Hablábamos el otro día de viajes, de leer imágenes sobre muros y de interpretar las historias secuenciadas del pasado. Sin embargo, hace bastante que no nos referimos al arte mural contemporáneo, a los grafitis. Después de tanto viaje intercontinental y estímulos culturales radicales, casi nos olvidamos de los pequeños hallázgos en otros itinerarios, propios y ajenos, mucho más breves pero igualmente intensos.
Cada vez hay más artistas anónimos y urbanos que decoran los muros de sus ciudades con grafitis y stencils. Y cada vez más de esos grafitis llaman nuestra atención porque nos sorprenden, nos hacen sonreír o nos traen recuerdos agradables. Este último es el caso de tres diseños murales que hemos descubierto en nuestros últimos viajes por el Viejo Continente.
Paseando por Roma, de noche, persiguiendo olores, perdiéndonos por las calles del Trastévere, nos encontramos con una descarada damisela de las que vuelven locos a vecinos y amigos (a ellos les dedicamos este post), simpática, extrovertida y guapetona. Se la presentamos:
Las siguientes damas, parecen italianas (¿no les suenan esas nalgas?), pero son francesas de pura cepa (se las debemos a nuestro amigo Pau, que se topó con ellas en alguna andanza parisien). Juegan en otra liga, la del erotismo y la provocación indisimulada, pero aparecen sutiles, esbeltas y con una irresistible y bella elegancia.
2 comentarios :
Cierto, en el Trastévere te debes perder. No vale ir con un itinerario preconcebido.
Y desde hace años, también tengo la costumbre (o manía) de fotografiar el arte urbano de las ciudades que visito.
Da gusto perderse con cámara en mano. Sobre todo cuando se trata de captar pequeños detalles tan sugerentes, ¿verdad?
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