sábado, enero 05, 2008

2007: La lista del año (IV)

Lleva unos días la blogosfera enredada con listas y juegos clasificatorios la mar de resultones. Para no ser menos y cerrar como dios manda este repaso anual, que va camino de perpetuarse en tradición navideña, abrimos nuestro diario de preferencias y les confesamos cuales han sido nuestras lecturas comiqueras favoritas durante este 2007; una lista personal, transferible y, por tanto, criticable. Sin orden alguno de preferencia, nos quedamos con:

Colección integral Y. Chaland. Freddy Lombard (Glénat), de Yves Chaland. El primer intento de edición completa para uno de los genios del cómic del S.XX. Maestro de la línea clara, Chaland fue uno de esos escasos dibujantes de los que se puede decir que crearon escuela (que se lo pregunten a Max). Joven, talentoso, brillante, Chaland integraba las aventuras de sus personajes en contextos precisos y preciosos, recreados con la meticulosidad de un diseñador, dentro de sus narraciones trepidantes. Murió con 33 años, pero tuvo tiempo de crear páginas y personajes como los que irán apareciendo en esta colección felizmente auspiciada por Glénat. En sus dos primeras entregas, las aventuras de su personaje más conocido Freddy Lombard. 

Nunca me has gustado (Astiberri), de Chester Brown. El canadiense es uno de los enfants terribles del nuevo cómic independiente y no precisamente porque viole radicalmente la ortodoxia imperante o porque se embarque en batallas perdidas y cruzadas antisistema. La radicalidad de Brown radica en su impredecibilidad y en su falta de pudor a la hora de revelar su mundo interior, poblado de complejos, heridas del corazón y secretos del yo. Nunca me has gustado se plantea además desde unas premisas narrativas que resultan osadas por su desnudez radical y un minimalismo sangrante apoyado en la elipsis. 

Por qué he matado a Pierre (Ponent Mon), de Alfred y Olivier Ka. Venía precedido de una ristra de premios, menciones y críticas positivas, pero ni las expectativas halagüeñas ni la predisposición favorable, amortigüan mínimamente la sorpresa y el alcance de un trabajo mayúsculo en lo artístico e impactante por su contenido. Alfred y Olivier Ka se permiten además experimentaciones narrativas en absoluto gratuitas y requiebros visuales tan efectivos y emocionantes como el que cierra la historia (con uno de los finales más conmovedores de este curso). Añade la obra, entre méritos, una gran capacidad evocadora y un uso brillantemente simbólico del color y la tipografía, siempre al servicio de este ejercicio de exorcismo y auto-reconciliación con acento francés y línea clara renovada.
 

Bone (Astiberri), de Jeff Smith. Casi a punto de cerrarse el primer arco argumental de la saga, el lector ya cuenta con elementos suficientes para decidir si se suma al club de aspirantes a ciudadano de Boneville o se declara simplemente un admirador entregado a Jeff Smith y su universo mágico de dragones, princesas, bosques encantados y enanitos albinos narigudos. Mimbres aparentemente ordinarios para una historia que desmonta los tópicos del género de capa y espada a base de un humor ingenioso e inteligente y un dibujo virtuoso, que moldea con sana mala uva sus claras influencias disneyanas. Bone es un tebeo que hipnotizará a los lectores más jóvenes, sin caer nunca en banalidades o soluciones manidas; ahí reside su virtud magnética y el atractivo que sin duda tiene también para el lector adulto.

Diario de un fantasma (Ponent Mon), de Nicolas de Crécy. Una apuesta arriesgada o un cómic no apto para pusilánimes, ustedes eligen. Nunca ha sido fácil adentrarse en el mundo interior alucionado y extrañamente simbólico de de Crécy. Diario de un fantasma es el mejor ejemplo posible de esa constancia. A modo de ensayo metanarrativo sobre el proceso creativo y su fructificación en la obra de arte, de Crécy nos conduce en un viaje entre dos países (Japón y Brasil), mientras el cómic se va, literalmente, construyendo a sí mismo. Ensayo, meta-reflexión o cómic de viajes, o las tres cosas al mismo tiempo, Diario de un fantasma no es una obra perfecta, seguramente, pero en la asunción sincera de de Crécy de esas imperfecciones, el autor conforma un cómic personal y muy diferente a cualquier otro que hayamos leído. 
 

Blotch (Ponent Mon) y La voluptuosidad (La Cúpula), de Blutch. Si 2006 fue el año de Clowes, 2007 lo ha sido para Blutch. Ganado a pulso, además, gracias a dos obras radicalmente diferentes e igualmente galardonadas: Botch y La voluptuosidad. La primera, un ejercicio de humor satírico sobre un humorista sátiro, lleno de crítica social y acidez descriptiva. Un cómic, éste, primorosamente dibujado con un estilo conciso y directo, que debería utilizarse en las escuelas de bellas artes como modelo de efectividad virtuosa. La voluptuosidad nos devuelve, sin embargo, al Blutch más simbólico y críptico. Un trabajo lleno de sensualidad e introspección que reflexiona sobre las raíces que alimentan el deseo, la pasión y el amor carnal. No es Blutch un autor que se conforme con poco. 
 

Mucho nos tememos que no pasará una semana antes de arrepentirnos de no incluir cosas como el S. de Gipi o el Super-puta de Manel Fontdevila, pero que se le va a hacer, aún no hemos tenido la suerte de echarles un ojo y, la verdad, eso de hacer listas preventivas está muy feo. Así que esto es lo que hay. Miren a ver si aún están a tiempo de incluir alguno en la lista de los Reyes Magos; no lo lamentarán. 

Ah, y sí, nos gustaron los Ultimates y su intriga creciente a la americana, pero claro... 
____________________________________________________________

10 comentarios :

Lajarín dijo...

Estoy bastante de acuerdo en su lista, Mr.Kat, pero con lo de super puta tengo un problema. No le pillo el tono. No sé si no llego o estamos ante un claro caso de "traje nuevo del emperador"...

¡¡Felices reyes magos!!

Little Nemo's Kat dijo...

Espero que le hayan traído los Reyes muchos cómics, pinceles y lienzos, don Josema.
Respecto al Super-puta, tengo que confesar que cada vez me pica más la curiosidad y que, seguro, será una de mis primeras compras-lecturas del 2008. Un saludo ;)

Octavio B. (señor punch) dijo...

Chalan es un indudable, aunque esta recopilación no la he leído aún :(
Brown, uno de los tebeos más absorventes que he tenido el placer en mucho tiempo.
Bone me puede, me encanta. Y a mi madre, y a mi sobrina.
El último Crécy es regalo de reyes, veremos :)
La Voluptuosidad, quizá lo mejor del 07, de lo que yo leí.
Ultimates no, no...
Lo demás, no fue leído por menda...
Y cuando lea Gipi, el gato gritará sus mejores alabanzas, apuesto mi sombrero de cucurucho y mi cachiporra ;)

Little Nemo's Kat dijo...

Deja de ser coincidencia que coincidamos en gustos, Mr. Punch. Con afinidades tan poco sospechosas no dudo de que S. hubiera debido estar aquí... Saludos

Ximo dijo...

Magnífica lista Sr. Gato, tiene usted unos ronroneos de lo más acertados, aunque falte El Bulevar de los sueños rotos de Kim Deitch, una obra que en cada lectura acaba cayendo siempre de pie.
No he leído todavía los tomos de Chaland que guardo como si fueran oro y así darme el gustazo de leerlos tranquilamente para cuando estén editados en su totalidad, pero ya les llegará su hora, ya les llegará ... jeje.

Little Nemo's Kat dijo...

Gracias, amigo Ximo, la verdad es que le reconozco los méritos, artísticos sobre todo, al Bulevard, pero lo que cuenta no me acaba de llenar. En fin, será cuestión de releerlo hasta que se me aposente de pie, como dice usted ;)
En cuanto a Chaland, láncese ya, que cada tomo se deja tratar indiviualmente, no se me torture ;)

Anónimo dijo...

¡Feliz año, Señor Gato! No puedo estar más de acuerdo con tu lista. Bone ha sido una grata compañía durante estos días y no puedo esperar a hacerme con el tomo que me falta. ¡Un besico!

Little Nemo's Kat dijo...

Así ando yo también, doña Iru, esperando a ver si cerramos el arco y abrimos otro. Ha sido un buen año de lecturas este 2007. ¡Ojalá el que viene se le acerque! Un beso :D

Mambo cha cha cha dijo...

A mí se me ha escapado "La voluptuosidad" que tiene muy buena pinta!

Con "Nunca me has gustado" reconozco que me he aburrido mucho, salvando los comentarios de la madre, el personaje estrella de la hitoria ;)
Y la verdad es que casi todo lo que he leído últimamente de corte más "indie" me ha decepcionado bastante. Ya me lo pienso dos veces antes de leer algo autobiográfico...

Pues eso, majo. Ya sabes que te sigo aunque comente poco. Mis mejores deseos para este año!

Little Nemo's Kat dijo...

Hola doña Elmyra. Ya sabe usted, para gustos los colores. A mi Brown me gusta precisamente por esa aparente banalidad de lo que cuenta que, me parece, desnuda en realidad casi todos los temores y complejos del protagonista. En esa línea también me gusta Jeff Brown.

La voluptuosidad es extraña (al menos, mucho más que Blotch, que es muy divertido) y bastante simbólica, pero muy sugerente; es lo que tiene dibujar reflexivamente sobre el sexo, je, je.

Un beso, ya sabe usted que yo también le soy fiel, incluso cuando no lo firmo.