lunes, mayo 28, 2012

Breves pero luminosos, como un PezLinterna.

Tres cosas buenas que se nos han cruzado por delante estos días:

1) Hemos decidido hacernos (más) verdes. Se lo recomendamos, sienta bien. El camino nos lo ha marcado una página web: Apadrina un árbol con tu blog, de la iniciativa proTierra. La idea es sencilla y solidaria, por cada blog que se sume a la campaña, ellos apadrinan un árbol. Así de fácil y de barato. Ojalá tengan (tengamos) éxito y la blogosfera se llene de bosques y de banners verdes.

2) Seguimos participando en Culturamas: en este caso, hemos repetido tema y tebeo, ya que hemos vuelto a acercarnos a uno de los cómics infantiles que más nos han gustado en los últimos tiempos. Nos referimos al Buh de Andy Runton, claro, del que también hablamos aquí no hace demasiado; así que para no hablar por triplicado de lo ya hablado, les remitimos a nuestra otra casa, sin más...

3) Más de colaboraciones. En este caso se trata de un espacio web recién inaugurado, con todo lujo y muchísimo lustre. Lo apadrina Freddy Gonçalvez Da Silva,
un tipo muy preparado, atiende al nombre de PezLinterna y se presenta como una "Revista de promoción e investigación de la literatura juvenil". El primer número luce espectacular con tres entrevistas, a Paco Roca, a María Teresa Andruetto (Premio Hans Christian Andersen de 2012) y a ese fenómeno de la ilustración simbólica que es Shaun Tan; con una intervención del celebrado fotógrafo Eugenio Recuenco, un "encuentro" con el escritor Alejandro García Schnetzer y artículos sobre el ilustrador Jimmy Liao y sobre Emigrantes de Shaun Tan (que también participa en el número con un texto propio titulado "Un día en la vida"). Lo dicho, espectacular.
Nosotros hemos colaborado en este primer número con un artículo retrospectivo sobre Paco Roca ("El paseo triunfal de un artista"), intentando analizar las razones de su éxito global y acercándonos a aquellas de sus obras que más nos gustan. Ha sido un verdadero honor formar parte en esta primera entrega de PezLinterna, si la calidad de la revista sigue en este nivel soberbio, les auguramos a Freddy, Rafhael Delgado (diseñador web), María Cecilia Egan (editora) y Laura Montanari (traductora) muchos años de éxito. Por de pronto, ya la tenemos luciendo en nuestra barra lateral.

lunes, mayo 21, 2012

Homenajeando a Moebius en la SER.

Notarán que debemos de haber sido los únicos que no hemos hablado de don Jean Giaraud con motivo de su deceso. Mal hecho, aunque no ha sido por falta de admiración, no se crean. Menos mal que otros se han ocupado con incansable dedicación a tamaña empresa.
Para enmendar el descuido, le dedicamos recientemente uno de nuestros mini-espacios radiofónicos en la SER local. Se lo dejamos aquí ahora. Será nuestro pequeño homenaje a uno de los nombres esenciales en la historia del cómic.

lunes, mayo 14, 2012

Salón del cómic de Barcelona 2012. Grandes polémicas en Slumberland.

Resulta difícil llevar a cabo una crónica de lo vivido en el Salón del Cómic de Barcelona 2012 sin valorar la polvareda que se ha levantado (no sólo en la web) debido a este post que ha publicado Santiago García en su Mandorla. En "Otro salón", el crítico y guionista expone su desafección hacia un modelo de salón del cómic basado en la promoción de grandes eventos audiovisuales, la explotación masiva del merchandising y una entrega mainstream absoluta a las grandes empresas del ocio que trabajan en nuestro país y a sus producciones. La victima más evidente de este modelo de negocio cultural sería el mismo motivo de su celebración, el cómic, en concreto, el cómic independiente (un concepto que en el caso de España englobaría a buena parte de las editoriales nacionales).
La respuesta ante el envite no se ha hecho esperar. La tesis de Santiago ha encontrado aliados en numerosos autores, editores y lectores de novelas gráficas. En la trinchera enfrentada de este debate, civilizado y constructivo, entendemos, se han posicionado de inmediato los lectores más evasivos, los amantes del rol, el disfraz y la parafernalia cosplay, el fan impertérrito y los representantes del salón, con Carles Santamaría a la cabeza. Como en casi toda disputa, razones son amores y, en este caso, las hay a ambos lados de la mesa. No queremos ser oportunistas, ni repetir argumentos ajenos. Nos gustaría hablar del Salón, de nuestra última visita, pero nos tememos que algo de lo que teníamos pensado contar en nuestra secuencia se encuentra también arraigado en el corazón de esta polémica.
Es cierto que el Salón ha crecido tanto que su cobertura y oferta se ha extendido hacia ámbitos sólo muy tangencialmente conectados con el mundo de las viñetas, aunque en el inconsciente colectivo unos y otros parezcan hermanados. Que alguien ajeno al mundo de los tebeos interprete que cómic, rol y videojuego son una misma cosa (o muy parecida), le hace un flaco favor a la pretensión del cómic por situarse en una posición de privilegio dentro del universo de la cultura contemporánea; a cuyas altas esferas el cómic ha llegado, no lo olvidemos, sólo en fechas muy recientes y por méritos propios: gracias a autores como Ware, Clowes o Gipi, que se sitúan en la vanguardia de la creación contemporánea. El cómic tampoco es, únicamente, manga o comic-book superheroico y quedan lejos los tiempos en que categorías geográficas y genéricas como éstas fagocitaban el mercado, por eso, tampoco se entiende bien que un Salón de ínfulas internacionales priorice de forma tan obvia un tipo de cómic que parece haber caído en una hipertrofia imparable y que, en realidad, no acaba de reflejar el crecimiento del cómic como vehículo cultural asentado de las últimas décadas.
En este sentido, el runrún que menciona Santiago García estaba ahí. También nosotros mantuvimos más de una conversación con autores y editores acerca de la sobreexplotación del espíritu carnavelesco del evento, de la abundancia de chucherías y colgajos, y de la relativa marginalización de algunas exposiciones (sí, las de Moebius y Winsor McCay, por ejemplo) que deberían haber contado con tanto bombo y artificio como las dedicadas a robots, Guerras de las Galaxias y Mazingerzetas (del que nos declaramos fans absolutos, que conste en acta). Por momentos parecía que el cómic era lo de menos. Hace un tiempo escribimos un post en esa misma línea, dedicado en aquel caso a Expocómic. No es lo mismo, la organización, el espacio, la oferta y el respeto por la historia del cómic y sus autores que muestra el Salón Barcelona, lo sitúan muchas leguas por delante de aquel. Sin embargo, es cierto que algunos tics incómodos se repiten en ambos.
Por otro lado, hay que reconocer que el Salón es un negocio privado y que se plantea como un modelo de empresa basado en el espectáculo. Asistimos año tras año y, cada vez, lo vivimos como una fiesta alrededor de la cual orbitan otros pequeños y grandes eventos. Vamos al salón con la excusa de que José Antonio Serrano nos cuente como va el proyecto de la Asociación de Críticos; vamos a compartir alegrías con nuestro amigo y socio Gaspar Naranjo, con la idea de cerrar proyectos con gente tan saludable como José y Olalla de Isla Flotante; a saludar a Gonzalo y a sus secuaces editoriales y a leer el último número de La Cruda; nos divertimos con el humor dadaísta de la última edición de los Golden Globos, ideados y gestionados por Ed Carosia y compañía. Nos dolería que un factor de catalización de tantos y tantos encuentros y eventos perdiera su capacidad de convocatoria o que su función dinamizadora se atomizara en mil puntos de fuga dispersos. Nos fastidiaría no contar con la oportunidad de ver en un mismo espacio expositivo originales tan caros de reunir como los de El Príncipe Valiente y Little Nemo in Slumberland y de comprobar cómo el talento desbordante de McCay lo sitúa en el grupo selecto de los dibujantes e ilustradores más grandes de la historia (Doré, Goya o Cruikshank). Perderíamos la ocasión de observar en vivo y en directo a una nómina de dibujantes y guionistas tan impresionante como la que han presentado el Salón y sus editores este año, con autores como Max, Liberatore, Shelton, Joost Swarte, Solano López, Enrique Breccia, Bernet, Pellejero, Font, Lloyd, Baru, Rubín, Jorge González, Díaz Canales, Thompson, etc.
McCay, genio

La mesa: Liberatore, Shelton, Max y Sebas

Martín Romera y Jorge González. Jóvenes y talentosos

José Domingo, triunfador

Canales, Baru y Rubén Pellejero. Clásicos del cómic clásico

Enrique Breccia, tras la estela
Si la única forma de mantener el volumen de negocio y la magnitud del encuentro es perpetuar el modelo de feria del espectáculo, la organización debería intentar, al menos, no darle la espalda a muchos de los aspectos señalados por Santiago García en su post; que, como se ha podido ver estos días, compendian también muchas de las preocupaciones del sector. Nosotros añadimos un último apunte en esa línea, que nos parece tan serio como aquellos: no es de recibo que del cartel de asistencia a un Salón tan consolidado como el de Barcelona se sigan cayendo año tras año pequeñas editoriales independientes, a causa de los precios desorbitados de unos stands que, en bastantes casos, se amortizan únicamente a costa de la ganancia total: aquello de lo ganado por lo servido resulta una justificación pobre en estos tiempos de crisis. El cómic, sus autores y sus editores no pueden ser la excusa. No es de recibo que un stand en Angoulême sea más accesible que uno en Barcelona, ni que algunas casas cuyo nombre está muy presente en la cabeza de los lectores por publicar año tras año algunos de los mejores títulos del mercado no puedan permitirse ni tan siquiera acceder al Salón con un stand propio, bajo pena de exilio en el último rincón de un pasillo lateral atestado de zombis y soldados de la Fuerza que amenazan la integridad de sus tebeos.
Crítica iluminando

lunes, mayo 07, 2012

Zap en una Isla Flotante.

Les presentamos primero a Marina y llega ahora el turno de Zap. Por ahora, ambos cohabitan a distancia en las páginas espaciales de un Fanzine Flotante muy especial, sin embargo, pronto compartirán andanzas y alianzas en su propio libro. Les tendremos informados.
Por cierto, nos pareció ver a Marina y Zap en el Salón del Cómic del que justo ahora regresamos; se lo contamos y documentamos uno de estos días: