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lunes, junio 20, 2022

Jot Down Cómics 2021 (con ACDCómic)

Este año llegamos un poco tarde al anuncio, pero como sucede desde hace ya seis años, Jot Down también ha publicado este curso, en colaboración con ACDCómic, un libro con los mejores cómics del año glosados por los críticos más conocidos del país. Se mantienen este año los cambios en maquetación y estructura que introdujo el libro en su anterior edición ("obras de interés", "apéndices", etc.) y se incluye además una charla a tres voces entre Javier Olivares, Ana Penyas y Gerardo Vilches, nada menos. Lo explican muy bien desde la página de Jot Down:

Jot Down Cómics es una revista anual de 244 páginas a todo color con reseñas de los mejores títulos de cómic publicados en España a lo largo del último año. La selección, que corre a cargo de la Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic de España (ACDCómic), ofrece una muestra del rico panorama del cómic en España y constituye un repaso imprescindible para ampliar la perspectiva tanto de lectores habituales como de aquellos que se interesan en el mundo del cómic por primera vez. 

En Jot Down Cómics, cuya nómina de firmas está compuesta por miembros de ACDCómic y los redactores de Jot Down, visitamos uno a uno todos los títulos del año, incluyendo algunas muestras de las obras de referencia, y ampliamos la panorámica del medio con una selección de otras obras de interés categorizadas por género. Este número también incluye una entrevista a Ana Penyas y Javier Olivares, autores de su portada. 

Esta vez, nuestra participación en el volumen está dedicada a Warburg & Beach, el cómic heterodoxo y sorprendente que Jorge Carrión y Javier Olivares le dedican a la pasión bibliofila en su relación con el mundo de las librerías, las bibliotecas y la edición. Un trabajo que, a través del trazo oblicuo y las deslumbrantes composiciones de página de Javier Olivares, teje una red de relaciones sutiles entre las figuras de la librera y editora Sylvia Beach, el coleccionista Aby Warburg y figuras tan improbables como Mary Wollstonecraft, la primera escritora feminista de la historia, la librera neoyorquina Frances Steloff o Marcel Duchamp.

Pueden adquirir el libro en la tienda web de Jot Down. Si tienen alguna duda, échenle un ojo al índice y se les quitarán. Les dejamos también las primera líneas de nuestra participación en el tomo.


 

Una red de libros

Por Rubén Varillas

Reconocido principalmente por su labor como novelista y ensayista, el escritor Jorge Carrión se adentró en el mundo de las viñetas con el guion para ese notable ejercicio de cómic-periodismo que fue Barcelona. Los vagabundos de la chatarra (Norma, 2016), junto al dibujante Sagar Forniés; también con él realizó su segunda novela gráfica, Gótico (Norma/MNAC, 2018). El cómic Warburg & Beach, sin embargo, enlaza directamente con uno de sus ensayos más conocidos, Librerías (finalista del Premio Anagrama en 2013). El título del cómic alude a uno de los principales personajes que aparecían en aquellas páginas, la librera estadounidense Sylvia Beach, a quien sitúa ahora al lado del historiador alemán Aby Warburg. Beach fue la responsable de la primera edición del Ulises de Joyce y la propietaria fundadora de Shakespeare & Company, la librería parisina por la que pasó la flor y nata de la intelectualidad de su tiempo. Warburg, por su parte, fue el compilador de la célebre biblioteca que lleva su nombre en Hamburgo, lugar donde surgió el Atlas Mnemosyne. En Warburg & Beach las vidas de ambos encuentran tangencias con las de otros personajes de trayectoria libresca y pasión bibliófila, como Mary Wollstonecraft, la primera escritora feminista de la historia, la librera neoyorquina Frances Steloff o Marcel Duchamp, padre del arte contemporáneo. 

Para abrazar el homenaje a la edición literaria y a los libros que es Warburg & Beach, sus autores han decidido publicar una obra original y sorprendente en su concepción formal: se trata de un cómic-objeto desplegable y reversible (al estilo de La Gran Guerra, de Joe Sacco); un friso con dos caras que, detrás de su aparente linealidad, se descompone como un gran collage en el que conviven las dos biografías que dan título a la obra (una en cada lado del desplegable), junto a episodios dedicados a los ya mencionados Mary Wollstonecraft (prólogo), Frances Steloff y Marcel Duchamp (epílogo). Como compañero necesario para tan singular proyecto, Carrión ha elegido a Javier Olivares, una de las figuras del cómic español; un dibujante heterodoxo y especialmente dotado para el trazo expresionista y la mirada oblicua. Un autor, además, que en los últimos tiempos ya se había acercado al género de los perfiles biográficos atípicos con Las Meninas (Astiberri, 2014), la biografía de Velázquez que realizó junto al guionista Santiago García, o Shakespeare & Cervantes, el relato ilustrado que realizó junto al propio Carrión en 2018. 

lunes, julio 18, 2011

Teleshakespeare. Gran cine, televisión y cómic.

Otra de libros, bueno y de mucho más.
Llevamos tiempo pensando que las mejores "películas" que se pueden ver en estos tiempos se fabrican en pequeño formato. En los últimos años, no hemos visto un film mejor que The Wire y, además, dura casi cincuenta horas. Mad Men es una colección de muchas grandes películas que se leen como una saga del declive del sueño americano. Les estaremos eternamente agradecidos a los cerebros y a los productores que hay detrás de las siglas mágicas de HBO y AMC, nos han salvado la vida en varias ocasiones.
Uno ve The Wire y lo hace como si estuviera asistiendo a una ráfaga de gran cine de autor, pongamos de Michael Winterbottom; vemos Mad Men como gran cine clásico, digamos de Ernst Lubitsch o Frank Capra; disfrutamos de los capítulos del Boardwalk Empire de Scorsese y lo hacemos como si estuviéramos viendo cine de, pongamos, Martin Scorsese.
La lista es amplia y sigue creciendo: En terapia, Treme, Dead Wood, Juego de tronos... Para poner orden entre tanto capítulo serial y joya televisiva, Jorge Carrión ha publicado este año Teleshakespeare: una colección de ensayos y reflexiones acerca del fenómeno global de las series televisivas. En su "Episodio piloto", bucea en profundidad entre los condicionantes sociohistóricos y los cambios culturales postmodernos y tecnológicos que han condicionado este despegue imparable del pequeño formato televisivo a la hora de configurar el nuevo marco de la narración contemporánea, el espacio catódico que organiza y modela los macrorrelatos de la era moderna, las nuevas obras maestras que se encierran en un aparato de difusión digital.
En Teleshakespeare (sin esquivar spoilers y más spoilers), Carrión habla de la paternidad del cine sobre el modelo televisivo, del marco histórico que cobija al nuevo arte y a su industria, del mundo como escenario global, un melting-pot que se refleja en la pantalla, del concepto de red que lo imbrica todo (política, tecnología, comunicaciones...), del barroquismo de la imagen representada, de la universalización del saber (vía internáutica) o del efecto de la visión cuántica en la interpretación del mundo. El hecho es que, como se señala en esta obra, la visión del espectador, del consumidor artístico, ha cambiado en las últimas décadas al mismo ritmo frenético que el mundo que le rodea. Internet, por ejemplo, ha hecho realidad algunos de los grandes sueños imposibles de la Humanidad: la biblioteca global, la comunicación sin barreras, la primicia interplanetaria instantánea, etc. El mundo ha cambiado en las dos últimas décadas más que en todo el siglo anterior. El arte, el entretenimiento, la percepción de la realidad no podían sino adaptarse a ese cambio tecnológico-digital. La cultura pop, entendida como fenómeno popular, se ha extendido como una red de araña que lo llena todo de iconos y mitos fugaces. La era de lo representado filtrado por un circuito integrado. "Cosmopolitismo pop" y "nomadismo estético".
No extraña que en este nuevo mundo cargado de signos, iconos e imágenes, el cómic esté empezando a cobrar un papel relevante a la hora de aprehender la realidad. El cómic tiene una presencia constante en el libro de Jorge Carrión, que habla de la importancia que autores como Moore o Miller han tenido, junto a otros creadores como Lynch o Tarantino, en la creación de este nuevo contexto artístico postmoderno. El capítulo dedicado a Héroes ("La supervivencia del supergénero: Héroes en el contexto de la superheroicidad"), hace un recorrido exhaustivo y lúcido de la evolución del género de los superhéroes en las últimas décadas, de su agotamiento, resurrección y actualización postmoderna; en él, Carrión habla de Kirby, de Mazzucchelli, de Miller y Moore o de Carver y Brubaker, de cómo el cómic contemporáneo de superhéroes ha pasado a reflejar la ultraviolencia y la explicita sexualidad contemporánea del mismo modo que lo hacen series como Espartaco, Fringe o Treme. Menciona a personajes como Elijah Snow, Batman o Rorschach junto a otros como Homer Simpson, Donald Draper o Jimmy McNulty. También habla de la relación que hay entre Las ciudades ocultas de Schuiten y Peeters con la poética de Borges y de Calvino, de la conexión entre Fun Home y The Wire, como dos de las grandes novelas americanas, etc. La asociación interdiscursiva como vehículo de reflexión crítica, una de las premisas favoritas de este blog, no se nos podía pasar por alto.
Hace unos días hablábamos de Alison Bechdel en León. Jorge Carrión lo hace en un pasaje de su introducción. Les dejamos con su reflexión (aunque no la compartamos al cien por cien) para que le vayan cogiendo el aire a este libro necesario y, por Crumb, vean Mad Men y The Wire:
Seguramente, el término más adecuado para hablar de "teleserie", cuando nos referimos a algunas de las de mayor ambición artística, sería precisamente "telenovela". Esa palabra, obviamente, tiene connotaciones en nuestra lengua que nos alejan de la excelencia conceptual y técnica, de la literatura de calidad. Sin embargo, estamos ante una aspiración de legitimidad que otro arte narrativo afín, el cómic, sí que ha logrado mediante el término "novela". La novel gráfica disfruta en estos momentos de un estatus, en progresión, cada vez más cercano al de la gran literatura. Como ejemplo se puede citar un cómic estrictamente contemporáneo a The Wire, Fun Home, de Alison Bechdel, que narra una historia familiar en clave explícita de Familienroman, que es autobiográfico y, sobre todo, que ostenta una voluntad intertextual, estructural y metafórica tan ambiciosa que debe ser leído como una obra maestra literaria. Es decir: no poseemos otro modelo, otro marco de lectura más adecuado que ése. Y el propio autor tampoco posee otro. De modo que su intención es que leamos su arte como literatura (una literatura expandida, donde lo visual ha sido incorporado naturalmente, gracias a nuestra educación multidimensional) y nosotros no somos capaces de leerlo de otro modo. Fun Home o The Wire son "grandes novelas americanas" en un sentido más justo que muchas novelas recientes que se conciben a sí mismas como piezas de esa tradición literaria, sin darse cuenta de que ésta ha mutado.