Acaba de concluir una edición más de Arte Santander, una muestra de arte que regularmente se lleva a cabo en julio (del 22 al 26, en esta ocasión) compartiendo vecindad calendaria con las fiestas locales de Santiago. En el espacio privilegiado del Palacio de Congresos, junto al campo de fútbol del Sardinero, hemos podido disfrutar de los stands de algunas de las galerías de arte punteras de este país (aunque la crisis y el ojo tapado de los organizadores hayan dejado fuera a algunas de las esenciales que visitaron la muestra en los años anteriores y que, este verano, parece, han preferido excusar su presencia).
Entre lo mucho destacado, constatamos el auge imparable de la fotografía dentro del panorama artístico ferial, dondequiera que uno vaya (muestras, ferias, exposiciones), uno se topa con fotografías a gran tamaño cubriendo los espacios de privilegio de stands y casetas. Seguimos hipnotizados, por ejemplo, ante la misteriosa belleza de la serie Borrowed Landscapes de la holandesa Ellen Kooi, presentada en Santander por la galería madrileña Cámara Oscura. Nos recuerda el trabajo de esta joven fotógrafa a lo mejor de ese maestro que es Gregory Crewdson, creador de paisajes falsamente bucólicos, larvados por el suspense de la amenaza agazapada. Las fotos de Kooi juegan también a las presencias misteriosas y a las ausencias presentidas. Sus cuadros campestres están fugazmente habitados por mujeres de presencia etérea que parecen heraldos cargados de presagios indescifrables, recién llegados desde una dimensión paralela.
No vamos a insistir, sin embargo, en cuestiones fotográficas en estos posts, sino en dibujantes y pintores que de un modo u otro remiten al cómic. Es el caso, por ejemplo, de las obras de Nebojsa Bezanic que bajo el título Arabesques et Variations, ha presentado la
Galería Mito de Barcelona. El trabajo de Bezaniac remite, por supuesto, a las multitudes alegóricas de El Bosco y Brueghel, o a las figuraciones paranoicas del subconsciente de los surrealistas, pero también lo hace con mucha claridad, sobre todo en el apartado gráfico, al estilo denso y abigarrado de Enki Bilal. Del mismo modo, la arquitectura futurista de Arabesques et Variations es Moebius en estado puro. Lo son sus maquinarias imposibles y también el diseño de sus personajes: cyborgs, humanoides, mutaciones animales y héroes futuristas bastante sombríos, enhebrados entre sí gracias a cables, clavijas, conmutadores y otras tecnologías improbables. Habrá que seguir de cerca a Bezaniac, por de pronto, sus arabescos no dejaron indiferente a casi nadie en este Arte Santander 2009. En el siguiente post seguimos descubriéndoles algunos otros “hallazgos” del salón.