Cuando se tiene un blog y se es muy torpe en estas lides informáticas, o se abandona uno a su desventurada suerte a la espera de que el cielo catódico caiga sobre nuestras cabezas o se abusa de los amigos expertos. A esta última opción me he acogido para "maquillar" y cambiar el look de mi cada vez más estimado Kat (y mira que era arisco de recién llegado). Poco a poco, va entrando en esa edad difícil de los cambios hormonales, así que antes de que se le vieran los granos pixelados, he decidido vestirlo y pintarlo de arriba a abajo con su camisita y su canesú, recién comprados en Coconino. Espero que sea del gusto de los que tenéis a bien visitarnos de tanto en cuanto y que los gutters dejen ver el bosque de viñetas. Aquí seguiremos a su disposición.
Y, por supuesto, gracias Vita por tu ayuda desinteresada, correrá el ron celebratorio al ritmo desenfrenado de Yo La Tengo ;).