No es un capricho barato, y seguramente el talento infinito de Giraud hubiera brillado más en un papel con mayor gramaje; sin embargo, la colección de Planeta está llena de alicientes: además de regalar a los suscriptores un merchandising variado (láminas, tazas, camisetas y unos sujetalibros en madera y polipiel que pintan muy bien), cada volumen incluye en sus páginas finales un interesante "Dosier Blueberry", en el que se despliegan aspectos historiográficos y creativos acerca de la serie, el personaje y sus creadores. Un aliciente más para el coleccionista. Igual que lo es la excelente y cuidada edición en cartoné con lomo de tela
jueves, septiembre 21, 2017
Blueberry cabalga de nuevo
No es un capricho barato, y seguramente el talento infinito de Giraud hubiera brillado más en un papel con mayor gramaje; sin embargo, la colección de Planeta está llena de alicientes: además de regalar a los suscriptores un merchandising variado (láminas, tazas, camisetas y unos sujetalibros en madera y polipiel que pintan muy bien), cada volumen incluye en sus páginas finales un interesante "Dosier Blueberry", en el que se despliegan aspectos historiográficos y creativos acerca de la serie, el personaje y sus creadores. Un aliciente más para el coleccionista. Igual que lo es la excelente y cuidada edición en cartoné con lomo de tela
sábado, diciembre 03, 2016
GRAF: sobre todo, cómics
Protagonistas |
Paco Alcázar. En otra liga |
Nicolás. Gloriosamente recuperado |
Fosfatino y Ana Galvañ. Vanguardistas |
Mr. Vilches, orgulloso director |
Borja González. El rey de las orquídeas |
Díaz Canales. Genio y figura |
miércoles, marzo 04, 2015
Biografía-cómics y vidas pintureras
martes, mayo 20, 2014
Más Valientes: López Lam, Franz y Estrada.
lunes, noviembre 12, 2012
Ya están aquí...
De la precuela ya les hablamos aquí y aquí.
miércoles, agosto 29, 2012
Kovra cuatro, el underground necesario
Los chicos de Ediciones Valientes se retratan en su nombre. Hace años que seguimos con atención las correrías editoriales y las aventuras digitales de los Martín López e Irene Pérez. Hace mucho que esperamos y coleccionamos los imaginativos y siempre tonificantes números de El temerario, un mini-cómic descargable, imprimible y plegable, que además de ser gratuito, esconde buenas dosis de imaginación y talento. Además, en el listado de colaboradores del Laboratorio de Gráficas Valientes encontramos nombres que, si nos siguen, sabrán que gustan en esta casa; los Esteban Hernández, Álvaro Nofuentes, Miguel Porto, Mireia Pérez...
Hace poco, ha llegado a nuestras manos (gracias Martín) el nuevo número de su comix-zine Kovra #4, un fanzine que, por su cada vez más cuidada edición y volumen, empieza a parecer un libro en realidad. Lo hemos disfrutado como disfrutamos las buenas publicaciones de vanguardia. Defendemos en estas páginas la existencia de revistas, editoriales y autores que se muevan en el margen de la oficialidad. Siempre lo hemos hecho, porque nos parece que la salud del arte (y de la cultura) está condicionada en gran medida por los hallazgos de esos outsiders que, en este mundo de culturas uniformadas y fórmulas repetidas hasta la extenuación, nos 0frecen un poco de aire fresco. ¡En cuántos casos, además, termina el mercado engullendo y masticando los hallazgos del extrarradio para convertirlos en papilla cultural digerible por una masa que la consume irreflexivamente al ritmo del jingle y el slogan!
Alabamos en su día la existencia, también valiente, de La Cruda, el libro-fanzine de Gonzalo Rueda y los suyos, otra publicación esporádica, aleatoria e impredecible, que resulta ser una puerta abierta a la vanguardia artística (no sólo comicográfica) contemporánea. Kovra funciona en otro nivel, en el mundo subterráneo y refrescante, desde su incorrección política y libertad mental, del cómic underground. Aunque el movimiento primigenio se ubicó entre los años 60 y 70, la escuela del underground, su ideario estético, nunca se ha cerrado y ha mutado en miles de formas, a partir de geografías, intenciones y contextos muy concretos. En este sentido, podemos decir que el cómic actual no se entendería sin las diversas publicaciones underground que renuevan constantemente su cauce temático; e incluso editorial, porque ¿no fue también underground la concepción inicial de autoedición de aquellos mini-cómics estadounidenses que, en los años 90, sirvieron de escuela y taller a las estrellas del presente (los Tomine, Millionaire o Ware)?
Publicaciones como Kovra (o el Argh! de Jorge Parras) hacen esa labor necesaria en nuestro país, del mismo modo que en Suecia lo hizo Galago en su día o en Italia lo hace Canicola (sólo similar en espíritu, ya que los italianos se mueven en una línea mucho más cercana a la vanguardia experimental y al diseño gráfico de aquella Raw de don Art Spiegelman). La lista es interminable, desde los eslovenos de Stripburger, a las publicaciones del Institute Pacôme y los increíbles e inabarcables proyectos de Le Dernier Cri en Francia. Kovra es una de nuestras mejores revistas underground y ellos lo reivindican desde esta etiqueta autoacuñada de comix-zine, que les viene como un guante.
Kovra tiene además una vocación internacional. Lo comprobamos en su número cuatro con el número creciente de colaboradores extranjeros y con la traducción de todos los textos al español (e inversa, al inglés). Encontramos un buen puñado de historias dignas de mención: nos han impresionado la línea impecable y la inteligencia narrativa del peruano Rodrigo La Hoz en La madriguera, sin duda, una de las mejores historias del volumen.
Andrés Magán se demuestra como un continuador legítimo de la línea chunga y de sus mejores representantes, con un estilo gráfico que nos recuerda sobremanera al gran Paco Alcázar. Leíamos la historia de la norteamericana Mickey Zacchilli y nos acordábamos de nuestro muy admirado Brian Chippendale y de sus Fort Thunder. El neo-underground encuentra su refrendo más claro en My Love, una historia irreverente y amputada, que parece un divertido mano a mano entre Martí y Burns. Claro que, para irreverentes, "McFly", la mosca viciosa de Santi Z (que cuenta con varias participaciones en el número), la breve colaboración de Jorge Parras, el homenaje a Steve Jobs que se marca Nofu o esa historieta políticamente incorrectísima de Cristina Daura que es Les Bruixes Catalanes.
El chino June Lee se lleva el premio a la participación más surrealista, gracias a su reducción al absurdo de las convenciones del manga (¿o del manhwa?, ¿hay "palabro" chino?). La otra cara de la moneda la marcan el costumbrismo social de las dos historias de Martín López y el biopic jazzístico de Pablo E. Soto. Nos gusta, finalmente, el simbolismo existencial que se esconde detrás de las historias de Don Rogelio J., de la colombiana Paola Gaviria y de la belga Martha Verschaffel.
Ya ven, cómic de vanguardia para todos los gustos, nacionalidades y sexualidades, aunque, como buen underground, no para todas las edades. Que sí para la suya.
(Actualización: 31 - agosto - 2012)
El mismo Martín López nos ayuda a completar el post sobre el underground europeo con dos o tres vínculos de verdadero interés. Reproducimos sus palabras:
Komikaze de Croacia tienen version online y version impresa. Lo de los croatas es flipante. Echa un vistazo por la red a Igor Hofbauer y Dunja Jankovic. Precisamente, Dunja, que colabora en el Kovra, esta organizando un festival de Comic Experimental llamado THE PROJECTX en Portland.
martes, junio 12, 2012
Marina y Zap están vivos.
lunes, mayo 07, 2012
Zap en una Isla Flotante.
lunes, abril 16, 2012
Viñetas infantiles, búhos y croissans.
A Andy Runton, o mejor dicho, a Buh, ya les conocemos. Es un hallazgo de personaje y uno de los tebeos infantiles más celebrados en el mundo del cómic. Isla Flotante ha publicado por vez primera en nuestro país sus aventuras en dos tomitos en cartone, manejables y cuidadosamente editados. El primero incluye las dos primeras historias de Buh, “El camino a casa” y “Verano agridulce”, mientras que el segundo incluye su historia “Un poco tristón”. Nos encanta Buh, porque, como reseñó Booklist en su día, la de Runton es una obra para niños cuyo encanto “también los lectores mayores apreciarán”.
miércoles, marzo 14, 2012
Fanzine Flotante 1.
viernes, marzo 02, 2012
lunes, abril 18, 2011
Así habló Zaratustra. Filosofía a la japonesa.
Por eso, tiene mérito la propuesta de Herder Editorial (especializada en dicho campo, el del pensamiento y la filosofía) de editar la adaptación al manga de Así habló Zaratustra, de Friedrich Nietzsche. Si los japoneses han creado mangas para economistas (la abstracción del número), cocineros (la concreción del gusto y el olfato) o jugadores de gon, ¿por qué no podía un tratado filosófico sufrir un proceso similar de asimilación?
lunes, diciembre 20, 2010
Brevesféricos.
martes, octubre 12, 2010
RЭVЄS #1.
Les dejamos con las portadas, el "Revitorial" de este número y el vínculo perenne ahí a la derecha:
Franjas de confusión magmática y caos controlado, no son malos colores para tenerlos por bandera editorial. Algunos de los nuestros no nos entienden. Fanzinear a lo loco, sin reglas monográficas o patrones de conducta grupal, tiene sus riesgos y, lo asumimos, no nos va a dar acceso a ninguna academia de la ortodoxia. No nos ganaremos ni el carnet de nobleza artística, ni el de la posteridad oficial. Ni falta que hace. Admitimos la pena y nos recreamos en el pecado.
Llegamos al número 1 de Revés y queremos seguir instalados en la confusión y en la duda inteligente, y si es posible aumentarlas. Artistas sin padre ni madre, textos espesos y exigentes, pinturas figurativamente abstractas, cómics con dinosaurio, poemas desenhebrados, arte y saber convertidos en un tutum revolutum, para que cada lector le ponga el orden que rija en su cabeza.
Decíamos, vamos a más en nuestra confusión planificada: lo horizontal sigue rezando prosa cultural, lo vertical continúa vendiendo creación, pero en este Revés en segunda instancia, además, se nos han cruzado las páginas y, de pronto, nos sentimos japoneses. Pues nada, si hay que aprender a leer de nuevo, se aprende. Al que no le guste que proteste airado, que en el siguiente número le respondemos a las quejas en tres párrafos. Queda dicho.