Éstos han sido los cómics que hemos recomendado para el día del libro en Culturamas, nuestro boletín cultural favorito:
Lo que más me gusta son los monstruos (Reservoir Books) de Emil Ferris: El cómic de Ferris fue el gran triunfador del curso pasado en Estados Unidos y se esperaba su publicación en nuestro país como todo un acontecimiento. La autora ha facturado una obra inclasificable en la que el bolígrafo, los lápices de colores y el rotulador recrean sobre hojas pautadas de cuaderno un cuento grotesco habitado por niñas que quieren ser monstruos, jóvenes pandilleros, madres sobreprotectoras, mujeres asesinadas y un vecindario espeluznante lleno de secretos. Detrás de todo ello, se despliega un monumental ejercicio simbólico acerca del crecimiento personal y la supervivencia, un relato turbador y heterodoxo que combina su ritmo hipnótico con un talento gráfico desatado. Lo que más me gusta son los monstruos es un cómic que no puede dejar indiferente a nadie.
Lo que más me gusta son los monstruos (Reservoir Books) de Emil Ferris: El cómic de Ferris fue el gran triunfador del curso pasado en Estados Unidos y se esperaba su publicación en nuestro país como todo un acontecimiento. La autora ha facturado una obra inclasificable en la que el bolígrafo, los lápices de colores y el rotulador recrean sobre hojas pautadas de cuaderno un cuento grotesco habitado por niñas que quieren ser monstruos, jóvenes pandilleros, madres sobreprotectoras, mujeres asesinadas y un vecindario espeluznante lleno de secretos. Detrás de todo ello, se despliega un monumental ejercicio simbólico acerca del crecimiento personal y la supervivencia, un relato turbador y heterodoxo que combina su ritmo hipnótico con un talento gráfico desatado. Lo que más me gusta son los monstruos es un cómic que no puede dejar indiferente a nadie.
 Oscuridades programadas (Salamandra Graphics), de Sarah Glidden:
 Una expedición a Oriente Próximo en plena crisis de refugiados (los que
 huían de su país después de la Segunda Guerra de Iraq en 2010), un 
colectivo de jóvenes periodistas independientes (los miembros de Seattle
 Globalist) y una dibujante que se embarca en la misión con el fin de 
recoger en viñetas la crónica de lo acontecido. Éstos son los 
ingredientes de Oscuridades programadas, una voluminosa novela 
gráfica que se mueve en el territorio metaficcional de una obra que se 
construye a sí misma mostrando el proceso de su elaboración; pero 
también un reportaje periodístico en sí mismo: una reflexión honesta y 
comprometida acerca la responsabilidad directa de Estados Unidos (y 
Occidente en general) en los conflictos de Oriente Próximo. Oscuridades programadas es una reflexión fascinante sobre el acto de ser periodista y sobre el acto creativo que supone la creación de un cómic.
Oscuridades programadas (Salamandra Graphics), de Sarah Glidden:
 Una expedición a Oriente Próximo en plena crisis de refugiados (los que
 huían de su país después de la Segunda Guerra de Iraq en 2010), un 
colectivo de jóvenes periodistas independientes (los miembros de Seattle
 Globalist) y una dibujante que se embarca en la misión con el fin de 
recoger en viñetas la crónica de lo acontecido. Éstos son los 
ingredientes de Oscuridades programadas, una voluminosa novela 
gráfica que se mueve en el territorio metaficcional de una obra que se 
construye a sí misma mostrando el proceso de su elaboración; pero 
también un reportaje periodístico en sí mismo: una reflexión honesta y 
comprometida acerca la responsabilidad directa de Estados Unidos (y 
Occidente en general) en los conflictos de Oriente Próximo. Oscuridades programadas es una reflexión fascinante sobre el acto de ser periodista y sobre el acto creativo que supone la creación de un cómic. El arte de Charlie Chan Hock Chye. Una historia de Singapur (Dibbuks), de Sonny Liew:
 El reciente ganador del Premio a Mejor Obra Extranjera del Salón de 
Cómic de Barcelona 2018 es un trabajo portentoso alrededor de la 
biografía simulada del dibujante de cómics Charlie Chan Hock Chye; tan 
falso él como su obra. A través de la ficcionalización vital del 
personaje de ficción, Sonny Liew reconstruye la historia reciente de 
Singapur, al mismo tiempo que levanta ante nuestros ojos un gran fresco 
de la historia del cómic. Así, el relato del crecimiento artístico del 
dibujante protagonista (con sus diferentes fases de evolución 
estilística) nos permite acercamos indirectamente a la obra de maestros 
del cómic como Winsor McCay, Walter Kelly, Osamu Tezuka, Jiro Taniguchi,
 Jack Kirby o Frank Miller. De este modo, el itinerario formativo de 
Charlie Chan Hock Chye se convierte en un gran collage postmoderno de 
estilos, guiños y citas a la historia del cómic. Un collage 
multidisciplinar que combina las fotografías familiares, ilustraciones, 
cuadros y recortes de periódico de una vida que nunca fue.
El arte de Charlie Chan Hock Chye. Una historia de Singapur (Dibbuks), de Sonny Liew:
 El reciente ganador del Premio a Mejor Obra Extranjera del Salón de 
Cómic de Barcelona 2018 es un trabajo portentoso alrededor de la 
biografía simulada del dibujante de cómics Charlie Chan Hock Chye; tan 
falso él como su obra. A través de la ficcionalización vital del 
personaje de ficción, Sonny Liew reconstruye la historia reciente de 
Singapur, al mismo tiempo que levanta ante nuestros ojos un gran fresco 
de la historia del cómic. Así, el relato del crecimiento artístico del 
dibujante protagonista (con sus diferentes fases de evolución 
estilística) nos permite acercamos indirectamente a la obra de maestros 
del cómic como Winsor McCay, Walter Kelly, Osamu Tezuka, Jiro Taniguchi,
 Jack Kirby o Frank Miller. De este modo, el itinerario formativo de 
Charlie Chan Hock Chye se convierte en un gran collage postmoderno de 
estilos, guiños y citas a la historia del cómic. Un collage 
multidisciplinar que combina las fotografías familiares, ilustraciones, 
cuadros y recortes de periódico de una vida que nunca fue.
Si quieren conocer las muy interesantes recomendaciones del resto de colaboradores, entren y vean: "Los libros, los cómics". 
 








