Hace menos de lo que muchos presumen, a los lectores de (perdonen ustedes) cómic adulto "occidental" (incluyo los USA), nos mencionaban el manga y nos entraban sudores fríos. Habíamos oído que el pérfido nipón se aprestaba a la invasión del globo c0miquero con toda una tropa de pintureros kamikazes, montados en astroboys y mazingerzetas, que habrían de inocular el virus de la eterna adolescencia a esos tebeos de bien que conocíamos. El contagio inicial entre jóvenes y niños fue tan fulgurante que el miedo inicial se convirtió en pánico y el prejuicio en imprecación. Además, la artillería era de calibre grueso, tanto por lo que respecta al número de páginas, como al número de autores-inoculadores (mangakas se hacían llamar los malditos). La vacuna, la de siempre, la soberbia autóctona: "éstas son cosas para críos", "si sólo hablan de cyber-robots, aventurillas de instituto y jovenzuelas enamoradas..." (menos Otomo, menos Otomo).
No me queda ni uno solo de los prejuicios que quizá escondí hacia el manga (y me arrepiento uno por uno de los que pude tener). Me duraron tan poco como lo que tardé en conocer, allá por los 90, a Satoshi Kon, a Hisashi Sakaguchi, a Jiro Taniguchi o, entre todos, a Osamu Tezuka. Luego llegaron otros muchos, algunos jóvenes valores, llenos de valores, y otros tantos, clásicos de publicación tardía en nuestro país.
Entre estos últimos sitúo a Goseki Kojima y Kazuo Koike, los celebradísimos autores de la mítica El lobo solitario y su cachorro. Se recibió su publicación, por parte de Planeta, como todo un acontecimiento. Nos habíamos cansado de oír a dibujantes que confesaban su devoción por esta obra, con Miller a la cabeza. Las expectativas no defraudaron a casi nadie: páginas y páginas de acción desbordada (plenas en recursos organizativos absolutamente novedosos), que se cruzaban con escenas contemplativas de una belleza plácida y armoniosa; ritmo manga alterno, hipnotizante, en estado puro. No obstante, aunque pocos llegaron o llegarán a agotar el arco de las aventuras de este Ronin impasible que es Itto Ogami, los que siguen la serie con fidelidad no pueden negar que los cientos de páginas que componen la serie terminan repitiendo motivos y situaciones y, confesémoslo, pueden resultar saturantes para los lectores no entregados.
Uno de los muchos personajes que pueblan las páginas de El lobo solitario y su cachorro es Asaemon Yamada (también conocido como Yoshitsugu), protagonista a su vez de otra serie de Koike y Kojima, Asa el ejecutor. Hace bien poco, uno de los blogueros de referencia comentaba su preferencia por Yamada frente a Ogami. Las dos series fueron ejecutadas en épocas similares (Asa... precede a El Lobo..., en todo caso), ambas cubren el mismo periodo cronológico (el Japón de la época Edo) y ambas son un documento valioso en términos antropológicos y culturales para acercarse a un país que se mantuvo en un régimen feudal hasta casi el S.XX; amen de ser, ambas, ejemplo de un cómic de aventuras lleno de virtudes y razones para la lectura amena. Sin embargo, como bien decía Pepo, Asa gana este combate a mandoble limpio (paradójico).
Por un lado, la historia de este "espadero" (o comprobador de katanas al servicio del shogún) abre el abanico temático de Asa el ejecutor. Lo hace al introducir la cámara en dos contextos sociales enfrentados: el de los nobles daimyos (para quienes trabaja Asaemon), con el de la vida miserable del lumpen nipón que representan aquellos a los que ajusticia mientras prueba sus katanas (prostitutas, ladrones, asesinos, violadores, etc.). Esta doble vía le permite a Koike desarrollar toda una serie de conflictos morales que enlazan con las ideas de honor y clase, en una sociedad en la que ambos valores determinaban la existencia y posibilidades sociales del individuo.
Además (a ver como se me entiende esto), Asa no tiene que cargar con un niño-cachorro a sus espaldas, así que no tiene más rémora narrativa o carga actancial que sus propias convicciones y recuerdos; como el de su padre (anterior probador de katanas) y su "Neha-gyo", trasmitido de generación en generación, que a modo de mantra taoista habrá de guiar los pasos de nuestro héroe:
Por el índice: Todo fluye, nada permanece.
Por el mayor: Ningún ser vive eternamente.
Por el anular: La vida es el sueño de la existencia.
Por el meñique: todo es ilusión.
El individualismo de Asa, su apego inquebrantable a los valores de la fidelidad y el honor, le convierten en un ejecutor frío y aséptico, un ser cuyas emociones están supeditadas a su sentido del deber. Este hecho, favorece la sucesión de encrucijadas morales y conflictos éticos de digestión difícil que, en estos tiempos de correcciones políticas, pueden terminar en cortes de digestión lectora, si no se lleva a mano una buena ración de relativismo socio-temporal. Ya desde el primer volumen de la colección (sobre un total de 10), impresionan, sobrecogen y deslumbran episodios tan crudos como el que abre la serie, "El llanto del filo del diablo", pero no lo hacen menos el terrible "Tosho Dai-Gongen" o la historia de bajada a los infiernos y sacrificio que es "Las cañas".
En julio del 2006 Planeta ya había publicado el décimo volumen de la serie, así que para muchos de ustedes esta recomendación (que no es otra cosa) llegará tarde, seguro. Los que aún no conozcan a este tandem mágico del cómic histórico de aventuras, samurais y shogunatos, déjenme decirles que están tardando ya en afilar sus katanas.
14 comentarios :
Lobo y Asa son obras muy diferentes y, para mi, no son comparables. En Lobo prima la acción, los duelos, la épica, etc. mientras que en Asa apenas se ven duelos con la espada y priman las historias humanas, el debate moral, la critica social, etc. Son dos mangas diferentes pero complementarios.
A mi Asa me encantó, me pareció una maravilla y me llegó más dentro que Lobo solitario.
Totalmente de acuerdo, Roberto, en el análisis y en la preferencia personal. La razón de enfrentarlos en un post tiene que ver, sobre todo, con los elementos que ambos comparten (contextualización, personajes, autoría, etc.).
Un saludo ;)
Para mi Lobo es un manga de aventuras que se centra en la venganza y deja un poco de lado la personailidad de Itto Ogami, que parece como un ser frio que quiere completar a toda costa su venganza contra sus enemigos (que no contra el Shogun, al que sigue siendo fiel a su manera). Es normal que esto sea así por Itto es un ser muerto por dentro que sólo vive para su misión. Poco "jugo" se puede sacar a un personaje que no tiene contradicciones (salvo quizás las de su que hay entre su Misión y sus deberes como padre) porque su obejetivo en la vida está muy clara y sólo vive (y morirá) para eso.
Asa sí que se centra mucho más en la personalidad del protagomista, un individuo que se debate entre la fidelidad al Shogun y a su herencia familiar y las injusticias que ve a su alrededor. Asa es mucho más humano porque quiere vivir libre y quiere cambiar las cosas, algo que choca radicalemente con su fidelidad ineludible contra el poder establecido, encarnado en el Shogun. De ahí los enormes debates internos que tiene que superar y que son contados con una maestría y sensibilidad únicas.
Para mi son los dos mejores mangas publicados en España hasta la fecha (con permiso del maestro Tezuka y sus Adolf, Buda, etc.).
Un saludo.
Son dos grandes trabajos, es innegable, y los dos muestran (mostraron en su día) una nueva forma de entender la narración gráfica. Lecturas obligatorias, sin duda.
Gracias por completar el post con sus comentarios, don Roberto. Por lo demás, estamos de acuerdo, El lobo... es un trabajo en el que prima la acción, mientras que Asa... busca el conflicto moral y psicológico del personaje. Complementarias ambvas, desde ese punto de vista, como señalaba usted en el primer post.
De nada!!! Estos mangas son mi debilidad desde que los leí en su momento y el post es muy interesante.
Saludos.
Mi relación con el manga es breve pero intensa. Se limita a Akira, Ikkyu e Itto Ogami. De los tres, el mejor el último. Me sorprendió el modo tan peculiar en que coexisten violencia y poesía en un mismo relato, a veces en una misma página o, incluso, viñeta. Hay escenas que remiten al mejor Hiroshige que comparten espacio con duelos de una violencia extrema y explícita.
Hasta hoy no me había atrevido con esta otra obra de los autores de "El lobo solitario", error que pienso subsanar en breve.
Un saludo.
Pues tienes un mundo por descubrir. Hay cosas alucinantes por ahí fuera. Muy buenas. Si me permites sugerencias ahí van: Buda, El arbol que da sombra y Adolf de Tezuka, Vagabond (genial), Old Boy (dificil de conseguir), Dragon Head, Midnight Mile, Santuario, Humunculus...
Saludos.
Asa es una de mis obras favoritas, no sé si por encima que El Lobo Solitario; tampoco tengo porqué elegir, así que me quedo con las dos, con sus particularidades, semejanzas y diferencias.
Desde mi punto de vista, muy-muy recomendables ;-)
Besitos
Diga usted que sí, doña Mar, para que limitar la perspectiva cuando las dos son recomendabilísimas.
Don Angulo, me parece que ya Roberto ha hecho la labor "recomendatoria" (por cierto, no conocía Midnight Mile, ¿alguna pista más?). Comparto esa fascinación por la alternancia de ritmos y estadios narrativos en un mismo manga. Por continuar con las comparaciones, a mi me alguno de estos trabajos me recuerdan a Kitano, por ejemplo. Saludos ;)
Ay, tal vez ha sonado como "hale, tiro por la calle de enmedio y se acabó" y no era lo que quería decir. Lo cierto es que me cuesta mucho poner a uno por delante del otro, pues cada cual tiene sus particularidades y, aunque son de los mismos autores, son bastante diferentes... pero también con puntos en común.
Ya me dejé los sesos con esto mismo hace tiempo y no salgo del círculo...
Creo que ahora lo he liado aún más!!!
Besitos
Que no, doña Mar, que le había entendido el mensaje! De hecho, tampoco a mí me gustaría que se me malinterpretara con el juego "postero" de las preferencias: El lobo solitario... me parece un pedazo de cómic, como me lo parece Asa..., pero claro si hubiera que llevarse uno solo a una isla.
Jueguecitos de la hipotesis frívola para echarle sal a la página, vamos.
yo tengo los dos y soy muuuy feliz. jejeje. Midnight Mile es un manga, politica e historias humanas de una forma muy acertada. Trata de la colonización de la Luna por parte de las grandes potencias (se ha encontrado una fuente de energía barata e inagotable en el satelite). Es una serie coral y aunque el primer número llama un poco a engaño luego la historia mejora muchisimo. Para mi es de los mejores mangas que se han publicado en España. Es muy bueno, de verdad. Espero que te sirva, Little Nemo. Saludos.
Queria decir que mezcla ciencia ficción, politica e historias humanas de forma muy acertada...
Gracias por las explicaciones y consejos, don Roberto. Haremos buen uso de su sapiencia manga.
Un saludo ;)
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