, nos damos cuenta de que esa falta de amarre tiene que ver, entre otras cosas, con el peculiar empleo que el autor hace del punto de vista y la voz narrativa. Tungsteno, por ejemplo, se apoyaba en un narrador omnisciente en tercera persona, que adoptaba el punto de vista interno (homodiegético) de los diferentes personajes (dando voz a sus pensamientos y emociones), y que establecía con ellos un dialogo retórico interpelándoles tanto en segunda como en tercera persona. Un recurso original, muy poco común.
De modo semejante, en Talco de vidrio descubrimos una voz narrativa también en tercera persona que, desde una omnisciencia matizada por la timidez y salpicada de dudas, se dirige al lector con un tono coloquial: como el de ese vecino cotilla que le cuenta a uno con falso desinterés la historia de un escándalo y las desgracias de aquel conocido mutuo que acabó tan mal.
Marcello Quintanilha es un autor con voz propia y también con un estilo gráfico muy personal y reconocible. Detrás de la sencillez de su trazo realista, suelto y ligero, se adivina una mano certera para el detalle y una capacidad gráfica notable para la plasmación de realidades complejas desde una aproximación sintética: dibuja como si toda la diversidad de la vida cupiera en el mínimo espacio de una viñeta poco mayor que un sello; tiene la habilidad especial de captar la esencia fotográfica de lo inmediato, despojándolo de todo trazo superfluo.
La combinancion de un guión certero y la habilidad de su autor como dibujante se concretan en un cómic que se sumerge en las alcantarillas de la psique humana. Una historia que invita a la reflexión y que escuece, aunque sólo sea porque podría estar hablando de todos y cada uno de nosotros.

viernes, octubre 14, 2016

Hablemos de viñetas: TBO en la onda (en Plan B)

Acaba de nacer una nueva emisora con aires marinos y alma cantábrica, Arco FM. Sin transición, nuestros amigos santanderinos nos han invitado a pasearnos por sus ondas y a participar en uno de los programas más sugerentes que formarán parte de su parrilla: Plan B. Lo contrario a un magazine, nos han aclarado. Cada lunes, de 18:00 a 19:00 En Plan B se hablará cada lunes a las 18:00 de cultura sin prejuicios ni condicionantes, una mirada abierta y abarcadora hacia el presente cultural por encima de modas, tendencias o correcciones políticas. Vanguardia y actualidad, estéticas y poéticas. Y cómic, por supuesto.
Tenía que haber un hueco para los cómic en Plan B, una sección en la que poder revisitar clásicos, analizar tendencias y descubrir cómics escondidos. Nos llamaremos TBO en la onda y cada dos o tres semanitas visitaremos los estudios de Arco FM para charlar de viñetas y pasar un buen rato con nuestros anfitriones Jorge Villasol & Alfredo Santos. Les esperamos.
Para que abran boca y se hagan una idea, les dejamos aquí con el primer programa de Plan B:

sábado, octubre 08, 2016

De grafitis por East London

Acabamos de regresar de una escapada inglesa post-Brexit que nos ha llenado de energía. Queríamos conocer un Londres diferente a los que ya conocíamos, así que nos pusimos en modo maleta y dejamos que unos buenos amigos nos llevaran de un lado a otro con la boca abierta. Prueba conseguida.
Nos adentramos sin prejuicios en el Londres más indie y hipster, el que recorre el área de Shoreditch y alrededores: Brick Lane, Bethnal, Dalston... Mucho diseño y modernidad, buena música tras cualquier puerta y arte urbano desatado. Pasear por East London es un recreo constante para la vista: no hay muro sin intervención. En Brick Lane, en los alrededores de Spitafields Market y en el Box Park de Bethnal Green Road nos topamos con obras emblemáticas de Stik, Roa, Dale Grimshaw, Ben Slow, Invader y, por supuesto, Banksy (cuyas obras sobreviven convenientemente protegidas en vitrinas o detrás de pantallas de metacrilato). Adivinamos tendencias tridimensionales en el arte urbano contemporáneo: sellos en relieve en esquinas, coloridas esculturas y cada vez más y más intervenciones e instalaciones; algunas de ellas monumentales y tan impresionantes como el increíble Bow and Arrows en pleno corazón de Shoreditch.