Gaspar Naranjo (Ciudad Real, 1971) es el autor de De cómo te conocí, te amé y te odié, su primer tebeo, recién editado por la también nobel Viaje a Bizancio Ediciones. En persona, Gaspar es como uno de sus propios personajes, afable, extrovertido y muy espontáneo. Por eso suponemos que esta entrevista, realizada a través del correo electrónico, ha debido de ser una dura prueba para él. Pero, aunque la pérdida del componente cinético-visual no deja de ser un pequeño drama para un dibujante de cómics (hasta cuando de una entrevista virtual se trata), resulta que Gaspar Naranjo es un tipo tan divertido de palabra como de trazo. Juzguen ustedes mismos el resultado.
De cómo te conocí, te amé y te odié no es tu primera incursión en el campo del cómic, sin embargo sí será el primer tebeo tuyo para los lectores. Cuéntanos algo de tu recorrido viñetero hasta llegar aquí.
Que yo recuerde, siempre he tenido madera de lápiz más que de líder. De pequeño era el típico niño que nadie quiere en su equipo (problemillas de coordinación) así que tenía que sacar la mala leche por algún sitio.
Llevo años inventando pequeñas historias y haciendo ilustraciones para mi y los que me rodean, pero nunca me había planteado la posibilidad de publicarlas. De cómo te... es el fruto de la terquedad y la apuesta de un par de amigos para que diera ese paso. Montones de gratitud para ellos.
Entonces, deduzco que nunca te planteaste sacar a la luz aquellas, como tú las llamas, "pequeñas historias" ¿Cómo han cambiado las cosas desde esos proyectos iniciales hasta De cómo te conocí…? ¿Qué constantes y que líneas se mantienen en tu trabajo desde entonces?
En los últimos años (digamos desde que he alcanzado cierto grado de madurez) mis historias siempre han versado sobre las sensaciones y sentimientos que desarrollo o me gustaría desarrollar en cierto momento: soledad, alegria, desconcierto, anhelo, odio, megalomania, amor... aunque ultimamente todos vienen hilvanados por el más machacón de todos, el del Amor. Es un buen contrapunto o complemento a cualquiera de los anteriores, dando como resultado una suerte de "slice of life" algo surreal.
El de "slice of life" es un término genérico tan controvertido como popular en los últimos tiempos. Veo que no te sientes incómodo dentro de categorizaciones de este tipo...
"Slice of life", "corte de realidad"... me gusta, es bastante elocuente. Cuando uno habla de sentimientos y sensaciones, pues eso, está hablando de la vida misma. A veces me vuelvo más histrionico, más imposible, es entonces cuando este término se queda algo corto (siempre puedes volverlo más elástico con un prefijo como sub- o super- si quieres).
A tenor de tus palabras, uno se pregunta si tu dibujo sería igual de efectivo y tendría la misma fuerza expresiva, aplicado a otro tipo de temas (obras de género, por ejemplo) o formatos diferentes, como la tira cómica. ¿Te lo has planteado alguna vez?
Constantemente. Donde más cómodo me siento es en una simple viñeta o en una tira; de hecho, si observas De cómo te... cada página puede funcionar de forma independiente, es un conjunto de tiras o gags bajo un hilo conductor. En cuanto a obras de genero... me encanta el desafío creativo. Está por ver.
En todo caso, parece que tu estilo está ciertamente enfocado hacia la narración humorística...
Ahí me has dado. Una de las mejores bazas históricas que tiene el lenguaje comicográfico es su gran capacidad de manejo del humor, al poder representar fácilmente situaciones fantásticas, inverosímiles o histriónicas y esta faceta es la que siempre me ha interesado, aunque, como te he he insinuado antes, estoy abierto a cualquier tipo de trabajo o situación. No descarto otros registros pero por ahora la sonrisa es lo que nos interesa.
¿Alguna influencia concreta dentro del cómic o fuera de él, que te haya marcado en esta apuesta por el humor?
Soy de la generación de Marco y Heidi, eso marca. Desde pequeño he utilizado el dibujo y el humor (sobre todo el humor) para escapar de esa monstruosa y desdichada presión (de verdad que no se que les ven a estos dibujos). Cuestión de supervivencia afectivo-sentimental.
Veo que fuiste uno de esos que se engancharon a La bola de cristal para superar la retirada de pantalla de Mazinger Z y la transición a Verano Azul.
Tio... no bromes con eso... lo de Mazinger fue muy duro... Aunque puestos a hacernos los reivindicaguays rompo una lanza por La Pantera Rosa, que parece que a la gente se le olvida y luego dicen: ¡ah!... claro... La Pantera Rosa, La Pantera Rosa... pues sí, coño, sí.
Bueno, cambiemos de tema. Pasemos del contenido a la forma. Cuando se describe tu estilo, aparecen inevitablemente adjetivos como "minimalista", "desnudo", "simple". En todo caso, nos sitúa inmediatamente en la órbita de otros autores que han vivido entre calificativos semejantes; nos acordamos de Calpurnio y su Cuttlas, por ejemplo, o de los cuadros esquemáticos y fuertemente icónicos de Keith Haring ¿Cómo describirías tú tu propio trabajo en términos estilísticos? ¿Reconoces alguna influencia clara en este sentido?
Hay algo que he tenido muy claro desde siempre, desde que empecé a dibujar cómics de una forma consciente y con intencionalidad (allá por mis tiernos trece años) y es que necesitaba un lenguaje que me permitiera expresarme y contar historias lo más rápido posible. ¿Influencias? Me lo he planteado mucho porque tarde o temprano saldría la pregunta. Nunca he sido un gran lector de cómic, siempre he preferido dibujarlos, así que las influencias en este sentido han sido escasas. Si te digo qué Jan con su Superlópez o Ibáñez con Mortadelo y Filemón, me mirarás raro, pero me influenciaron durante muchos años (sobre todo Jan) hasta que di un salto bastante radical a este estilo más esquemático. Toda una ruptura.
¿Calpurnio con su Cuttlas? Supongo..., aunque no recuerdo muy bien que fue antes, si el huevo o la gallina, si me inspiró en esa pirueta o me empecé a fijar más en él por la afinidad de estilo. Conocí a Cuttlas años antes de esa ruptura y aunque seguí a lo mío algo quedaría rondándomelo en las meninges. En todo caso me encanta, me acabo de comprar su último álbum "Esto no es un Cómic" y me lo estoy pasando bomba, tanto por sus historias como por la forma de contarlas. Es curioso, pero tengo más claras las influencias desde otros ámbitos como por ejemplo la música pop española de los 80 o la independiente actual, o la poesía de Gloria Fuertes (su poesía para adultos, no la literatura infantil por la que es conocida por la mayoría de nosotros). Es decir, lenguajes aparentemente fáciles pero cargados de emoción y si es posible de buen humor.
En cuanto a mi estilo, solo trato de que este sea lo más sencillo posible y que haga sonreír al lector de una forma inteligente. Hay algo que sí que me gustaría transmitir y hacia lo que trabajo, que es cierto "lirismo", una especie de búsqueda de poesía visual. Por eso, esa línea y esa composición. No digo que lo consiga pero sí que trabajo para ello. Las inevitables y voluntariosas etiquetas las dejo para los demás.
Llama la atención en tus historias la desnudez de la página, la forma en que tus personajes se mueven sobre el papel blanco, revelando escenarios y contextos ocultos hasta que ellos se posan sobre ellos. ¿Forma, el modo en que organizas la página, parte consciente de esa búsqueda poética o es una solución intuitiva, puramente narrativa?
Inevitablemente las dos cosas forman parte del proceso creativo. Por un lado, la intuición te ayuda a avanzar en tu búsqueda y por otra, las estructuras y conocimientos adquiridos apuntalan y cimientan ese camino a recorrer. Creo que ambos hechos (intuición y consciencia) están muy presentes en cualquier actividad creativa humana ya sea arte o ciencia.
Y estamos seguros de que también hay mucho de trabajo y planificación; de hecho, sería interesante conocer las pautas de tu proceso creativo. ¿Qué pasos sigues para dibujar un cómic?
No tiene mucho misterio, la verdad. Me siento y pienso. Mesa, silla, papel, lápiz y paciencia. Me planteo unos personajes y una situación que les va a acontecer, a partir de ahí tiro del hilo. Esta es la parte más divertida, los bocetos, donde se te pasa de todo por la cabeza, cosas muy sosas y otras que no dejan de sorprenderte a ti mismo; me rió mucho dibujando. Para dibujar un personaje tengo que meterme en él, adoptar su mismo estado de ánimo; si pudieras verme la cara, mis gestos van a la par que sus expresiones, parece un teatrillo más que una mesa de dibujo. Me gusta leer un poco o escuchar algo de música que acompañe a la que voy a dibujar y así ir metiéndome en el folio. Voy depurando y descartando hasta que tengo toda la historia abocetada.
Después me paso al ordenador (la parte aburrida, más aburrida y dolorosa, por la espalda digo... ¿alguien es capaz de ponerse recto delante de una pantalla?). Escaneo los bocetos, los vuelvo de un color gris claro y sobre ellos voy dibujando con mucho más detalle (en los bocetos a penas si se ve algo, cuando se me ocurre enseñarlos con orgullo solo encuentro caras raras y de circunstancia). Por último coloreo y ya está... ¡A dar la brasa a los amigos con mira-lo-que-he-dibujado!
Resuélvenos dos cuestiones respecto a tu técnica de trabajo, ¿empleas algún software o programa especial? ¿significan tus palabras que has medio jubilado las técnicas tradicionales del lapiz y el pincel?
¡Nooooooo, por Dios! ¿Qué será lo próximo, sexo por Bluetooth? El formato digital está muy bien para evitar que se te corra la tinta y te caigan goterones pero la precisión e imperfección de la mano le da una viveza y humanidad al dibujo (al menos en mi caso) que el software no te da. Uso más el ordenador por comodidad y limpieza. Me valgo de programas vectoriales y trabajo con tableta gráfica (no uso ratón sino lapiz) pero aún así insisto... los dedos y el pincel me parecen insustituibles en las distancias cortas.
Bueno, don Gaspar, muchas gracias por habernos regalado una dosis de su tiempo y esfuerzo. Esperamos repetir el encuentro dentro de no mucho. Por cierto, ¿algún proyecto en ciernes?
Despues de tanto amor-desamor y dibujo tierno, aparte de continuar con la historia de De como te... o alguna cosa en esa linea, está cuajando la idea de hacer algo de tipo pornográfico o al menos de una fuerte carga sexual, debe ser la primavera en ciernes o algo del cambio climático...