viernes, marzo 28, 2008

Entrevista a Gaspar Naranjo.

Gaspar Naranjo (Ciudad Real, 1971) es el autor de De cómo te conocí, te amé y te odié, su primer tebeo, recién editado por la también nobel Viaje a Bizancio Ediciones. En persona, Gaspar es como uno de sus propios personajes, afable, extrovertido y muy espontáneo. Por eso suponemos que esta entrevista, realizada a través del correo electrónico, ha debido de ser una dura prueba para él. Pero, aunque la pérdida del componente cinético-visual no deja de ser un pequeño drama para un dibujante de cómics (hasta cuando de una entrevista virtual se trata), resulta que Gaspar Naranjo es un tipo tan divertido de palabra como de trazo. Juzguen ustedes mismos el resultado.
De cómo te conocí, te amé y te odié no es tu primera incursión en el campo del cómic, sin embargo sí será el primer tebeo tuyo para los lectores. Cuéntanos algo de tu recorrido viñetero hasta llegar aquí.
Que yo recuerde, siempre he tenido madera de lápiz más que de líder. De pequeño era el típico niño que nadie quiere en su equipo (problemillas de coordinación) así que tenía que sacar la mala leche por algún sitio.
Llevo años inventando pequeñas historias y haciendo ilustraciones para mi y los que me rodean, pero nunca me había planteado la posibilidad de publicarlas. De cómo te... es el fruto de la terquedad y la apuesta de un par de amigos para que diera ese paso. Montones de gratitud para ellos.
Entonces, deduzco que nunca te planteaste sacar a la luz aquellas, como tú las llamas, "pequeñas historias" ¿Cómo han cambiado las cosas desde esos proyectos iniciales hasta De cómo te conocí…? ¿Qué constantes y que líneas se mantienen en tu trabajo desde entonces?
En los últimos años (digamos desde que he alcanzado cierto grado de madurez) mis historias siempre han versado sobre las sensaciones y sentimientos que desarrollo o me gustaría desarrollar en cierto momento: soledad, alegria, desconcierto, anhelo, odio, megalomania, amor... aunque ultimamente todos vienen hilvanados por el más machacón de todos, el del Amor. Es un buen contrapunto o complemento a cualquiera de los anteriores, dando como resultado una suerte de "slice of life" algo surreal.
El de "slice of life" es un término genérico tan controvertido como popular en los últimos tiempos. Veo que no te sientes incómodo dentro de categorizaciones de este tipo...
"Slice of life", "corte de realidad"... me gusta, es bastante elocuente. Cuando uno habla de sentimientos y sensaciones, pues eso, está hablando de la vida misma. A veces me vuelvo más histrionico, más imposible, es entonces cuando este término se queda algo corto (siempre puedes volverlo más elástico con un prefijo como sub- o super- si quieres).
A tenor de tus palabras, uno se pregunta si tu dibujo sería igual de efectivo y tendría la misma fuerza expresiva, aplicado a otro tipo de temas (obras de género, por ejemplo) o formatos diferentes, como la tira cómica. ¿Te lo has planteado alguna vez?
Constantemente. Donde más cómodo me siento es en una simple viñeta o en una tira; de hecho, si observas De cómo te... cada página puede funcionar de forma independiente, es un conjunto de tiras o gags bajo un hilo conductor. En cuanto a obras de genero... me encanta el desafío creativo. Está por ver.
En todo caso, parece que tu estilo está ciertamente enfocado hacia la narración humorística...
Ahí me has dado. Una de las mejores bazas históricas que tiene el lenguaje comicográfico es su gran capacidad de manejo del humor, al poder representar fácilmente situaciones fantásticas, inverosímiles o histriónicas y esta faceta es la que siempre me ha interesado, aunque, como te he he insinuado antes, estoy abierto a cualquier tipo de trabajo o situación. No descarto otros registros pero por ahora la sonrisa es lo que nos interesa.
¿Alguna influencia concreta dentro del cómic o fuera de él, que te haya marcado en esta apuesta por el humor?
Soy de la generación de Marco y Heidi, eso marca. Desde pequeño he utilizado el dibujo y el humor (sobre todo el humor) para escapar de esa monstruosa y desdichada presión (de verdad que no se que les ven a estos dibujos). Cuestión de supervivencia afectivo-sentimental.
Veo que fuiste uno de esos que se engancharon a La bola de cristal para superar la retirada de pantalla de Mazinger Z y la transición a Verano Azul.
Tio... no bromes con eso... lo de Mazinger fue muy duro... Aunque puestos a hacernos los reivindicaguays rompo una lanza por La Pantera Rosa, que parece que a la gente se le olvida y luego dicen: ¡ah!... claro... La Pantera Rosa, La Pantera Rosa... pues sí, coño, sí.
Bueno, cambiemos de tema. Pasemos del contenido a la forma. Cuando se describe tu estilo, aparecen inevitablemente adjetivos como "minimalista", "desnudo", "simple". En todo caso, nos sitúa inmediatamente en la órbita de otros autores que han vivido entre calificativos semejantes; nos acordamos de Calpurnio y su Cuttlas, por ejemplo, o de los cuadros esquemáticos y fuertemente icónicos de Keith Haring ¿Cómo describirías tú tu propio trabajo en términos estilísticos? ¿Reconoces alguna influencia clara en este sentido?
Hay algo que he tenido muy claro desde siempre, desde que empecé a dibujar cómics de una forma consciente y con intencionalidad (allá por mis tiernos trece años) y es que necesitaba un lenguaje que me permitiera expresarme y contar historias lo más rápido posible. ¿Influencias? Me lo he planteado mucho porque tarde o temprano saldría la pregunta. Nunca he sido un gran lector de cómic, siempre he preferido dibujarlos, así que las influencias en este sentido han sido escasas. Si te digo qué Jan con su Superlópez o Ibáñez con Mortadelo y Filemón, me mirarás raro, pero me influenciaron durante muchos años (sobre todo Jan) hasta que di un salto bastante radical a este estilo más esquemático. Toda una ruptura.
¿Calpurnio con su Cuttlas? Supongo..., aunque no recuerdo muy bien que fue antes, si el huevo o la gallina, si me inspiró en esa pirueta o me empecé a fijar más en él por la afinidad de estilo. Conocí a Cuttlas años antes de esa ruptura y aunque seguí a lo mío algo quedaría rondándomelo en las meninges. En todo caso me encanta, me acabo de comprar su último álbum "Esto no es un Cómic" y me lo estoy pasando bomba, tanto por sus historias como por la forma de contarlas. Es curioso, pero tengo más claras las influencias desde otros ámbitos como por ejemplo la música pop española de los 80 o la independiente actual, o la poesía de Gloria Fuertes (su poesía para adultos, no la literatura infantil por la que es conocida por la mayoría de nosotros). Es decir, lenguajes aparentemente fáciles pero cargados de emoción y si es posible de buen humor.
En cuanto a mi estilo, solo trato de que este sea lo más sencillo posible y que haga sonreír al lector de una forma inteligente. Hay algo que sí que me gustaría transmitir y hacia lo que trabajo, que es cierto "lirismo", una especie de búsqueda de poesía visual. Por eso, esa línea y esa composición. No digo que lo consiga pero sí que trabajo para ello. Las inevitables y voluntariosas etiquetas las dejo para los demás.
Llama la atención en tus historias la desnudez de la página, la forma en que tus personajes se mueven sobre el papel blanco, revelando escenarios y contextos ocultos hasta que ellos se posan sobre ellos. ¿Forma, el modo en que organizas la página, parte consciente de esa búsqueda poética o es una solución intuitiva, puramente narrativa?
Inevitablemente las dos cosas forman parte del proceso creativo. Por un lado, la intuición te ayuda a avanzar en tu búsqueda y por otra, las estructuras y conocimientos adquiridos apuntalan y cimientan ese camino a recorrer. Creo que ambos hechos (intuición y consciencia) están muy presentes en cualquier actividad creativa humana ya sea arte o ciencia.
Y estamos seguros de que también hay mucho de trabajo y planificación; de hecho, sería interesante conocer las pautas de tu proceso creativo. ¿Qué pasos sigues para dibujar un cómic?
No tiene mucho misterio, la verdad. Me siento y pienso. Mesa, silla, papel, lápiz y paciencia. Me planteo unos personajes y una situación que les va a acontecer, a partir de ahí tiro del hilo. Esta es la parte más divertida, los bocetos, donde se te pasa de todo por la cabeza, cosas muy sosas y otras que no dejan de sorprenderte a ti mismo; me rió mucho dibujando. Para dibujar un personaje tengo que meterme en él, adoptar su mismo estado de ánimo; si pudieras verme la cara, mis gestos van a la par que sus expresiones, parece un teatrillo más que una mesa de dibujo. Me gusta leer un poco o escuchar algo de música que acompañe a la que voy a dibujar y así ir metiéndome en el folio. Voy depurando y descartando hasta que tengo toda la historia abocetada.
Después me paso al ordenador (la parte aburrida, más aburrida y dolorosa, por la espalda digo... ¿alguien es capaz de ponerse recto delante de una pantalla?). Escaneo los bocetos, los vuelvo de un color gris claro y sobre ellos voy dibujando con mucho más detalle (en los bocetos a penas si se ve algo, cuando se me ocurre enseñarlos con orgullo solo encuentro caras raras y de circunstancia). Por último coloreo y ya está... ¡A dar la brasa a los amigos con mira-lo-que-he-dibujado!
Resuélvenos dos cuestiones respecto a tu técnica de trabajo, ¿empleas algún software o programa especial? ¿significan tus palabras que has medio jubilado las técnicas tradicionales del lapiz y el pincel?
¡Nooooooo, por Dios! ¿Qué será lo próximo, sexo por Bluetooth? El formato digital está muy bien para evitar que se te corra la tinta y te caigan goterones pero la precisión e imperfección de la mano le da una viveza y humanidad al dibujo (al menos en mi caso) que el software no te da. Uso más el ordenador por comodidad y limpieza. Me valgo de programas vectoriales y trabajo con tableta gráfica (no uso ratón sino lapiz) pero aún así insisto... los dedos y el pincel me parecen insustituibles en las distancias cortas.
Bueno, don Gaspar, muchas gracias por habernos regalado una dosis de su tiempo y esfuerzo. Esperamos repetir el encuentro dentro de no mucho. Por cierto, ¿algún proyecto en ciernes?
Despues de tanto amor-desamor y dibujo tierno, aparte de continuar con la historia de De como te... o alguna cosa en esa linea, está cuajando la idea de hacer algo de tipo pornográfico o al menos de una fuerte carga sexual, debe ser la primavera en ciernes o algo del cambio climático...

miércoles, marzo 26, 2008

Operación 700: el retorno (I).

¿Se acuerdan?, hace poco más de un año. Recordamos, además, que terminada aquella aventura prometimos deslindarnos de veleidades coleccionistas y del sucio arte de la acumulación materialista, sí. Pero que quieren, abierta la veda y constatada la oferta, ha sido recaudar (ahorros y queridas "regalaciones" materno-familiares) otros 700 euros del ala y no hemos podido resistirnos. Nos hemos vuelto a lanzar a la piscina de los originales vía-subasta internáutica. Somos de lo peor... con criterio (el nuestro), eso sí.

¿Razones para este desfalco pecuniario y atraco al cerdito de cerámica? Similares a las que aportábamos en aquel entonces:

a) Creemos en la valía artística de un Pogo o un Bringing Up Father. Nos encanta el cómic y admiramos a algunos de sus creadores, en el mismo grado o similar al que nos lleva a recrearnos con trabajos cinematográficos, pictóricos o literarios (si bien, reconocemos que a la historiografía viñetera le queda un trecho por recorrer antes de alcanzar maestros y maestrías como las que alumbran a los otros vehículos artísticos). Dicho lo cual, y salvando ese inevitable ramalazo fetichista que a todos nos sacude en mayor o menor medida, ¡qué bonito es deleitarse con el arte original que cuelga de una pared!

b) En estrecha relación con el punto anterior y para curarme de sibaritismos clasistas o elitismos mal entendidos: comprar cómic original es infinitamente más asequible que adquirir pintura o escultura. Sobre todo en este momento. Subrazones:

b.1/ La relación de la sociedad con el cómic se está normalizando y, en consecuencia, el cómic está empezando a adquirir "cierto" prestigio entre la crítica, los medios y "cierto tipo" de lectores que hace 4 años no hubieran leído un tebeo jamás de los jamases. Dicho lo cual, su consideración artística (y su precio de salida) está aún cogido con los alfileres del ajuste de mercado. Es un buen momento para hacerte con esa página de Sienkiewicz que siempre has querido a precios populares. El debate (¿cuánto vale el trabajo de un artista gráfico?) se abrió en otro momento; no sabemos cuándo se cerrará o cómo, si lo hace.

b.2/ El dollar está cayendo tanto y tal velocidad respecto al euro, que cualquier compra transoceánica presenta un descuento aproximado del 33% respecto a la valoración inicial. Es decir, que sumados los gastos de envío (mucho más baratos también en US que en, digamos, UK) un original por la estimable suma de $150, cuesta en realidad €100 (que tampoco está mal la gracia).

c) Una de patética exculpación: algunos se meten en hipotecas, nosotros nos compramos originales para decorar los muros de la casa nuestra que algún día nos hipotecara. En román paladino, que suele decir el de las barbas, cada uno gasta su dinero como bien quiere. Esperamos que surjan aquí ideas y sugerencias para inconscientes de nuestra quinta y curiosos varios. Ya conocen la regla primaria: límite inicial de la inversión €700. Los resultados, sorprendentes.

Dicho lo cual, nuestra primera adquisición de esta segunda "Operación 700" ha sido...

Nos encanta Dave Cooper y su interpretación orgánico polimórfica del underground y, además, nos convence casi siempre con sus historias marcianas, sus personaje-plaga epidémicos y su trazo inmaculado. Así que cuando nos vimos en la chance de pagar €100 por esta fantástica página, la número 23 de Suckle, no dejábamos de pestañear.

Llegada la página a nuestras manos, nos llamó la atención el tamaño reducido sobre el que trabaja Cooper (9 1/2 x 12 pulgadas, unos 24 x 30 cms) y la precisión milimétrica de su acabado, sin restos del lápiz por ningún lado y apenas dos o tres huellas de corrector. Asusta un tipo con el pulso tan firme dibujando trozos de carne en mutación constante. Suckle está publicado en España por La Cúpula, es uno de los mejores trabajos de Cooper y cada vez que nos acercamos a él nos recuerda lo olvidado que últimamente está su hacedor por estos lares.

martes, marzo 18, 2008

Por qué he matado a Pierre, secretos y mentiras.

Cuando Olivier Karali (Olivier Ka) se puso en contacto con Lionel Papagelli (alias Alfred) para proponerle la transformación en cómic de un episodio autobiográfico, poco podían imaginarse ambos que estaban a punto de alumbrar una de las novelas gráficas más exitosas de los últimos años. Ganadora del Premio del público y del Premio Esencial de Angoulême 2007, Por qué he matado a Pierre (Ponent Mon) relata los años de infancia de su autor y guionista, Olivier Ka, así como el periodo de áspera transición hacia la adolescencia, primero, y hacia la juventud, finalmente.
No obstante, en Por qué he matado a Pierre la recreación del proceso ordinario del crecimiento infantil se deforma progresivamente con cada página, como un tumor existencial, que convierte la transformación del pequeño Olivier en una gran mentira; todo por un secreto escabroso e inconfesable, uno de esos que no se deben desvelar de antemano (y que tampoco descubriremos aquí, no teman).
Casi todo parece medido con una precisión de cirujano en esta historia de niños felices, progenitores hippies esperanzados, curas de izquierdas y universitarios posrevolucionarios. Desde el tiempo discursivo ("cronometrado" por una precisa organización en capítulos que se abren con una imagen del protagonista en continuo crecimiento), hasta la dosificación de los indicios que amparan y esbozan la "tragedia" del protagonista; y que, después, preparan su desenlace catártico. Les hubiera sido más sencillo a sus autores recrearse en un ejercicio hierático de tragedia aséptica (en la línea de obras recientes como Madre vuelve a casa, de Paul Hornschemeier), sin embargo, Alfred y Olivier Ka optan por un género mucho más ajustado al pulso de la cotidianeidad: la tragicomedia.
Porque si algo innegable hay respecto a esta obra es que, en Por qué he matado a Pierre, las sonrisas conviven con las penas en perfecta armonía. A las primeras ayuda, sin duda, ese dibujo caricaturesco limpio y resplandeciente de Alfred. Un trabajo gráfico que nos ubica instantáneamente en el territorio de la línea clara belga, en el feudo de clásicos de Charleroi como Franquin o Jijé. Un dibujo que, paradójicamente, consigue ampliar la carga dramática de las escenas más peliagudas de la obra; ya conocen el dicho pervertido: en ocasiones no hay nada más terrible que la sonrisa de un niño. En ese mismo sentido, funciona el uso del color: Henri Meunier (encargado de tales menesteres) elige gradaciones y gamas cromáticas de una forma simbólica, como herramientas de exposición anímica y termómetro de la transición entre el niño y el hombre, entre el sueño y la vida. De fondo, la crónica social de un periodo convulso en Francia y en Europa: el que avanza desde los proyectos infinitamente revolucionarios del 68, hasta el descreimiento político-cultural que surgiría entre los estertores de un S. XX moribundo. Como las personas, las ideas también se hacen mayores.
En esos tránsitos múltiples, se determina el despertar de Olivier a la realidad adulta (en un recorrido retorcido por la culpa de una niñez golpeada) y en ese camino se concretan las virtudes de Por qué he matado a Pierre. Desde sus página iniciales, salpicadas por el arco iris de la inocencia infantil, hasta el episodio final de la expiación, compuesto como una fotonovela (con fotografías reales -¿se acuerdan de ese otro gran cómic que es El fotógrafo?-), el lector vive y vislumbra en este cómic un secreto argumental doloroso: el que se esconde tras la pérdida de la inocencia (traumática, en este caso).

La inteligencia de sus autores a la hora de medir, dosificar y organizar materiales, evita subrayados innecesariamente trágicos y simplificaciones psicológicas (o maniqueas) en la descripción de sus personajes. Por eso, por su inteligencia, Por qué he matado a Pierre nos toca como lectores en lo más hondo, porque, en ese territorio de nuestra memoria (o alma, vayan ustedes a saber) donde se mueve su historia, es donde aún habita el crío que fuimos algún día, alguien no tan diferente del pequeño Olivier, después de todo. Y me van a perdonar que me haya puesto sensible, cayendo precisamente en las tentaciones que este tebeo trata de evitar a toda costa.
Sobra el comentario, pero Por qué he matado a Pierre fue uno de nuestros favoritos del 2007, por supuesto.

jueves, marzo 13, 2008

Little Ripper's Kat.

Se nos quejaba recientemente don Álvaro de la guisa charcutera y escaso sexapeal con que se mostraba en algún retrato bizantino. Nos solidarizamos con sus cuitas y añadimos nuevos argumentos: para visión terrorífica y gesto atemorizante, el que nos ha salido en esta foto. !Miedito nos damos¡ ¡Cuidado editores, la próxima vez que nos endilguéis una página en negro o un error tipográfico, os abrimos el tebeo en canal!

Por supuesto, gracias mil, doña Zoraida, ¡es usted una artistaza!

domingo, marzo 09, 2008

Elecciones vinculadas.

No sé si lo han notado, pero últimamente estamos más contentos que unas pascuas. Gracias a nuestro buen amigo Vita, a este blog se le han levantado los vínculos en el Mozilla y además ahora le vemos los bajos al título hasta en las versiones pestañeras del Explorer. Tan contentos estamos que, hoy, día de elecciones, vamos a elegir candidatos para engordar nuestros "vínculos de autor".
Nuestro amigo Yorkshire nos echaba una pequeña bronca no hace mucho por obviar al señor Jorge Parras entre nuestras menciones a páginas de elaboración manual y artesana. No le faltaban razones, no sólo por esa originalidad manuscrita de su página Pure Basure (que la convierte en presa visual inmediata), sino porque esta bitácora de Parras es una de los más hilarantes, gamberras y estilosas de las que conforman nuestra blogosfera autorial. No se pueden decir sino bondades de esta casa, habitada por "monstruos" tan divertidamente asquerosos como sanamente ofensivos. No nos extraña que el bueno de Parras haya sido nominado para el Saló del Cómic de Barcelona en las categorías de autor revelación y mejor revista; y es que lo de ARGH! es cosa aparte. Parras forma parte del colectivo de ARGH!, probablemente la revista más trasgresora del panorama comiquero español actual. De hecho, se nos ocurren pocos ejemplos patrios que encajen tan bien en el siempre reivindicable concepto de revista underground. Ah, y no se pierdan sus fondos de escritorio, una buena razón para encender la pantallita cada día.


Y de postre, un clásico maldito, uno de los autores más personales de las últimas décadas del cómic español, uno de esos dibujantes que hurgan en las tripas del vicio, un creador que supo arrastrarse entre las llamas del pecado, regocijándose en cada una de las faltas humanas y divinas, un pregonero de rencores, iras y miradas vehementes con cuchillo afilado en la boca; seguramente el único autor capaz de editar un tebeo tamaño-mesa (40x30 cms), sin que se le caigan los anillos, se le derrame el orujo o menee un pelo, y lo que es mejor, sin perder una gota de arte y perversa extrañeza. Señoras y señores, con todos ustedes nuestro admirado:
Santiago Sequeiros.

miércoles, marzo 05, 2008

Paseos granadinos entre cómics y naranjos.

De vuelta de tierras "granaínas" nos traemos en el morral un buen puñado de tebeos, muchos buenos momentos y bastantes abrazos. Siempre es un placer cruzar España para visitar una de sus ciudades más fragantes, si además la excusa es visitar uno de los salones comiqueros más pujantes del panorama peninsular (en su decimotercera edición), mejor que mejor. Aunque sólo pudimos asistir durante la jornada del sábado, no queremos olvidar lo que allí vimos y vivimos:
Vimos unas instalaciones amplias luminosas y muy bien preparadas para lo que en ellas se celebraba. Pasillos amplios poblados de visitantes que podían avanzar entre stands sin esas apreturas tan habituales en otros eventos similares. Como nos confesaban los organizadores del salón en petit comité este hecho hacía que la asistencia pareciera más reducida de lo que en realidad demostraba el abultado número de visitantes, dispersos entre los diferentes salones que componían el recinto o entretenidos en el soleado exterior en carnavalesco espectáculo a medio camino entre la fiesta de disfraces y el homenaje manga.
En uno de esos recintos se llevaban a cabo conferencias tan interesantes como la que reunió a miembros de la recién creada Asociación de Editores de Cómic de Andalucía, para discutir en su puesta de largo acerca de la situación y dificultades actuales del cómic andaluz y de sus artistas. Allí escuchamos a las cabezas visibles de Viaje a Bizancio Ediciones, de Mangaline, de Dreamers, de Saturno Ediciones... y allí tuvimos la ocasión de presentar en público a Gaspar Naranjo y su De como te conocí, te amé y te odié, del que tanto hemos hablado ya por aquí.

La asociación de los jefes.

Después, de paseo entre los stands disfrutamos de charlas y encuentros con blogueros amigos, nos divertimos con las peleas carniceras (con ticket de por medio) entre los fans de Brian Bolland, con las fotografías góticas de Paul Naschy junto a sus seguidores, con nuestro amigo Gaspar parapetado detrás de sus gafitas y sus acuarelas líquidas, firmando ejemplares como un amanuense descosido. Entre paseo y paseo nos enteramos además de los contactos auspiciados por el salón entre dibujantes jóvenes y editores extranjeros, o de algunos muy interesantes planes editoriales de editoriales aún jóvenes. Tuvimos tiempo de ver la fantástica exposición de originales de la Enciclopedia Universal Clismón del fantástico Miguel Brieva.

Brian Bolland afanoso en su entrega al fan.


Gaspar Naranjo presumiendo de acuarelas

Paul Naschy y sus anónimos admiradores.


Y sobre todo, entre los sudores de las editoriales y los editores, los disfraces de Jack Skellington, Narutos o caballeros Jedai, percibimos los esfuerzos de la organización por hacer bien las cosas y seguir creciendo como festival. Será un placer volver a ver Granada y volver a visitar a los buenos amigos que allí dejamos.

Ah, además nos hicimos con ese afamado Emigrantes que no hace mucho triunfó en otro lejano salón.

martes, febrero 26, 2008

Ya sabe, Usted, y van cuatro.

La labor de los fanzineros nos parece admirable (y necesaria); cuando ese trabajo adquiere la forma de un monográfico, la cosa se torna heroica. Así sucede y viene sucediendo con Esteban Hernández y su fanzine Usted, del que acaba de aparecer el cuarto número y se anuncia el quinto (con colaboraciones lustrosas esta vez).
Desde la aparición del interesante Culpable e historias cortas, se ha hablado bastante y bastante bien acerca de este joven (jovencísimo) autor ciudadrealeño, sin duda uno de los dibujantes que más alegrías habrá de darnos en años venideros. En este Usted #4 hay pruebas claras de ello, sobre todo por lo que respecta a la evolución gráfica de su autor. Quizás tenga algo que ver con las palabras que leíamos hace no mucho en su blog:
He pensado en concretar mi estilo de dibujo. En vista de que en unos tres meses acabo Bellas Artes y debo pensar en lo alimenticio, el plan de producción de páginas masivo lo voy a cambiar por otro consistente en buscar una fórmula gráfica que me abra caminos más comerciales. Lo que quiero decir es que al cerrar la etapa universitaria, cerraré aquella otra de investigación gráfica. Aunque haya habido poca. Seguiré ilustrando y haciendo tebeos, pero lo que pretendo es que todos mis dibujos se reconozcan de la misma mano. En definitiva, cuidar la producción con criterios de calidad mas que de cantidad.
Nos gusta lo que dice y lo reconocemos en Maldita metáfora (una de las historias de Usted): al estilo barroco, detallista y lleno de recovecos de Esteban le sienta bien el matiz clarificador que aporta el color (los tonos grises, en este ejemplo); mucho mejor, en todo caso, que las tramas y los rayados manuales que, en alguna ocasión, crean cierta confusión visual, que no existe cuando recurre a superficies cromáticas planas. Es indudable que Esteban Hernández ya tiene un estilo, el de un buen dibujante, un artista que nos recuerda a algunos grandes de los 80 como Beroy o Fernando de Felipe. Un estilo que, estamos seguros, seguirá creciendo en esa muy fructífera línea que venimos observando últimamente en su blog y que, como hemos señalado, se vislumbra claramente en algunos episodios de esta nueva entrega.
Personal es también su discurso, que duda cabe. En casi todos los trabajos de Esteban Hernández se gira alrededor de ciertas constantes básicas: el azar como factor inescrutable, los procesos mentales que conducen a la demencia, las patologías... Hay algo enfermizo en los seres que habitan las viñetas de este joven dibujante. Sucede que, también en ocasiones, ese alma osura se manifiesta con excesiva verbosidad y adquiere vericuetos narrativos demasiado tortuosos, hecho que afecta negativamente al desarrollo fluido de algunas de las tramas de Esteban. Aspectos mejorables, seguro, pero que no impiden que las palabras arriba citadas vayan camino de tornarse en certeza. Nos gusta la reflexión autorial y nos gustan los creadores abiertos a la experimentación y a la evolución.


Por eso nos gusta Esteban Hernández, porque pese a ser ya un artista con un lugar en el panorama comicográfico español, no se conforma. Apostamos por lo que nos ha de deparar.

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A lo mejor no hay que esperar tanto (al menos para el merecido reconocimiento). Nos acabamos de enterar de que Usted y Esteban, por tanto, han sido nominados para la categoría de mejor fanzine del 2007. ¡Enhorabuena!

viernes, febrero 22, 2008

Gipi, locales silenciosos.

En los últimos tiempos, Gipi es una de las salsas más sustanciosas en cualquier ensalada de "grandes éxitos" comiqueros que se precie. Cada nueva publicación suya viene irremediablemente acompañada de críticas superlativas, menciones honoríficas y algarabía bloguera. La última de ellas en nuestro país es El local.
Matiz 1. Una perogrullada para empezar: El local no es Apuntes para una historia de guerra, por ejemplo. Nos referimos a la ambición en sus planteamientos y al alcance último de los resultados. Tampoco creemos que lo pretenda, sinceramente.
Matiz 2. La anécdota argumental que enmarca los acontecimientos y sucesos de El local no es sino eso, un hecho anecdótico, una historia mínima sin la trascendencia contextual de otras obras de Gipi. Priman ahora las personas y sus errores, el sentimiento vivido, frente a esa experiencia condicionada por el entorno (la guerra, sobre todo), que funciona como chispa de arranque y combustible en otras obras suyas.
Dicho lo cual, nos congraciamos de que Gipi siga regalándonos obras, más o menos ambiciosas, porque ninguna de las creaciones suyas (al menos entre las que hemos leído) es pequeña en términos artísticos o crea indiferencia. Gipi nos dice algo incluso cuando no habla de nada. Es más, cuanto menos dicen los personajes de este italiano, delicado y profundo, más significan sus silencios.
Dentro de la teorización musical se ha subrayado insistentemente la importancia del silencio. No es tan frecuente oír argumentaciones similares en otras ramas del arte, aunque algunos discursos narrativos hayan nacido y crecido en la cuna dorada del vacío sonoro. Existen cómics mudos (ayer hablábamos de uno de ellos y ejemplos no faltan), pero pocos autores hacen de los paisajes vacíos, el gesto y la mirada, una herramienta tan significativa como Gipi. El silencio como pausa contemplativa, como pausa de dilación y/o delación, como "músculo" narrativo-destensor..., los cómics de Gipi nos dice mucho con sus vacíos: es en ellos donde se gesta la excusa perfecta de un muchacho que intenta convencer a su padre para que le preste el coche, o donde la rabia adolescente se transforma en descarga sonora en un local de ensayo perdido en el monte. El silencio es el cobijo del joven que se avergüenza de su cuerpo cambiante y duda ante la desnudez del baño playero o donde se acumula la mezcla de desconcierto y rabia de un padre que no entiende a su hijo...


El local dibuja pequeñas historias personales que intentan poner orden dentro de ese desorden personal, afectivo, hormonal y social que llamamos adolescencia, simplemente, a partir de una pequeña anécdota: la de unos jóvenes tan diferentes entre sí que lo tienen todo en común, especialmente su amor por la música y su deseo de no estar solos cuando suene la primera nota.
Todo ello bañado en esos paisajes de acuarelas infinitas que llenan de silencios los cómics de Gipi.

martes, febrero 19, 2008

Gaspar Naranjo, de como lo conocí, lo disfruté y por qué lo reseño.

Últimamente avanzo con el pie cambiado y (casi) siempre se me adelantan los buenos; bien me parece, cuando el motivo también lo es (bueno).
Porque bueno es el trabajo primerizo de Gaspar Naranjo, su divertidísimo De como te conocí, te amé y te odié; recién publicado en la también nueva Viaje a Bizandio Ediciones, de la que hablábamos ayer. No vamos a hacer trampas, don Gaspar es un buen y viejo amigo nuestro; además, no sería justo repetir aquí las mismas palabras que ya le hemos dedicado al tebeo en otras páginas.
El hecho es que no es fácil hablar de trabajos que a uno le tocan de cerca, por la causa que sea. Las soluciones pasan por contemporizar y dedicar halagos a troche y moche al allegado o, en su defecto (si la cosa no nos ha convencido del todo, a pesar de la predisposición complaciente), simplemente pasarla por alto con un estudiado gesto de descuido involuntario. En este caso, como el tinglado éste no nos da de comer ni nos compromete a nada, no vamos a hacer ni una cosa, ni la otra. Nos vamos a limitar a decir la verdad clara y diáfana, independientemente de filiaciones o colegueos estúpidos: De como te conocí, te amé y te odié es un muy buen cómic y su autor (casi primerizo) será uno de los descubrimientos-sorpresa de este curso para muchos lectores, verán. Razones, varias.
Me ha sorprendido la etiqueta que le ha puesto el carcelero a su reseña "Simple", simplemente porque cuando uno lee De como te conocí,... una las referencias comicográficas que se le vienen a la cabeza (Cutlas a parte) es Simple, mejor dicho, Silvestre, perdón, (el gran) Federico del Barrio y aquel precedente de ese Simple, llamado Relaciones (que se publicó en Francia antes que en España). No queremos liarles, créanme, pero estén seguros de que, si todavía no han leído Simple o Relaciones, tienen dos deudas pendientes con el cómic español.
Un autor prolífico, polifacético y proclive a la pirueta mortal como Federico del Barrio, se planteó estas dos obras experimentales a modo de experimento. Hemos oído en algún sitio que, según su propia opinión, un experimento fallido. A nosotros no nos lo parece: cuando leímos Simple o Relaciones por vez primera, tuvimos la sensación de que Silvestre (Federico) estaba abriendo docenas de puertas para el cómic; en un momento en que la silicona "edito-difusivo-académico-lectora" sellaba viñetas y cerraduras día tras día. Las obras-experimento se publicaron, se vendieron escasamente, se archivaron en el ángulo oscuro de las estanterías y se olvidaron.
Por eso, la lectura de este trabajo de Gaspar nos ha iluminado el cerebelo a ritmo de sonrisas, porque detrás del gaj, detrás de la pirueta visual y el acontecimiento emotivo, detrás de todo eso (o encima de ello) hay un esqueleto narrativo, una forma icónica de contar casi ignorada en el cómic actual. Estamos ante un tebeo que prescinde de las palabras, sin echarlas nunca de menos. Un cómic cuyos personajes, reducidos a la mínima expresión, respiran en la página con más vida que muchos trabajos hiperrealistas. Sencillamente porque viven en ella. Porque toman de ella lo único que necesitan para su existencia verosímil. Es lo que hace que el minimalismo de Gaspar Naranjo funcione casi siempre como un dardo visual: consigue captar los sentimientos más hondos de sus personajes a partir de una anécdota argumental que se instala en la página, recurriendo únicamente a los mecanismo comicográficos necesarios en cada momento (viñetas sólo cuando hacen falta, globos en contadas ocasiones y, casi siempre, con un valor icónico-connotativo, lineas cinéticas si la historia necesita dinamismo visual, casi nunca como subrayado, etc.)


Por eso también, porque De como te conocí, te amé y te odié respira de
las imágenes esenciales y porque lo que cuenta es pura existencia, los personajes pueden permitirse esa simplicidad esquemática que los hace universales. Ellos somos nosotros, ni más ni menos. Todos hemos vivido su historia, hemos reído y llorado antes esos mismos aconteceres. Como supo ver Gombrich (entre otros muchos estudiosos de la psicología de la percepción): "Apenas importa cuán trivial sea el rasgo distintivo que se tome, siempre que sea identificable sistemáticamente". Es decir que, en ocasiones, el detalle está de más, cuando lo importante se puede trasmitir con el icono reducido a su mínima expresión.
Así, aquellos experimentos, a veces asépticos, quirúrgicos, de Federico del Barrio se llenan de vida en este divertidísimo tebeo que, entre risa y sonrisa, nos pincha en el corazón y en la inteligencia página a página. Así da gusto tener amigos artistas.

domingo, febrero 17, 2008

Bizancio Ediciones empapelados.

Llegamos tarde al anuncio, pero ¡no pensarían que íbamos a pasarlo por alto!: Último Viaje a Bizancio Ediciones, se pasa al papel y se convierte en Viaje a Bizancio Ediciones. Hemos hablado de ellos con frecuencia en esta casa. Básicamente, porque es difícil no contagiarse del espíritu animoso y del ánimo espiritoso de su "jefe" y fundador, don José María Carrasco (alias Yorkshire), pero también porque casi desde el comienzo se nos invitó a participar en esas iniciativas varias que chispeaban en la cabeza de su gerente. Se acuerdan seguro de esa revista digital de y sobre cómics que atiende al nombre de Tebeos en Palabras (de la que esperamos ver el tercer número no dentro de mucho) o los dossiers monográficos, como aquel que se le dedicó a Max en su día.
Pero -y esto es lo verdaderamente relevante- la novedad reside en que ya han aparecido los dos primeros proyectos editoriales de la editorial: De como te conocí, te amé y te odié (el primer tebeo de nuestro buen amigo Gaspar Naranjo) y Desde el abismo. Casi na.

Como del primero de ellos hablaremos largo y tendido en estos próximos días, queremos destacarles ahora a ustedes ese cómic-revista-libro que arranca con un elenco de dibujantes de los que quitan el hipo. Nada menos que Max, David Rubín, Pere Joan, Sonia Pulido, Esteban Hernández, Brais Rodríguez, Luis NCT, Zoraida Zoro, Jorge Parras, Carlos Arrojo, Juan Gargallo, elfélix, Mik Baro, Geo Rôo y Álvaro Pons. El miedo como hilo conductor para un tomo que incluye algunos de nuestros mejores autores y a varias de las futuras promesas del cómic español. Seguro que se va a hablar largo y tendido de este Desde el abismo. Además, desde aquí queremos agradecerle al bueno de Yorkshire que nos haya invitado a participar (otra vez) con tanto creador talentoso. Ha sido un honor encajar nuestro articulito entre tanta buena viñeta.
Retomaremos el tema. Por ahora les dejamos con las notas de prensa de las dos publicaciones:
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Nota de Prensa de Viaje a Bizancio Ediciones.
Nos alegra presentaros nuestro salto de la virtualidad al papel. Viaje a Bizancio Ediciones se hace mayor y se tira de cabeza a las resmas de la celulosa con historias dibujeras y muchos proyectos por delante. Nacemos con el espíritu lector de la persona de a pie, para mostrarles nuestras lecturas y nuestras vergüenzas cada vez que se abra un cómic nuestro y se percate que existimos y que ya somos una realidad. Esperamos abrir puertas al cómic español y de autor, que desde la inmensa minoría y la absoluta calidad seamos un intermediario cálido entre autores y lectores, que no es poco.
Y abrimos boca con las dos primeras publicaciones que a continuación os presentamos:
Desde el abismo (Varios Autores)

Características: Portada a cuatro tintas con solapas. Interior en B/N. Encuadernado en rústica. Medidas (19 cm x 28,5 cm)
Nº Páginas: 152
Autor/es: Max, David Rubín, Pere Joan, Sonia Pulido, Esteban Hernández, Brais Rodríguez, Luis NCT, Zoraida Zoro, Jorge Parras, Carlos Arrojo, Rubén Varillas, Juan Gargallo, elfélix, Mik Baro y Geo Rôo
ISBN: 978-84-936219-0-2
Fecha Edición: 15/01/2008
PVP: 16 Euros
Novedad en el XIII Salón Internacional del Cómic de Granada 2008.
Desde el abismo es un cómic que ahonda en el horror interno del individuo y de las cosas. No busca la verdad de conocimiento ni los elementos universales, ni materia reflexiva, sólo la ausencia general de la mente, el instinto hondo de los espacios y las sombras de la carne, solamente el uno y lo otro: yo y el miedo.
Con un especial de 26 páginas sobre Max: una historia de horror y dibujos inéditos en España, y, una entrevista de más de 40 preguntas hablando sobre la ‘narración ilustrativa’ y la arquitectura de la página.
Además tenemos historias de horrores cotidianos e íntimos de David Rubín, Pere Joan, Sonia Pulido, Esteban Hernández, LuisNCT, Zoraida Zaro, Brais Rodríguez, elfélix, Jorge Parras, Carlos Arrojo, Juan Gargallo, Mik Baro, Geo Rôo y artículos de opinión de Rubén Varillas y Álvaro Pons.
Un saludo desde el horror.
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De cómo te conocí, te amé y te odié, de Garpar Naranjo


Características: Portada a cuatro tintas con solapas. Interior en color. Encuadernado en rústica. Medidas (19 cm x 28,5 cm)
Nº Páginas: 56
Autor/es: Gaspar Naranjo
ISBN: 978-84-936219-1-9
Fecha Edición: 15/01/2008
PVP: 12 Euros
Novedad en el XIII Salón Internacional del Cómic de Granada 2008.
Ni más, ni menos, como la vida misma. De cómo te conocí, te amé y te odié es un tebeo para todos los públicos, para todas las edades y para todos los momentos, porque habla de sentimientos que todos reconocemos como propios: los que rodean al amor y al desamor. Una historia de ligoteos, cenas románticas, sexo apasionado y discusiones irreconciliables, narrada con mucho humor y muy pocas palabras.
Gaspar Naranjo, un dibujante capaz de recrear, a través de sus personajes luminosos y esquemáticos, esas pequeñas alegrías, pasiones y tragedias cotidianas que alimentan nuestra existencia. Y todo ello desde esa virtud tan difícil de encontrar que es el humor, en su versión más sincera y generosa.
Como podéis observar, los días 28, 29 de febrero, y, los 1 y 2 de marzo, vamos a estar con un stand en el XIII Salón Internacional del Cómic de Granada para acercarnos a los lectores y a los medios. Gaspar Naranjo, LuisNCT, Zoraida Zaro y Juan Gargallo van a estar a vuestra disposición en nuestro stand para hablar con el lector, los medios y firmarte un ejemplar.
Muchas gracias a todos y nos vemos muy pronto.
Yorkshire, editor de Viaje a Bizancio Ediciones