Que Love and Rockets, la publicación de los Bros Hernandez, es uno de los hitos del cómic y una de las razones principales de su crecimiento en las últimas décadas como discurso artístico, es indiscutible. Que Palomar, el trabajo de Beto Hernandez, es una obra ambiciosa y compleja, que requiere de lectores igualmente exigentes dispuestos a bucear en ella, tampoco se cuestiona. Del mismo modo que nadie podrá sino alabar la tarea de La Cúpula a la hora de organizar y publicar los materiales de Beto ordenadamente; exigencia básica para un disfrute completo del universo Palomar y sus infinitos afluentes narrativos. Ya hemos hablado de ello en alguna ocasión.
Por eso, porque ya lo hemos contado, ahora vamos a callar y vamos a dejar que Luba en Norteamérica hable por si misma, a través de la voz de Venus, esa infante procaz que filtra en este volumen el mundo extremadamente adulto y poliédrico de Luba y su prole; ese mundo fascinante y magnético creado por Beto. En estos tiempos en que la santidad eclesiástica todo lo ocupa, sólo se me viene un "alabado sea el señor Hernandez" a la cabeza. Lean y miren su declaración de principios, si no:
____________________________________________________Beto Hernández. Río Veneno y Palomar: del amor y otras miserias.
4 comentarios :
Jajajaja!!! Estuve a punto de subir esa imagen yo mismo, así que permíteme que te enlace...
Gran página sí. Será un honor, amigo Berni ;)
He encontrado este tomo menos entretenido que los anteriores y que el siguiente (El libro de Ofelia), que me ha encandilado de principio a fin, ¡Saludicos!
No lo sé, doña Iru. Aún no he leído "El libro de Ofelia", pero tengo que confesar que me reconozco enganchado a los Hernandez. Y eso que cuando comencé con "Luba en Norteamérica" lo hice con alguna reticencia inicial. Si embargo a las pocas páginas ya había sucumbido ante Venus, Pipo, Doraelis y el resto de la fauna "palomarina"... Me tienen ganado estas mozas, incondicionalmente ;)
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