Esta semana les vamos a remitir a páginas ajenas, pero sin eludir la responsibilidad de lo escrito.
Hace algunos meses, los amigos de Tebeosfera nos invitaron a participar en su (con las decenas de artículos publicados, ya se puede decir) excelente, ambicioso e ilustrativo nuevo número digital, dedicado al tratamiento de la figura femenina y del sexo en el cómic. Todo un honor a la vista del listado de articulistas que han participado y la categoría de los documentos aportados. Nos ofrecieron varias posibilidades temáticas, entre ellas, un caramelo con sabor a Ware-Clowes-Burns, que es el que finalmente nos llevamos a la boca y estuvimos rechupeteando durante unas semanas. Escribimos un artículo largo largo, sobriamente titulado "Mujeres y sexo en la obra de Charles Burns, Daniel Clowes y Chris Ware".
Les invitamos a acercarse a él desde su último párrafo (que nosotros sepamos, el ensayo no entiende de spoilers):
Charles Burns, Daniel Clowes y Chris Ware, tres formas de considerar la figura femenina y el sexo (mostrado, en cada caso, como objeto de pecado y fuente de problemas, como motivo de frustraciones personales e insatisfacción y como espejo de las más diversas psicopatologías). Tres nombres básicos para entender la eclosión contemporánea del cómic, a través de la novela gráfica, y su consolidación como vehículo artístico narrativo abierto a nuevos temas y posibilidades expresivas. Y en definitiva, tres formas afines de entender el mundo de las viñetas desde diferentes poéticas que, en los tres casos, han creado escuela y cuentan con legión de seguidores.
Unos días antes de que este artículo apareciera en la blogosfera, otro blog amigo, La Línea Clara, nos invitó también a abrir el periodo vacacional a ritmo de recomendaciones estivales: tres lecturas para que nuestros lectores y afines pudieran acompañar sus horas de tumbona y visitas monumentales con buenas páginas viñeteras. Así, junto a las sugerencias de entendidos tan bien documentados como el Tío Berni o Juan F. Molinera, nosotros tiramos de dos tebeos que nos han gustado en los últimos tiempos (y de los que ya hemos hablado aquí) y de un clásico-moderno, viajero y experimental, como El fotógrafo, uno de nuestros cómics favoritos de los últimos años, y una obra que nunca nos cansaremos de recomendar. Pasen y lean nuestra mini-lista de "Cómics veraniegos para aclarar la línea".
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