Nos referíamos a Huizenga hace unos días, como uno de los valores jóvenes del cómic estadounidense más comprometidos con el desarrollo de las posibilidades del medio; señalábamos también su relación estrecha con internet como escaparate para su obra. Le llega ahora el turno a Drew Weing, dibujante no menos prometedor (una realidad absolutamente consolidada, más bien) e igualmente comprometido con las tecnologías como medio de difusión y creación comicográfica.
En realidad, Weing es uno de esos talentos de la naturaleza cuyos límites artísticos no parecen predecibles. Comenzó su andadura online con la serie The Journal Comic, una tira diaria que publicó durante varios años; un tour de force con elementos claramente biográficos, que nos remite directamente a las tiras periodísticas, pero que se concibió y difundió básicamente por internet, aunque recientemente se haya compilado todo el material en un volumen impreso (por cierto pueden ustedes hacerse con las tiras originales por apenas 25 euros, aquí).
Weing, como lo era Huizenga, es uno de esos autores jóvenes que nacieron al rebufo de creadores como Dave Sim y que se inclinaron rápidamente por la autoedición y el formato de los minicómics. Deslumbrado posteriormente por el trabajo de figuras como Chris Ware, Weing se lanzó hacia la experimentación formal y la explotación de las posibilidades narrativas del cómic. Su serie Pup supone la constatación de que Weing ha alcanzado sus objetivos iniciales y los ha resuelto con una brillantez poco habitual. Como señala el propio autor, la historia desarrolla las aventuras de un "philosophical dog, two childish cats and their views of the world. "Pup" is a series of short pieces, and is updated with new stories intermittently."
En Pup Weing se permite (gracias en parte a las posibilidades para la manipulación de formatos y espacio que ofrece internet) toda suerte de experimentos visuales y narrativos, con unos resultados casi siempre deslumbrantes. La caricatura de Weing es meticulosa, redonda, con un acabado perfecto (cercana al estilo Disney pero con mucho más humor y mala leche en su realización), su manejo de la secuenciación es brillante, ágil y original, y sus historias, están llenas de humanidad y sensibilidad. ¿Alguien da más?
En 2004, The Comics Journal (#259) dedicó sus páginas a algunas jóvenes promesas del cómic estadounidense (la mayoría ya consolidadas) entre las que estaba, por supuesto, Drew Weing. El número incluía una larga entrevista a cargo de Tom Spurgeon. Pueden ustedes leer un extracto de la misma y seguir conociendo a Drew Weing, o pueden simplemente limitarse a pinchar de tanto en cuanto el vínculo de nuestros "Blogs by the author" o "Comics Online" y abrir la boca ante el trabajo de uno de los dibujantes más talentosos que se mueven por este mundo en viñetas.
2 comentarios :
Veo que el señor Weing tiene problemas con su enlace a Pup. Espero que sean temporales y que pronto podamos volver a pasearnos por sus increíbles páginas.
Aun así, qué preciosa página tiene este señor!!!
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