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miércoles, febrero 07, 2007

Macanudazo.

Apenas llegué a Buenos Aires, compré Clarín y La Nación, para comprobar la buena salud de la prensa argentina. Comprobé, a continuación, que no era leyenda, Liniers publica diariamente en el último de los citados. Me acordé de que las recopilaciones de Macanudo en Argentina iban por delante en varios volúmenes de las de Mondadori en España y... Ya saben que en esta bitacorita sentimos debilidad, mucha, por Macanudo, así que me costó poco dar con las tres siguientes entregas de la que probablemente es la mejor colección de tiras de humor en castellano del momento y devorarlas como un poseso.

Me puede la hipérbole, pero no tanto como para afirmar que con los Macanudos (se llegan en el cuarto) he amortizado el viaje; eso sí, considerando la posición de privilegio del euro respecto al peso y lo carísimo que era el primer volumen de Liniers que publicó Mondadori en España, puedo asegurar que me he ahorrado un pico. Pero, sobre todo, me he adelantado a la ansiedad del "lector-compulsivo-que-no-puede-parar"; síntoma que en el caso de Liniers parace habitual y contagioso. Ya saben, es imposible resistir indemne a una sobredosis de Enriquetas, enanitos de colores y pingüinos patagónicos. Se te queda una cara de tonto feliz que no se quita en dos o tres días.



jueves, julio 06, 2006

Macanudo. El surrealismo nuestro de cada día.

Lo prometido es deuda. Allá va la versión original de la "micro-colaboración" con FHM. Aprovecho para añadir el blog de Liniers a los "Blogs de autor", y para recomendaros la inexcusable visita diaria a sus tiras. No me he podido resistir a incluir alguna de sus genialidades, así que hoy, más imagen que texto, porque Liniers lo vale (que diría algún anuncio desbocado).
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Mágico, disparatado, cómico… ¡macanudo! No podía el argentino Liniers haber elegido un nombre mejor para bautizar su mundo de pingüinos reflexivos, gnomos cromáticos y moscas desconcertadas. Hacía tiempo, mucho, que no leíamos unas tiras cómicas tan frescas, tronchantes e inteligentes. El humor de Liniers (que desde hace años publica una tira regular en el diario argentino La Nación), sorprende por su forma de buscarle las cosquillas a la cotidianidad: sus tiras descubren la cara oculta de la normalidad, el lado marciano que hay en toda niña, pato o robot. Es imposible leer las viñetas de Macanudo sin sorprenderse a uno mismo en la interrogante: “Y cómo no me había yo fijado en esto?”
Un consejo, si sois de espíritu tímido y naturaleza pusilánime, no leáis este cómic en público: las carcajadas os harán pasar por uno de esos zumbados que llenan las páginas de Macanudo.
Algunas de las tiras de Liniers. Desternillantes en ocasiones, siempre sensibles: 1, 2, 3, 4 y 5.