Hay conceptos, objetos, alimentos, ideas que, por encima del estereotipo, parecen ayudar a conformar la idiosincrasia cultural de un país. El té es una de esas realidades topicalizadas en el caso de Japón. Resulta complicado pensar en la cultura, o incluso en la historia japonesa, sin tener presente la importancia que el té ha tenido en su evolución como país. Aquellas hojas que llegaron desde China unidas a la filosofía del budismo zen, fueron rápidamente adoptadas por las clases dirigentes niponas; fue el té la bebida emblemática de los samuráis y, a partir del S.XVI (durante el Shogunato Tokugawa), gracias a la influencia del monje Sen no Rikyu y su perfeccionamiento de la ceremonia té, llegó la sublimación de la bebida de jade, el elixir de los dioses que obnubiló al país.Como se suele decir, el sabor del matcha (el té verde en polvo que se emplea para la ceremonia) está "en todas las salsas" japonesas... bueno, y en los helados, los pasteles, los granizados y cualquier material ingerible que a uno se le ocurra; incluidos los mochis, las omnipresentes bolitas de arroz. En casi todos los contextos y horarios, se nos presentará la ocasión de degustar alguna de las variedades japonesas de té verde: en verano es habitual comer con un vaso frío de hojicha (té verde tostado al carbón); es también uno de los sabores habituales en las maquinas expendedoras con su infinita gama de botellas de agua aromatizada. Con los rigores estivales tampoco viene mal un traguito de genmaicha (té tostado con arroz).
En ocasiones, una taza de sencha o bancha (las dos variedades más comunes de té verde en Japón) acompañará a nuestros fideos udon o soba. Hablando de fideos, una de las primeras sorpresas que le esperan al comensal en un restaurante japonés son sus menús: muchos de los platos ofertados se exhiben en coloridos escaparates verticales; se necesita un rato y bastante atención para descubrir que todo ese despliegue gastronómico es de plástico. Los japoneses son unos maestros de la representación, en todos sus sentidos. Iconicidad al poder.Se dice que el lenguaje ayuda a conformar el pensamiento de un pueblo; el tópico al respecto es el del alemán y sus filósofos, ¿recuerdan? Por las mismas, cabría convenir que las gentes niponas están imbuidas de la fuerza representativa de los iconos. Después de todo, el más habitual de sus tres alfabetos (kanji) se compone de representaciones simbólicas convencionales: un dibujito para cada concepto. Quizás sea esa una de las razones de que en Japón las imágenes sean arte y parte lingüística. Y, claro, el manga se compone de imágenes.
El manga es japonés y Japón es manga. Los mangakas son auténticos ídolos de masas y muchos de sus personajes han adquirido el rango de iconos sociales y han saltado fuera de las páginas de los tebeos para convertirse en embajadores visuales de cualquier otro tipo de producto comercial. Pósters publicitarios, anuncios televisivos, marquesinas de autobuses, carteles luminosos, postes de señalización son los nuevos hábitats de creaciones como Doraemon, Detective Conan, Kakashi, Son Goku o Tetsuwan Atom, que lo invaden todo.
Es imposible dar un paso en Nara, por ejemplo, sin reconocer a uno de los personajes de Gosho Aoyama. El estilo de Yoshihiro Tatsumi o el de Mizuki se multiplican en juguetes, anuncios... Apenas se pone un pie en Kyoto y se sale por la puerta de su estación, cuando nos topamos de lleno con los personajes del más grande, de Osamu Tezuka.Manga, manga y más manga. En la siguiente entrega les concretamos el asunto con datos concretos, que esta entrada, nos consta, ha sido un tanto matcha revolutum.
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5 comentarios :
¡Ups, idiosincrasias ortográficas!
¡De eso ni me hable!
Pero si sabe algo del Pulpo y su relación con el imaginario nipón,
sí, por favor.
¿Del Pulpo? No se referirá usted a nuestro amigo Paul, ¿no? Mi única relación con el pulpo japonés tuvo lugar en un restaurante y, confieso, a los cocineros se les fue la mano con el wasabi.
Bueno, también está este otro célebre octópodo (mucho más sugerente y explícito), claro:
http://inigoaguirre.wordpress.com/2009/11/05/mujer-y-pulpo-katsushika-hokusai-1814/
Besos
Busco algo más parecido a lo tercero y que me expliquen el porqué
...
Un beso,
Cláramente, porque es mucho más interesante :)
No es mal campo de indagación, la verdad. Si algún día llego a adivinar algo, se lo cuento.
Besos
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