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miércoles, febrero 10, 2016

Rafael Pellicer, ilustrador, en Córdoba

Si pasean por las callejuelas del barrio de San Francisco-Ribera cordobés, llegarán a la pintoresca Plaza del Potro. Allí, se encuentra el Museo de Bellas Artes de Córdoba, en el antiguo edificio del Hospital de Caridad, compartiendo patio y edificio con el Museo Julio Romero de Torres.
El espacio en sí, un edificio señorial del S.XV, ya merece una visita, pero si se dan mucha prisa y llegan antes del 21 de febrero, podrán además disfrutar de una estupenda exposición de grabados del pintor e ilustrador Rafael Pellicer (1906-1966).
Aunque nació en Madrid, Pellicer creció en una familia de fuerte arraigo cordobés. Hijo de escritor y pianista, mamó el arte desde la cuna; fue sobrino de Julio Romero de Torres (casado con su tía carnal Francisca Pellicer). Durante su infancia y juventud, su formación pictórica discurrió entre la Escuela de Artes de Córdoba y la Escuela de San Fernando (de la que llegaría a ser académico). En Madrid completó sus estudios pictóricos y adquirió la formación que le llevaría a ser un reputado grabadista. Impartió su magisterio en la Escuela de Artes Graficas y en la Escuela Central de Bellas Artes de Madrid
A lo largo de su carrera, Pellicer fue merecedor de numerosos premios nacionales e internacionales gracias a su talento en el arte del grabado y el aguafuerte. En la exposición cordobesa se muestran algunas de sus obras galardonadas, como El relojero (1932), El cerero (1936) o Cantores (1945).
En su estilo observamos la transición desde un realismo ligeramente caricaturesco con cierto barniz cubista (Cocktail, 1934), hacia el realismo costumbrista minucioso y perfeccionista de obras como Cantores o escenas rurales como Pueblo bajo la nieve (1942).
El trabajo de Pellicer es un disfrute para el observador atento: su trazo finísimo y delicado da forma a ilustraciones de esas que nos mantienen pegados al cristal, rumiando la certeza de que el talento también puede estar al servicio de la paciencia. Les dejamos aquí el tríptico con la información de la exposición, por si llegan tarde al evento.

miércoles, enero 27, 2016

Bienvenida, colección

No somos muy de perseguir primicias, pero el anuncio que leíamos ayer en 20 minutos, merece altavoces. Extractamos la noticia.
Resulta que la Wellcome Collection de Londres, que recoge uno de los catálogos de imágenes más amplios del mundo (Wellcome images), ha decidido ofrecer toda su colección de archivos de forma online y gratuita, para uso y disfrute público; siempre que sea sin fines comerciales (aunque el acceso con fines pedagógicos, académicos o divulgativos, sí está permitido).
La dimensión del asunto adquiere perspectiva si señalamos que la Wellcome Collection incluye más de 100.000 fotografías, ilustraciones, dibujos y grabados de todo tipo (artístico, científico, histórico, etc.) y que las descargas permitidas son en altísima definición (300 pp). Lo dice Ánxel Grove en su artículo:
Desde 40 grabados de Goya, hasta centenares de manuscritos de textos tibetanos de budismo; desde miles de fotos de época sobre la vida social, deportiva o política del pasado hasta imágenes científicas de última generación... La colección de imágenes que está online desde hace unos días contienen, según explican los gestores de la colección, "dos mil años de la cultura de la humanidad". El viaje por la web, añaden, garantiza que, "ya se trate de la medicina o la magia, lo sagrado o profano, la ciencia o la sátira, usted encontrará más de lo esperado".
En una exploración rápida entre los fondos de este museo que se define a sí mismo como "The free destination for the incurably curious", nos hemos encontrado maravillas como éstas que les dejamos aquí (en baja definición). Imagínense lo que puede llegar uno a encontrar con un poco de paciencia:
Noticias así bien merecen difusión. Bienvenidas sean.

jueves, octubre 08, 2015

Matt Madden, Drawn Onward y 20 Lines Project. Más experimentos

Como muchos otros, llegamos a Mat Madden gracias a su 99 Ways to Tell a Story (99 ejercicios de estilo, en español) su homenaje al modelo Oulipo y al gran Raymond Queneau; quien casi un siglo antes había escrito sus Ejercicios de estilo, en el que contaba una misma historia de 99 formas diferentes. El propio Madden es el máximo representante estadounidense de Oubapo, el Taller de la Historieta Potencial versión comicográfica. Confesamos que hemos utilizado 99 Ways to Tell a Story en muchas ocasiones en nuestras clases, y que su exposición visual de los diferentes “matices discursivos” resulta una herramienta pedagógica excelente para acercar a los chavales a conceptos teóricos como el del punto de vista, el género o la voz narrativa. A partir de ese momento, seguimos con interés los trabajos del dueto que forman Madden y su mujer, la también dibujante Jessica Abel, con quien vive en Francia; sin duda, dos de los nombres importantes en la eclosión del cómic independiente desde finales de los 90.
Volvemos ahora al dibujante estadounidense con una excusa doble: la publicación este 2015 de su minicómic Drawn Onward y la exposición 20 Lines Project, que permanecerá en la Galería etHALL hasta el 07 de noviembre, y que se inauguró con motivo del Barcelona Gallery Weekend.

Drawn Onward es un cómic muy en consonancia con las inclinaciones experimentales y los constantes juegos narrativos de Matt Madden, ya que el autor ha hecho nada menos que una historia reversible (o capicúa).
Tenemos que reconocer que nos hicimos con este tebeíto con formato de comic-book de 32 páginas atraídos por una portada que nos recordaba a otra portada de una historieta ya clásica. En ella, un personaje torturado escapaba de sus sombras pasadas en el andén de un metro que podría ser el de Nueva York. La portada de Drawn Onward repite el mismo contrapicado de aquella secuencia, que mostraba las vigas de techo en perspectiva, y en ella también un personaje se aleja de otro; si bien, en este caso lo hace con una sonrisa burlona en la boca. Son los dos protagonistas de la historia: la joven narradora, una dibujante de cómics, y el extraño que un día la aborda en un tren.
Con estos elementos, Madden construye un relato circular que literalmente se muerde la cola; un ejercicio de simetría narrativa (nada que ver con esta otra simetría formal vanguardista y alucinante) que consigue ser algo más que simple artificio gracias a la habilidad de Madden para el ritmo secuencial y al peso de un guión que le aporta matices e indicios a la historia, y que consigue que su cierre no sea en falso. No desvelamos más detalles, estamos seguros de que Drawn Onward formará parte de alguna antología con lo mejor de 2015 en fechas no lejanas.
20 Lines Project es una exposición comisariada por Jorge Bravo, el máximo responsable de la siempre interesante etHALL barcelonesa, una galería que nunca pierde de vista al lenguaje del cómic entendido como material artístico y fuente de inspiración.
En realidad, no conocíamos la faceta artística de Matt Madden, pero no nos ha sorprendido descubrir que se mueve en un territorio lindante con el arte conceptual, la cinética y el esbozo. El norteamericano es un tipo polifacético y prolijo: compagina su condición de dibujante con la de docente, traductor y editor, además de artista. 20 Lines Project está inspirada en el trabajo del autor Oulipo Harry Mathews: el escritor se dedicó durante un periodo de su vida a escribir 20 líneas de prosa cada mañana, siguiendo el consejo de Stendhal “escribe 20 líneas al día, seas un genio o no”.
Con la misma filosofía con la que Madden trasvasó la obra de Queneau al cómic, ahora ha puesto en práctica el experimento de Mathews realizando diferentes dibujos compuestos por únicamente 20 líneas. Son las planchas que se han podido ver en la exposición de etHALL.
Ya ven que con Matt Madden no hay tiempos muertos o espacio para el aburrimiento. No le perderemos de vista, como hasta ahora.

miércoles, agosto 05, 2015

Tres planes culturales santanderinos para este verano (gratis)

Si tienen ustedes la fortuna de pasarse o pasearse por Santander en las próximas semanas, hay tres cosas que podrían hacer y disfrutar sin gastarse un solo duro…
Hasta el 02 de septiembre, la Obra Social “la Caixa” expone siete esculturas colosales de Henry Moore en el Paseo Marítimo de la segunda playa del Sardinero. Hemos tenido la suerte de contemplar la obra de Henry Moore en numerosas exposiciones y museos, y, créannos, siempre merece la pena acercarse a uno de los artistas esenciales del siglo XX. Su obra ha influido a buena parte de los escultores contemporáneos, hasta el punto de transformar la solidez y contundente sensualidad de sus piezas monumentales en frecuentes invitados del paisaje urbano de nuestras ciudades. En Santander tienen la ocasión de disfrutar de obras maestras de su producción, como Óvalo con puntos, Figura reclinada en dos piezas nº 2, Pieza de bloqueo o Madre e hijo reclinados, perfiladas todas ellas sobre el Cantábrico rumoroso y agitado. Naturaleza en acción y tensión dinámica, como le hubiera gustado al propio Moore.
http://www.canalpatrimonio.com/la-obra-de-henry-moore-se-asoma-al-mar-en-santander/

http://www.canalpatrimonio.com/la-obra-de-henry-moore-se-asoma-al-mar-en-santander/
El 10 de septiembre, en la galería Alexandra Espacio Creativo, clausuran la exposición Mi mamá no me mima con dibujos de Sandra Rilova. Lápices de colores, acuarelas, collage y acrílicos para desarrollar una interesante aproximación a la cuentística popular desde los conceptos de la amenaza y la alteridad en cuadros de pequeño formato. El estilo de Rilova, familiarizado con la ilustración, retrata los miedos infantiles a partir de la escenografía de momentos inquietantes y el desarrollo simbólico de las falsas apariencias. Una buena ocasión para reflexionar sobre las tinieblas de la infancia al resguardo de la canícula estival.
Seis meses les quedan (hasta el 10 de enero) para acercarse a la Fundación Botín a ver Sol Lewitt. 17 Wall Drawings. 1970-2015. La obra, comisariada por John Hogan, Director de Instalaciones de la Yale University Art Gallery y dibujante de Sol Lewitt desde 1982, recoge con perfección el espíritu artístico de uno de los maestros del arte conceptual de los años 60-70. Consta la exposición de diecisiete dibujos murales creados por Lewitt para ser reproducidos milimétricamente según sus precisas instrucciones en diferentes partes del mundo. Pura teoría visual: líneas proyectadas, composiciones geométricas y series minimalistas a gran tamaño recreados sobre los muros de la Fundación gracias a jóvenes artistas entre los que encontramos nombres de prestigio como el de AlfredoSantos, amigo de esta casa. Una experiencia diferente.

martes, febrero 03, 2015

Enrique Marty y dibujos a tutiplén en el DA2

Acaba de concluir la exposición sobre la trayectoria de Enrique Marty en el DA2 de Salamanca (su ciudad de origen). Conocíamos el eclécticismo artístico de Marty a través de vídeos, fotografías y alguna escultura que se había incluido en muestras colectivas anteriores. Sin embargo, no habíamos tenido la ocasión de acercarnos a una recopilación tan amplia de trabajos suyos como la que se ha mostrado en esta ya finalizada exposición bajo el título Terapia de grupo, acto de fe, cuarto oscuro.
Como se anunciaba en su epígrafe y se desarrollaba en el catálogo de la muestra, las obras del autor salmantino se estructuraron sobre tres ejes (o "Actos"). En el "Acto I: Cuarto oscuro", se nos mostraba "el mundo de las obsesiones, del miedo y la megalomanía o la sed de poder"; "Acto II: Terapia de grupo", "recogía obras en las que Marty aborda las relaciones por las cuales los seres humanos se constituyen en sujeto y, en particular, la 'economía de esas relaciones de poder' -como afirmaría Focault-, ejercidas por instituciones como la 'familia' y los 'amigos' sobre nosotros o los otros"; finalmente, "Acto III: Acto de fe", nos invitaba a recorrer aquellos trabajos que "tratan básicamente de creencias, convicciones, sentimientos religiosos o, incluso, fantasmagorías y esueños de circo".
En realidad, muchas de las obras de Marty presentes en la muestra podrían haberse desplazado de una categoría a otra sin desentonar. Batantes de ellas mantienen ciertas constantes temáticas y conceptuales que tienen que ver con un acercamiento desesperanzado a la visión del hombre como ser social, y a esclavitud respecto a convenciones e imposiciones culturales. El autor plasma su mirada sobre el absurdo de la existencia a través de diferentes soportes artísticos y una variedad sorprendente de técnicas plásticas y escultóricas.
Precisamente, sus esculturas, hombrecillos contrahechos dotados de una solemnidad patética (Escena al azar, Los bastardos, Modelos de gente fácilmente ofendible o Rezad, rezad, P.I.G.S.), nos recuerdan a los "ejércitos" alienados de Juan Muñoz, pero también al desgarrado existencialismo expresionista de Giacometti o al cruel absurdo neodadaísta de algunas esculturas antropomórficas de Oppenheim como Attempt to Raise Hell. En el caso de la serie "Excena exterior revelada" las piezas adquieren un carácter mucho más marcadamente alegórico, con referencias simbólicas a la tópica literaria (Vanitas vanitatum, Memento mori, Ars moriendi) y a la historia del arte, desde el Barroco y el Romanticismo al Étant Donnés de Duchamp.
Los cuadros, fotografías y vídeos de Marty funcionan también como espejos de la sociedad y la familia. El espectador se contempla en ellos y recibe el reflejo matizado de sus propias miserias y frustraciones, sin adornos o filtros embellecedores. Las imágenes que observamos en Terapia de grupo, acto de fe, cuarto oscuro hurgan en las heridas hasta hacerlas sangrar, nos devuelven una visión esperpéntica de la realidad que termina por resultar mucho más real que la realidad misma.
La segunda exposición presente en el DA2 consistía (consiste, de hecho, ya que tienen ustedes la ocasión de visitarla hasta el 8 de febrero) en una estimable selección de Dibujo contemporáneo en la Colección DKV. Entre las muestras elegidas por la compañia aseguradora para su colección itinerante se hallan algunos de los dibujantes e ilustradores con más futuro de nuestro país; y sobre todo encontramos razones para afirmar que el arte plástico contemporáneo ha recuperado la fe en el dibujo y ha hallado en él una de las vías más fructíferas e inspiradas de su propducción.
Más allá de los diferentes enfoques y estilos, la exposición reivindica el protagonismo que vuelve a tener hoy el dibujo, que reside precisamente en su sencillez extrema, en la humildad de un procedimiento que contrasta con el mundo que nos rodea, donde reina la desmesura tecnológica y el exceso de artificio. Frente a todo ello, el discurso de la comisaria, Alicia Ventura, defiende la resistencia y la fascinante capacidad de atracción del dibujo.
En ella podemos disfrutar de ejemplos figurativos como las irónicas y sutiles reconstrucciones grupales de Rosana Antolí, la doméstica fragilidad naïve de Andrea Canepa, los grafitos insinuantes y elípticos de Agustín Bayón, el lánguido romanticismo de los retratos de Marina Puche o las escenografiadas arquitecturas interiores de Saelia Aparicio. No faltan referencias abstractas y conceptuales, como las que encontramos en las delicadas hojas de humo de Señor Cifrian, en la intelectualizada propuesta de Ignacio Uriarte, en la colección de acrílicos de José Medina Galeote o en la muy inteligente deconstrucción acumulativa conceptual de Almudena Lobera.

martes, diciembre 16, 2014

Arte urbano en el Barrio del Oeste de Salamanca. Algo está cambiando.

Salamanca es una ciudad a la que le tenemos especial cariño. En ella estudiamos primero, trabajamos después y, en suma, vivimos muchos años. Nunca se aburre uno de pasear por sus calles renacentistas, recorrer la zona histórica y dejarse llevar por su intensa vida, nocturna y diurna. Gastronomía, diversión y cultura garantizadas en un mismo lote, en una de las tres o cuatro ciudades más bonitas de España.
No obstante, siempre nos dio la impresión de que, en términos puramente artísticos, Salamanca era una ciudad demasiado conservadora y poco abierta a la realidad cultural contemporánea. Aunque las instituciones programaran exposiciones coyunturales de arte moderno, teníamos la sensación de que tanto la ciudad comos sus gentes vivían de espaldas a la vanguardia artística; y eso a pesar de contar con una facultad de Bellas Artes, un museo de arte contemporáneo tan estimable como el DA2, algunas interesantes galerías de arte y con una masa social de estudiantes muy jóvenes, a quienes se les supone hambre, iniciativa y energía creativa. Y, con todo, pensábamos en Salamanca y lo primero que se nos venía a la cabeza eran cuadros y esculturas costumbristas y paisajes de dehesas taurinas.
En nuestra última visita, nos ha dado la impresión de que, quizás, algunas cosas puedan estar cambiando en la ciudad charra. Paseando por la Plaza del Oeste, una zona céntrica, humilde y trabajadora, repleta de pequeños negocios de barrio y viviendas, hemos descubierto la iniciativa Arte Urbano en el Barrio del Oeste. Se nos ha dislocado la mandíbula. Por un momento, hemos creído descubrir la versión modesta y castellana de las intervenciones urbanas que abundan en ciudades como Barcelona o Berlín.
Nos ha parecido un soplo de aire fresco que una ciudad tan poco dada a veleidades vanguardistas como Salamanca, haya decidido adentrarse en el últimamente efervescente y exitoso campo del arte urbano; una de las puntas de lanza (junto al videoarte, el cómic de mano de la novela gráfica, los vídeojuegos o las series televisivas) de la vanguardia cultural contemporánea. Entre la producción pictórica, fotográfica, escultórica y grafitera que inunda muros, garajes y edificios de la Plaza del Oeste, hemos encontrado trabajos mejores que otros, pero el conjunto funciona a la perfección como concepto homogéneo y revitalizante. Es más, presentimos que alrededor de la iniciativa surgirán otras propuestas estéticas de ocio y negocio, igualmente atrevidas (lo es La salchichería, un local nacido en el epicentro mismo del barrio, que, con mucho respeto, ha transformado un antiguo colmado de ultramarinos en un divertido, fresco y muy estético bar de tapas y espacio artístico, con dos pequeñas salas de exposiciones).
Parece que la iniciativa ha llegado para quedarse y que en ella se han implicado muy activamente vecinos, instituciones como la Facultad de Bellas Artes, asociaciones culturales y pequeños comerciantes. Estamos deseando volver y volver a pasear por nuestro antiguo barrio, de veras.