Este fin de semana descubrimos a Adrian Tranquilli en el suplemento ABCD, con motivo del anuncio de la exposición Esculturismos. Iconos ácidos, que permanecerá en la madrileña Sala Alcalá 31, hasta el día 18 de mayo. En el mismo número, leemos un excelente artículo de Fernando Castro Flórez, dedicado a la aparente consagración de lo "freak" como fenómeno artístico-cultural-ideológico. Acertadamente, el crítico titula su repaso a la nueva cultura popular "Del «Pop» al «Freak», la estética de lo grotesco"; toda una declaración de intenciones.
En él menciona, entre otras propuestas de la modernidad "artística" y mediática, a los Orlan, Tracey Emin o, en otro orden de cosas, a tipos como ese Risto Mejide. En la página de al lado, Laura Revuelta comenta la mencionada exposición de la Sala Alcalá 31, una colectiva que "recoge las obras de una serie de artistas que van más allá del pop". El enganche entre los dos artículos parece claro. Entre los creadores que podemos ver en la muestra, comisariada por Peio H. Riaño, se halla gente tan conocida como Mateo Maté (del que no es la primera vez que hablamos), Eugenio Merino o Chus García-Fraile.
Descubrimos también al mencionado Adrian Tranquilli, un artista que encaja bien en este hueco comiquero, por su recurrencia constante al mundo superheroico en su reformulación del concepto pop. Nos recordó parcialmente a Lister, de quien también hablábamos aquí no hace tanto. Quizá sea Tranquilli más conceptual e irónico (cómico) en su acercamiento distanciado y posmoderno al universo de los héroes de Marvel y DC. Unos personajes que en manos de Tranquilli aparecen descontextualizados y reubicados en situaciones ajenas, pero claramente reconocibles; un paso más dentro de esa reformulación heróica (también posmoderna), no carente de patetismo y miseria moral, que se inventaron los verdaderos héroes del cómic en los 80 y 90, los Frank Miller, Alan Moore o Mazzucchelli.
Se corrobora, nuevamente, algo que sabemos todos: el hecho de que el cómic puede entrar en la pintura y en la escultura como referente, para transformarse simplemente en otra cosa, en arte fuera del cómic, en icono manipulado. Luego, nos acercamos a Entrecómics y vemos que el Tío Berni se ha marcado un interesante post (inversamente proporcional a lo hasta ahora señalado), dedicado a ciertas relaciones directas y homenajes cruzados entre el cómic y la pintura. Nos deleitamos con su amplia selección de imágenes y pensamos que sí, que a veces todo encaja.
4 comentarios :
Hola amigos:
Quería preguntarles qué onda Maggots?
Vale la pena adquirirlo?
Yo tengo Ninja que me gustó muchísimo, al igual que casi todo lo de los ex Fort Thunder, pero la verdad que el precio es salado para semajante librito (aunque no me sorprende de Picturebox)
No puedo logearme acá. Pero cuéntenme qué les parece.
Si es un comic que no se entiende, mucho no me interesa.
Un abrazo
K
Cómo va don Kioskerman? Pues lo cierto es que si a uno le motiva la experimentación formal y las rarezas narrativas, el Maggots le vendrá que ni pintado; ahora bien, como raro, es rarísimo, y su legibilidad requiere de tiempo, voluntad y paciencia. Un cómic hipnótico-paranoico, la verdad.
Y sí, para lo pequeño que es (de dimensiones, porque tiene más de 300 páginas) vale una pasta ($22 marca en cubierta). Ya se sabe, el arte de vanguardia está a precio de locos. Un saludo.
PS. Por cierto, ¿alguna otra recomendación de Fort Thunder? ¿Qué le gustó a usted? Todavía no he leído Ninja, pero caerá, desde luego.
Muchas gracias por los consejos!
De Fort Thunder
- Teratoid Heighs de Mark Brinkman (sobre todo me gusta mucho este autor, que también publico cosas en Kramers Ergot muy buenas)
- Climbing Up, Cavern de Brian Ralph (y lo de ahora que es muy copado también)
- El Ninja de Chippendale
- Los diarios de Tux Dog (yo tengo 2 o 3)
Y después hay cosas nuevas como Cold Heat de Santoro, que sigue la línea o Powr Mstrs de CF (altísimamente recomendado)que no son Fort Thunder pero entran en esta nueva línea de "art comics"
Un abrazo!
Pablo
Gracias mil por los consejos, Kioskerman. Tenía fichados a Ralph y Chippendale, pero me apunto a Brinkman (no me suena, revisaré los Kramers Ergots), Santoro y lo de Tux Dog. Siga asésorando así, que no sobran los lectores-consejeros-comiqueros de rarezas excelsas.
Por aquí nos vemos ;)
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