En la vida, el azar y los pequeños detalles pesan tanto como las grandes tragedias y alegrías que moldean nuestra existencia. Daytripper arranca de esa premisa para modelar la vida de Brás de Oliva, escritor, soñador, una creación ficticia tan brillante como imperfecto pueda ser el ser humano que perfila, como lo somos todos.
La obra de Fábio Moon y Gabriel Bá se mueve en el terreno de las hipótesis, pero es mucho más que un what if al uso. Para morirse sólo hace falta estar vivo, decía Borges en uno de sus libros más luctuosos y brillantemente criminal. Todos hemos sentido en algún momento de nuestra existencia que estamos viviendo de prestado, que aquel accidente, aquella enfermedad o aquel tropezón del que salimos ilesos, podría en realidad haber sido el último. Se pierde la vida de los modos más tontos e inesperados. A veces es casi una casualidad seguir vivo. Incluso cuando no hemos tenido motivos para sentir amenazada nuestra existencia, todos hemos en algún momento fantaseado con la tragedia; como si el sólo y simple hecho de pensar en la muerte nos hiciera disfrutar más de la alegría de no estarlo y nos situara cara a cara con el milagro de levantarnos cada día.
En ese sentido, Daytripper es un libro que habla de la muerte para celebrar la vida. Bras de Oliva escribe esquelas para un pequeño periódico, mientras sueña con ser un escritor de verdad e intenta salirse de la enorme sombra que proyecta su padre, un autor de éxito nacional. A partir de estos apuntes argumentales, los autores van construyendo la vida del personaje y poblándola de amigos, familiares, novias y amantes; reconstruyen sus peripecias vitales, sus viajes y aventuras; nos exponen a sus miedos y fantasías, recrean sus sueños y temores; pero, siempre, al final de cada capítulo, "matan" al protagonista (no se asusten , que no sólo no es un spoiler, sino la base misma de esta construcción narrativa). En cada capítulo, Bras de Oliva muere, como podría morir cualquiera, de forma azarosa o accidental, por uno de esos llamados funestos designios del azar. Por qué no. En realidad es una excusa literaria para enhebrar los mil y un detalles existenciales que ayudan a la creación de un personaje que respira verosimilitud. Sin duda, uno de los retos más importantes a los que se puede enfrentar toda creación ficcional: que nos la creamos, que seamos capaces de asumir que ese marciano podría existir, que ese asesino es tan terrorífico como parece o que la vida de Bras de Oliva podría haber sido una vida real.
La estricta estructura narrativa de Daytripper condiciona determinantemente nuestra lectura. Sabemos lo que tenemos que esperar al final de cada capítulo y somos, por tanto, "lectores inductivos" a lo largo de todo el cómic. Nos vemos envueltos en otra prolepsis al modo y estilo de otra crónica de muchas muertes anunciadas. La lectura no pierde interés por ello, precisamente porque la excusa funeraria no es más que eso, una excusa para intentar entender la vida del personaje principal, con todos sus recovecos y accidentes. Además, no podía ser de otro modo, Daytripper esconde sorpresas (ninguna existencia es lineal, ¿no creen?), narrativas y gráficas, dentro de su relato, incluido algún capítulo-puente que funciona como coda para una comprensión completa de un texto que, entre sus muchos ingredientes, utiliza el factor onírico como condimento esencial: "¡El sueño era sobre mi vida! ¡Y yo estaba en él! podía verme a mí mismo como en una película / Estaba todo dispuesto para mí y parecía tan sencillo / Era muy feliz porque lo tenía todo muy claro / Sentía que era tan real".
Habrá que segir de cerca a esta pareja de creadores que parecen uno (hasta comparten blog). Aunque sólo sea para estar seguros de que este Daytripper no lo hemos soñado.
La estricta estructura narrativa de Daytripper condiciona determinantemente nuestra lectura. Sabemos lo que tenemos que esperar al final de cada capítulo y somos, por tanto, "lectores inductivos" a lo largo de todo el cómic. Nos vemos envueltos en otra prolepsis al modo y estilo de otra crónica de muchas muertes anunciadas. La lectura no pierde interés por ello, precisamente porque la excusa funeraria no es más que eso, una excusa para intentar entender la vida del personaje principal, con todos sus recovecos y accidentes. Además, no podía ser de otro modo, Daytripper esconde sorpresas (ninguna existencia es lineal, ¿no creen?), narrativas y gráficas, dentro de su relato, incluido algún capítulo-puente que funciona como coda para una comprensión completa de un texto que, entre sus muchos ingredientes, utiliza el factor onírico como condimento esencial: "¡El sueño era sobre mi vida! ¡Y yo estaba en él! podía verme a mí mismo como en una película / Estaba todo dispuesto para mí y parecía tan sencillo / Era muy feliz porque lo tenía todo muy claro / Sentía que era tan real".
Habrá que segir de cerca a esta pareja de creadores que parecen uno (hasta comparten blog). Aunque sólo sea para estar seguros de que este Daytripper no lo hemos soñado.
9 comentarios :
de este cómic he leído mucho y hay opiniones de todo tipo y estoy confuso, porque el punto de partida parece interesante pero no se que tal está resuelto, porque en zona negativa lo ponen muy bien pero el carcelero lo encontró flojo y tu lo analizas pero no se... merece la pena darle una oportunidad??? gran análisis como siempre, un saludo
A mí me ha gustado (sin estridencias). Me parece una propuesta original con algunos momentos realmente emocionantes y episodios más irregulares. Está muy bien dibujado. Aunque la fórmula es, en realidad, un truco narrativo, me parece que funciona e invita a la reflexión. No son pocos puntos a favor, ¿no?
Echa un vistazo en la biblioteca a ver si hay suerte. Gracias por la visita ;)
Suscribo sus palabras, don José. A mí también me ha gustado bastante más de lo que hacían presumir las críticas recibidas. Más que digno, sí señor ;)
Gracias por la visita.
Anotadme en el NO.
Idea ocurrente pero nada más. Ni me gustó el desarrollo, ni me interesó el trazado de los personajes y situaciones (tópico-sensibles, para mi gusto) ni pude terminarlo (aunque eso es algo que me da rabia, terminaré con él, cuando no tenga en la recámara cosas como Moore, Shaw o l "Idiotas" de Bagge).
Por cierto, "parecen uno", es curioso, porque he leido que Moon y Bá, en realidad, son hermanos genelos...
Es cierto que en algunos pasajes la historia es un tanto sensiblera, pero en otros capítulos se observa una sensibilidad genuina, que decía José más arriba. El perfil de los personajes (sobre todo el del personaje principal y su pareja) me parece, sin embargo, más que correcto. Léalo hasta el final, a ver si le cambia en algo la apreciación, y nos cuenta.
Es curioso eso que cuenta de la hermandad autorial. Investigaré.
Saludos
pues yo ya me lo agencié a ver en que bando me posiciono, en principio el dibujo me parece delicioso y el planteamiento muy interesante, a ver si me pongo este fin de semana (si los carnavales me lo permiten jeje) y ya te digo algo, un saludo!!
¡Aquí esperamos su opinión!
pues me ha encantado!! es cierto que hay capítulos más interesantes que otros pero el tono general es muy bueno y el dibujo y las portadas...gracias por terminarme de convencer jejej
Contento de que le haya gustado ;)
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