Nos han llegado recientemente dos fanzines de esos que no hay que pasar por alto.
Ni conocíamos a Don Rogelio, ni su discográfica/editorial Ediciones Calamidad. Por eso nos ha sorprendido muy gratamente la lectura de la primera entrega de Desde abajo. "Arte desde la periferia", underground del bueno, nos vamos a enganchar a las aventuras del Lobo Pérez, nos parece. El tebeo incluye casi todos los ingredientes del comix más perro y arrabalero: ironía ácida, mensaje a contracorriente, sexo, drogas y violencia de lo más explícitos ("disapproved by the comics code authority", reza en su portada), incorrección política y un dibujo sucio, sucio, que bebe del underground más malote de Clay Wilson y algunos de sus seguidores, como el primer Mike Ratera.
De fondo, una distopía protagonizada por outsiders y malos bichos que ponen en jaque a un sistema autárquico e intervencionista con sus desafíos constantes contra la autoridad. Digamos que Desde abajo #1 arranca con una actualización de aquel Fahrenheit 451 del genial Bradbury:
Como ministro electo en ilustración pública y propaganda soy el único con poder moral en la elección de las representaciones culturales correctas. Así pues queda regulado el consumo cultural única y exclusivamente a formatos digitales, distribuidos por los canales oficiales. Esto os libra de poder consumir contenidos totalmente inapropiados (y ahora ilegales), ya sea por descuido, engaño o algún arrebato de loca excentricidad.
Así las cosas, ¿qué mejor transgresión que la de un dj animalizado, alias Lobo Pérez, que se dedica a pinchar vinilos punk desde una emisora de radio pirata que trae en jaque a todas las fuerzas del estado? Lo dicho, underground en estado puro adaptado al signo de los tiempos. Muy recomendable, échenle un vistazo.
De segundas, nos hemos dado el gustazo de entregarnos a la cita anual con una de nuestras publicaciones españolas favoritas: el fanzine Usted de don Esteban Hernández, que ya ha llegado ni más ni menos que a su octava entrega. Una de esas lecturas que no fallan nunca y que en esta ocasión, además de mantener su nivel de calidad, cuenta con la participación invitada de Miguel B. Nuñez y Paco Alcázar.
Dentro de su intelectualidad y exigencia habituales, descubrimos en Usted #8 una vena surrealista macarra que no le conocíamos a Esteban Hernández en Homenaje al ciudadano. Leemos con interés las derivaciones metafísicas con trasfondo criminal de Rodarán cabezas, el psicologismo autorreflexivo de relatos como Tres lecturas, 60.000 euros o En un lugar de la Mancha, y las divagaciones existenciales (y existencialistas) de No me lo invento, Está ocurriendo y Si se te cae un lapicero al suelo se mella.
Esteban Hernández continúa corriendo la carrera de fondo de un dibujante diferente, un autor que elude la narración tradicional para adentrarse en las complejidades del intelecto y el desmenuzamiento de la psique secuenciada en viñetas. Sus historietas son difíciles, como lo es su discurso, pero detrás de cada página, el lector encuentra un motivo para la reflexión y la introspección. Como siempre, el esfuerzo vale la pena.
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