martes, septiembre 12, 2006

Baudoin. Un viaje interior.

Uno de los cómics que más profundamente me ha impresionado en los últimos (y generosos) tiempos, ha sido El Viaje, de Baudoin (bonitas imágenes en su web y un vídeo de un gato juguetón, que...). Desde que lo leí, miro de vez en cuando las listas de novedades con ojo avizor a la caza de alguna nueva edición española de su obra (siempre lamentaré no haber seguido con el francés de la Escuela de Idiomas); hasta que llegue ese día, podemos satisfacer la espera recreándonos en la maravillosa belleza onírica de los cuadros surreales de El Viaje. Incluyo aquí la reseña que sobre el mismo colé en el suplemento Culturas (del Tribuna de Salamanca), el domingo 30 de octubre de 2005. Para los insatisfechos y completistas, vinculo un artículo de Matt Madden (no se olviden de este nombre, volveremos a él) sobre el autor, titulado Edmond Baudoin: An Appreciation .
____________________________________________________________

Hay descuidos imperdonables: olvidarse de una fecha señalada, no recordar la hora de una cita o incluso haber obviado El viaje, de Baudoin, en nuestro repaso anual a los mejores comics del 2004. Pero, ya se sabe, a grandes errores, grandes excusas (¿qué ser humano puede seguir, física y monetariamente, la avalancha editorial española de los últimos meses?) y mejores sentencias (nunca es tarde si la dicha es buena). En el fondo, como dijo aquel sabio, no hay nada mejor que postergar el disfrute.

Y El viaje es sobre todo eso, un disfrute con mayúsculas: una experiencia visual y un ejercicio introspectivo de enorme hondura. Un viaje compartido entre su personaje, su autor, Edmond Baudoin, y nosotros, los lectores.

Simon, como le sucedía a Baudoin en los años 60, es un triunfador social abocado al fracaso personal, un hombre esclavo de su entorno, de su trabajo, de su geografía más inmediata. Un día, Simon, como hizo Baudoin a finales de aquella década, decide huir, romper los barrotes de su prisión física y mental, abrir su mente a nuevos parajes y gentes por conocer, enfocar su existencia hacia nuevas formas de entender la experiencia vital. Simon, al igual que Baudoin, escapa sin rumbo fijo, se aleja de su París, una ciudad que para él está muy lejos de las ensoñaciones mágicas de la mítica y bohemia ciudad del amor. Un París que podría ser Madrid, Tokio o Nueva York, daría igual, porque Baudoin, perdón, Simon, no se aleja de una ciudad sino de sí mismo.

En su viaje, nuestro viaje, reconoceremos los lugares que nunca hemos visitado aunque hayan existido siempre en nuestros sueños; volaremos hacia nuestros deseos infantiles ya olvidados y viviremos todos los momentos que nunca nos hemos atrevido a vivir. El viaje de Baudoin, es un tránsito interior hacia la madurez, hacia nuestra autoaceptación como adultos imperfectos; una renuncia definitiva de lo que fuimos y una afirmación serena (y optimista) del que ha de ser nuestro momento y nuestro lugar en cada instante vital.

Por eso, el dibujo de Baudoin más que representar, sugiere. Su trazo, etéreo, abierto y libre, encierra (valga la paradoja) símbolos e insinuaciones que se mueven en el territorio de la lírica, más que en el de la narración. Las pinceladas del francés ofrecen una visión expresionista (¡omnipresente la influencia de Munch!) de la realidad física transformada en un viaje iniciático hacia el futuro. Con El viaje vivimos una sensación familiar de déjà-vú: la obra de arte, una vez más, se configura en un estado de ánimo y el lector intuye en ella su propia experiencia, la de esa huida hacia adelante que es la existencia. Porque este cómic canta a todo lo que de verdad importa en nuestro periplo vital: a la libertad, al amor, a la amistad y a cada uno de nosotros mismos.

Vínculos a diferentes páginas de El Viaje (con diferentes calidades y tamaños): 1, 2 y 3.

6 comentarios :

Anónimo dijo...

Lo cuentas de tal forma que parece una obra maestra asequible a cualquier lector, Don Gato. Pero después de ver las páginas que presentas, no sé si estoy preparada para tanta hondura. Me ha encantado la reseña y quizá me atreva a emprender el viaje. ¡Besicos!

Little Nemo's Kat dijo...

Atrévete, atrévete, que no sólo es asequible, sino tremendamente poético, subjetivo (en el mejor sentido de la palabra), sugerente y evocador (y por tanto susceptible de ser leído e interpretado por cada lector a su modo y manera). Un peazo cómic, vamos.

Octavio B. (señor punch) dijo...

mmm, con permiso, yo comenté en su día (me enlazo, con permiso, y fiesta)

http://estodigo.blogspot.com/2005/02/el-viaje-debaudoin-este-cmic-era-uno.html

es buen tebeo, sí

Little Nemo's Kat dijo...

Señor Punch, léido y disfrutado su artículo. Veo que coincidimos en muchos puntos de análisis.
Como siempre, se muestra usted juicioso y lleno de buenas razones argumentadas. Recomiendo a todo el que se pase por aquí que viaje a su página para instruirse.

PS. Creo que a mi me gustó todavía un poco más que a usted ;)

Sandra Sánchez dijo...

Excelente reseña. He sacado hoy de la biblioteca este "viaje" del cual espero disfrutar.
Felicidades por la reseña y gracias por compartir.
Saludos.
;)

Little Nemo's Kat dijo...

Seguro que lo disfruta, hace gala de una hondura poética inusual. Gracias a usted por sus palabras y por la visita.

Saludos