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jueves, junio 07, 2007

Operación 700 (I)

Me está divirtiendo tanto la polémica generada en torno al "guionista y los 10.000 euros", que me he animado a desvelar algunos trapos limpios personales que guardaba celosamente en mi cajón de secretos comicográficos. Tiene que ver mi salida del armario viñetero sobre todo con la cuestión monetaria y los enconados debates acerca de la cotización real de la viñeta en el mercado.

Hacen falta algunas aclaraciones previas: a) No me considero fetichista-coleccionista (al menos, no demasiado); b) No soy un rico heredero; c) Lo que aquí contaré es un episodio esporádico que, seguramente, no tendrá continuidad futura. Dicho lo cual, comienza el relato episódico del entuerto que algunos querrán desfazer y que motivó la aventura minina entitulada "Operación 700".

Como ya he comentado aquí, en más ocasiones de las que aconseja el sentido del pudor, hace no demasiado concluí uno de esos proyectos personales de largo alcance y aún más larga gestación. Hecho lo cual, decidí autohomenajearme con algún caprichito (o caprichazo) a cargo de los siempre sufridos ahorros que uno atesora bajo el jergón. Siempre me ha gustado el arte moderno, pero un buen día me percaté de forma decisiva e irrefutable de un hecho impepinable: con mi edad, ingresos y ahorrillos, nunca podré permitirme entrar en una subasta por un Rothko (bueno, entrar sí, pero sólo a mirar). Constatado lo cual, decidí rebuscar algún capricho deseado y anhelado entre mis otras aficiones potencialmente más asequibles. Claro, si están ustedes aquí leyendo, pueden imaginarse hacia donde dirigí mis pasos.

He aquí la idea peregrina: intentaría hacerme vía-subasta-ebay, con alguna página, tira o trabajo original de algún dibujante de cómics de los de relumbrón o, simplemente, de alguno de los que admiro (por una u otra causa). De este modo, podría (nuevo recuento): a) darme el gustazo de tener y poder disfrutar de "arte original" en alguna de las paredes de la casa que algún día, espero, tendré (ya he dicho en alguna ocasión que, para el menda, el cómic es una manifestación artística con obras y artistas tan meritorios como cualquier otra -quizás en menor número, debido al tardío despertar); b) comportarme como un fan enloquecido, aunque sólo sea por una vez en la vida; c) constatar hasta que punto el cómic esta sobre o infravalorado en el mercado del arte actual. Presupuesto: 700 euros (una pasta, lo sé, pero como dice el ínclito, mis ahorros son míos y me los gasto como quiero). Considerando que nuestro guionista misterioso (el de los 10.000 euros) pagará unos 160 leuros del ala por página, al autor novel (de calidad, eso sí) que resulte elegido..., la cosa tampoco parecía que fuera a dar para mucho hablando de autores consagrados y estrellas del cómic, la verdad. Por otro lado, yo me conformaba con tiritas de prensa o similares; tampoco necesitaba grandes páginas a color o desplegables a la témpera china.

Por hacer la entrada al "experimento" más sencilla y fluida, me agencié una tirita de un autor joven norteamericano, que me gusta mucho, y que me salió la mar de económica. Por cortesía de Drew Weing me hice con ésta:

Ah, se me olvidaba, comprar en dólares siempre renta en estos tiempos de la superfuerza euroica.