viernes, diciembre 30, 2016

En Navidades, regale un Ware (en Plan B)

No hay mejor excusa, ni mejor aliciente para ser moderno, para estar a la última y presumir de sapiencia comicográfica, que leer a Chris Ware: el nuevo genio del cómic, pope de la novela gráfica y renovador del diseño contemporáneo. De todo eso hablamos en Plan B, con nuestros amigos Jorge y Alfredo (a partir del minuto 3).
Escuchen y saquen ideas para Reyes:

miércoles, diciembre 21, 2016

Intemperie, de Javi Rey. Viñetas tremendistas (en Culturamas)

Hemos publicado en Culturamas, vuestra revista cultural favorita, nuestra última reseña comiquera. En este caso, un cómic de Javi Rey que adapta la novela de Jesús Carrasco, del mismo nombre: Intemperie.
Se trata de una historia que recupera aquel tremendismo que tanto martilleó durante la postguerra literaria española, gracias a obras como La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela. Nos gustan muchas cosas del trabajo de Rey, su dibujo y su manejo del color son brillantes, los personajes están perfectamente trabajados y sus paisajes se ahogan en el polvo del camino y el frío de las noches al raso. En este escenario, Chico, el protagonista, busca un camino, una dirección, que le permita escapar de su pasado y de su vida, sobrevivir en definitiva.
Paséense por Culturamas y échenle uno ojo a "Intemperie, de Javi Rey. Viñetas tremendistas".

miércoles, diciembre 14, 2016

Las asombrosas topografías fílmicas y literarias de Andrew DeGraff

Impedimenta, una editorial que siempre trata a sus autores y obras con cariño, acaba de publicar Trazado: Un atlas literario, una obra del ilustrador Andrew DeGraff, sobre textos del escritor y guionista Daniel Harmon.
Nos gusta mucho la obra de DeGraff, por su impacto visual, por su minuciosidad amanuense y por acercarse de forma novedosa y original a la literatura universal o la cultura pop contemporánea.
En nuestra La arquitectura de las viñetas le dedicábamos un capítulo a las topografías narrativas, es decir, a la capacidad de escritores dibujantes y cineastas para crear espacios verosímiles y coherentes, unas coordenadas espaciales comprensibles en las que situar y hacer actuar a sus personajes. Parece un tema baladí o intuitivo, pero no lo es. Que el lector y el espectador no se pierda entre las habitaciones de una casa ficcional, o que consiga hacerse una idea mental clara del mapa de una ciudad, depende de la capacidad del creador para construir cartografías comprensibles y su habilidad para organizar las coordenadas de la acción. Si es así, lo que está escrito y dibujado sobre el papel o filmado en decorados dispersos cobrará magia y mostrará coherencia espacial: gracias a eso reconocemos las habitaciones y pasillos del Hotel Overlook como si hubéramos estado en él, o nos orientamos sin problemas en el San Petersburgo de Tolstoi. 
DeGraff  plasma visualmente los itinerarios de la acción sobre su recreación de un mapa tridimensional del espacio ficcional. Construye gráficamente el trazado de los pasos/viajes/andanzas de los personajes. Literalmente. En Trazado se enfrenta a grandes obras de la tradición literaria: Hamlet, la Odisea, Robinson Crusoe, Moby Dick..., con el pertinente acompañamiento explicativo de los textos de Daniel Hamon. Impedimenta nos deja echarle un ojo a los primeros capítulos de la obra.
Desde hace ya varios años, DeGraff exhibe también su obra en la Gallery1988 de Los Ángeles. En ocasiones junto a otros artistas pop, como Steve Dressler o Bennett Slater, en solitario en otros casos. En Cartography, su exposición individual de 2014, DeGraff presentó algunos de sus mapas cinematográficos (Movie Maps): las cartografías de algunas de las grandes películas de acción de las últimas décadas. El artista no se conforma con reproducir la trayectoria de la acción, sino que construye los itinerarios de todos los personajes principales de la historia (que diferencia con líneas de colores y un trazado diferente). En algunos casos, como en los de Star Wars o El Señor de los anillos, la pirueta visual es extraordinaria, ya que DeGraff no se conforma con dibujar el mapa de uno de los filmes, sino que reproduce tridimensionalmente la saga completa, con todas sus partes. Apabullante.

jueves, diciembre 08, 2016

Necrópolis, de Marcos Prior. Estamos hasta los huevos (en ABC Color)

Hemos dedicado nuestro último artículo en ABC Color a Necrópolis, el cómic de Marcos Prior que cierra su "trilogía de la crisis", después de Fagocitosis y Potlatch. Prior reformula la idea de cómic comprometido para hurgar en la herida de la "gran estafa global" que nos ha explotado a los ciudadanos en la cara por obra y gracia de nuestra clase política y su servidumbre ante los poderes financieros.
El suplemento cultural, se completa con un perfil del autor, a cargo de Julián Sorel, y una invotación a adentrarse en el trabajo de Prior ("Siete razones para leer Necrópolis"), de Montserrat Álvarez;  Les dejamos aquí las planchas del suplemento y el artículo extractado: "Necrópolis, de Marcos Prior. Estamos hasta los huevos".
 
 
RAE: Necrópolis: 1. f. Cementerio de gran extensión en que abundan los monumentos fúnebres.

Se está hablando mucho últimamente de Marcos Prior debido a la publicación de Gran Hotel Abismo, el cómic que ha realizado con David Rubín. El resplandor de este último trabajo no debería, sin embargo, hacernos perder de vista el recorrido reciente del  guionista y dibujante catalán; porque, sin duda, estamos ante uno de los autores más coherentes y comprometidos del cómic español actual.
En una entrevista de hace unos años, la escritora Belén Gopegui se preguntaba: "¿Debería la literatura actual eludir el presente y las cuestiones principales del mundo? Desde luego, nadie tendría que imponerle el deber de eludirlo". Marcos Prior lleva ya tiempo suscribiendo sus palabras al pie de la letra. Tanto en Fagocitosis (2011) y Potlatch (2013), ambos dibujados por Danide, como en Necrópolis (guionizado e ilustrado por Prior en 2016), el autor se erige en portavoz de un hastío social que encuentra su raíz en el desenlace de la crisis económica de 2008, provocada por la codicia irresponsable de los mercados globales y el comportamiento criminal de bancos y entidades financieras. El encubrimiento vergonzoso y cómplice de los gobiernos occidentales (disfrazado eufemísticamente de rescate económico) y la gravosa responsabilización que sufrió el ciudadano de a pie desencadenaron una auténtica ola de indignación contagiosa que, por un breve instante, pareció que tendría consecuencias sísmicas regeneradoras en el actual sistema capitalista liberal, injusto, oscurantista y narcótico. 
Todo fue un espejismo. Con las heridas aún a flor de piel y los derechos ciudadanos adelgazados hasta el raquitismo, las élites dirigentes han conseguido sobreponerse a la tormenta casi indemnes. Excepto en países “civilizados”, como Islandia, nadie ha pagado por sus desmanes, y los pequeños y medianos empresarios, los trabajadores y las clases más desfavorecidas nos hemos tragado un sapo color neocon de dimensiones desproporcionadas. De postre, aquellos que nos condujeron a las arenas movedizas son los únicos que han conseguido salir andando ufanos de la ciénaga, vestidos de un blanco inmaculado.
Tenemos la sensación de que, ante la pasividad intencionada de las autoridades, el desinterés artero de muchos medios de comunicación y la amnesia colectiva, sólo algunos artistas, escritores, cómicos y periodistas están asumiendo la responsabilidad de canalizar la rabia y la desesperanza que envuelve a las sociedades convalecientes después de la crisis. Marcos Prior ha decidido que él va a ser uno de ellos. El periodo de madurez y ruptura de límites que está viviendo el cómic contemporáneo, le ha allanado el camino, de algún modo.
El desahogo se puede hacer desde la rabia o desde la crítica paródica. Esta última vía, profundamente postmoderna, es la que adopta Marcos Prior para describir una sociedad secuestrada, habitada por zombies, cadáveres y estatuas. Como hemos dicho, Necrópolis se disfraza de juguete postmoderno y abunda en técnicas como la cita intelectual, la autorreferencia, la narración fragmentaria, la crítica política disfrazada de parodia cyberpunk (que maldita la gracia) y la alternancia estilística y textual (dibujos, falsos textos periodísticos, entrevistas, contenidos digitales y mediales, etc.).
El dibujo de Prior hace también gala de esa variedad estilística, para lo cual se apoya en un grafismo digital que alterna el esbozo, la caricatura y un naturalismo casi fotográfico, distorsionado por un trazo sucio, nervioso y un vasto rayado. Debido a ello, las viñetas de Necrópolis transmiten siempre un reflejo velado y borroso de la realidad: una visión incómoda, llena de interferencias.
Como señala el subtítulo del cómic ("Retrato de grupo con ciudad"), el protagonismo de Necrópolis recae en New Pool, una ciudad distópica y sólo ligeramente futurista, que no es otra cosa que una proyección pesimista de cualquier ciudad contemporánea. La acción se sitúa en el centro de una campaña electoral, en la que podemos reconocer muchas referencias a los actuales partidos políticos españoles y sus líderes. Bajo la superficie esmaltada de los mitins políticos, las declaraciones televisivas y los gestos huecos de los candidatos, New Pool malvive sumida en la violencia, la rapiña y los deficientes servicios públicos (ejemplificados por los constantes apagones eléctricos que dejan la ciudad inmersa en el caos).
Prior proyecta hacia el absurdo la inercia de los acontecimientos contemporáneos, para dibujar un cuadro social presidido por la violencia, la corrupción, la miseria, la estupidez y la insolidaridad generalizada. La acumulación en las últimas páginas del libro de viñetas habitadas por paisajes desolados, locales abandonados y solares llenos de ruinas es la metáfora perfecta, la fotografía final de las necrópolis que habitamos. Ciudades en un proceso de autodestrucción tan obvio y predecible que resultaría cómico si no se parecieran tanto a las de las sociedades en las que nos ha tocado vivir. Autores como Marcos Prior sólo lo están subrayando desde la inteligencia y una visión renovada del compromiso narrativo. 
Aunque no nos demos por aludidos, estamos avisados.

sábado, diciembre 03, 2016

GRAF: sobre todo, cómics

Ahora que comienza Expocomic 2016, nos apetece reivindicar ese otro evento mucho más modesto, silencioso y reflexivo que responde al nombre de GRAF y se subtitula algo así como "Cómic de autor y edición independiente". Un evento en el que, sobre cualquier otra excusa, lo que importa son los cómics. Algo que cada vez se echa más de menos.
No habíamos vuelto a GRAF desde su primera edición en Barcelona en 2013. En aquella ocasión, se hizo coincidir la edición con la celebración del Salón del Cómic de Barcelona, lo cual hizo que los actos y visitantes se solaparan y que, literalmente, los asistentes tuviéramos que correr de un lado a otro de la ciudad para terminar visitando los dos salones a medias. Desde entonces, con mucho mejor tino, se han elegido las fechas de GRAF evitando cualquier ánimo competitivo; además, se celebran dos ediciones anuales, una en Madrid y otra en Barcelona.
A los stands expositores habituales y las firmas de autores, se han ido uniendo actos paralelos, como exposiciones, talleres de cómic, conferencias, mesas redondas y proyecciones. GRAF se ha convertido en una celebración del cómic independiente, del fanzine y del pequeño autor; una fiesta a la que todos estamos invitados, pero en la que no hace falta ir disfrazado para sentirse protagonista; un evento en el que la vanguardia prevalece sobre el mercado y la mercadotecnia, y en el que es posible descubrir viñetas que nos hablan del futuro del cómic más que de la futura adaptación del cómic a la gran pantalla y sucedáneos similares.
Protagonistas
Paco Alcázar. En otra liga
Nicolás. Gloriosamente recuperado
Fosfatino y Ana Galvañ. Vanguardistas
Mr. Vilches, orgulloso director
Borja González. El rey de las orquídeas
Díaz Canales. Genio y figura
Fue la nuestra una visita fugaz y urgente. Apenas tuvimos tiempo de saludar a dos o tres amigos, comprar algunos cómics alucinantes (de los que daremos cuenta aquí) y hacer las fotos que les hemos dejado ahí arriba. Aún y así, fue un gustazo reencontrarse con GRAF. Además, en un escenario que nos trae buenos recuerdos y que ya visitamos hace años por otros menesteres.