jueves, diciembre 28, 2006

Un paseo de cómic por el 2006: encalado final (V)

Última tanda de palmaditas, alegrones y miradas optimistas tras mejillas rubicundas a lo Liberatore. Inevitable mencionarlo, no obstante: el 2006 ha sido muy positivo en términos editoriales (ojo, hablamos desde la óptica del lector, que en lo de las ventas deberán ser las mismas casas las que se pronuncien). Pues sí, este curso se ha editado mucho y con un criterio más que aceptable (en progresión constante desde hace unos añitos). Respecto a otros años, se observa una mayor racionalización en los materiales editados: cantidad/calidad. Casi cada editorial de las muchas presentes en nuestro país, ha sacado a la luz algún estreno que merecería estar entre lo mejor del año. Además, las editoriales pequeñas van asentando sus criterios de edición y seleccionando su espectro de mercado.

El manga sigue creciendo sin freno, conscientes sus editores de la atracción magnética que ejerce el sector sobre los lectores más jóvenes y los fans irredentos (no hay más que ver las cifras del último salón del manga). Planeta sigue tirando de catálogo e influencias y, algunas veces, consigue engancharnos con sus propuestas editoriales a lectores no habituales de manga: por ejemplo, cuando recuperan la obra del grandísimo Tezuka, como este 2006 con El árbol que da sombra. Otras editoriales, Ponent Mon al frente, siguen apostando por el manga (con obras de Jiro Taniguchi: El viento de la Tundra, El rastreador o la continuación de La época de Botchan) o el "nouvelle manga" de calidad (Kan Takahama y su Awabi); sin olvidar incursiones editoriales con la mirada del manga al fondo (Fresa y chocolate, de Aurelia Aurita, por ejemplo). En La Cúpula le han cogido el gusto al terror onírico-hipnótico de Hideshi Hino (Panorama infernal, El hombre cadaver); que sigan. Mientras tanto, Glénat a lo suyo con su ingente catálogo manga, sigue las series en marcha de Takahashi (Maison Ikkoku o Lamu) y aparece alguna sorpresita de la autora, como La tragedia de P.

Panini continúa centrada en lo suyo, los superhombres y superhembras de Marvel. Reedita antiguos títulos clásicos con criterio (el Spiderman de Lee y Ditko o Marvels, de Busiek y Ross) y algunos no tan viejos que algún día lo serán (clásicos), como sus Ultimates. Entre lo nuevo, aparece en muchas listas los Jóvenes Vengadores, de Allan Heinberg y Jimmy Cheung o la miniserie Iron Man: Extremis, de Ellis y Granov (ahora que vamos a cansarnos de oír hablar del señor de hierro con su adaptación cinematográfica).

Norma ha editado en un volumen el fantástico Superman para todas las estaciones (de Jeph Loeb y Tim Sale), pero como suele ser norma en ellos (¡perdón!), no se limita al mercado de los héroes en mallas y llega materiales menos localizables, genéricamente hablando, como los muy queridos por sus fans Concrete, de Chadwick, el Stranger in Paradise, de Terry Moore o Elfquest de los Pini.

Planeta, no quiere ser menos y terminó su irregular coleccionable de Batman (que había comenzado con el cebo inmejorable del Año Uno a un euro). Además, entre sus muchas series, encontramos el Catwoman de Bruebaker, el Superman de Azzarello y Rucka o sus infinitas reediciones de clásicos, entre las que han hecho ruido la de JLA/JLE, de Keith Giffen y DeMatteis, la de El cuarto mundo, de Jack Kirby o, tachán, el Green Lantern/Green Arrow de los señores O'Neil y Neal Adams, casi na. Y sin ser exactamente del género, lo cierto es que Los muertos vivientes de Robert Kirkman merecería citarse aunque sólo fuera por los premios recibidos en Expocomic 2006 (guión y obra extranjera). Lo de los superhéroes, como ven, inmanejable.

También abundante ha sido la cosecha del llamado "cómic de autor", por oposición a aquel (???). Entre lo norteamericano (Canadá incluido), encontramos y damos la bienvenida a muchas chicas con obra de relumbrón: La Perdida, de Jessica Abel (Astiberri), El corcel gris, de Hope Larson (Dibbuks) o Vida de una niña, de Phoebe Gloeckner (La Cúpula). También relativamente novedosa es la proliferación de cómics con temática gay, entre los que destaca sobremanera la obra magna de Howard Cruse, Stuck Rubber Baby (excelentemente editada por Dolmen). Entre los jóvenes y los viejos clásicos, nos topamos con que de casi todos encontramos novedades este año: de Chester Brown, Ed, el payaso feliz (La Cúpula; por lo demás, seguiremos el consejo de La Cárcel y consideraremos que la edición corregida de Louis Riel en enero sitúa a esta obra en el 2007), de Clowes, Caricatura, Lloyd Llewellyn (La Cúpula) y, el más citado y halagado del año, Ice Haven (Mondadori); el delicioso Paul va atrabajar este verano (Fulgencio Pimentel), del canadiense Rabagliati también merece algo más que una cita; por supuesto, Locas de Jaime Hernández y de Crumb, El gran libro Yum Yum (también de La Cúpula los dos); la ansiada tercera entrega de Tug & Buster (Astiberri) o el Gregory 2 (Planeta), de Marc Hempel o la edición definitiva del más popular de los los "independientes", el Bone de Jeff Smith (Astiberri). Por lo demás, en los próximos años, oíremos hablar de Kevin Huizenga (Ganges -Sins Entido), de Jeff Brown (Inverosímil - La Cúpula) o Anders Nilsen (Mitologías -Fulgencio Pimentel), y de algunos otros por venir como Weing, Hanuka o Brian Ralph. Y que no se me olvide un acontecimiento en varios sentidos y por varias causas: la edición del King, de Ho Che Anderson (Edicions de Ponent). 

En la vieja Europa, igualmente, muchas y muy buenas cosas. Refrendando además una realidad: cada vez se editan antes en España los materiales de fuera. Que valga como ejemplo La mala gente de Davodeau, que los señores de Ponent editaron en nuestro país con las ascuas de su triunfo en Angouleme aún humeantes. También de Ponent es el celebrado Periodo glaciar, de Créçy y algunas de las muchas obras de Sfar (La Java Bleue o Pascin), que hemos olido este año por aquí; otras son: El gato del rabino 4, El minúsculo mosquetero 1 (Norma), . Y siguen sacando cosas Frederik Peeters (nueva entrega de Lupus en Astiberri), Larcenet (Vida de perros: una aventura rocambolesca de Sigmund Freud y otra entrega de Los combates cotidianos -ambos en Norma ). Más cosas destacables: el extraño, experimental y sorprendente Morlac (Diábolo Ediciones), de Leif Tande (noruego-canadiense, que bien podríamos haber citado antes) o el premiado Apuntes para una historia de guerra, de Gippi (Sins Entido). Y por estas tierras hispanas, ¿qué ha sucedido? Pues que lo que funciona fuera, parece que también cala dentro, así que, albricias, poco a poco las chicas se meten con fuerza dentro del negocio comicográfico: lo sabe bien Sonia Pulido, que ha sacado este año su Puede que esta vez (Sins Entido) o Sandra Uve con Los juncos (Astiberri). Por lo demás, siguen confirmando su buen hacer algunos autores jóvenes que ya habían mostrado maneras con obras anteriores, como David Rubin, con La tetería del oso malayo o Javier de Isusi y La isla de nunca jamás (los dos en Astiberri). Los de siempre tampoco han dejado pasar la ocasión y presentan un puñado de muy buenos tebeos: Carlos Giménez, Barrio 3 (Glénat), Mauro Entrialgo, Los domingos (Edicions de Ponent) y Ángel Sefija (Astiberri) y el gran Max, con una de las estrellas editoriales del año, Bardín, el superrealista; un cómic que, aunque recopila historias dispersas anteriores, nos apetece incluir aquí como novedad novedosa de la buena, por su carácter cohesivo y homogéneo (toma ya). 

Dejamos para el final, a modo de homenaje, siempre modesto, a don Santiago Valenzuela, y su última entrega torrezna, el cierre del ciclo de Deeneim. Además, con el precioso cofre-cajita que se han marcado los amigos de Edicions de Ponent para cobijar los cinco volúmenes de la serie, la cosa ya merecería la pena. Los años oscuros, más extraño, más loco y referencial que los anteriores, se presenta como cierre perfecto para la saga épico-paródico más grande del cómic español en muchos lustros. Todo un regalo.

He dicho, mañana más.

9 comentarios :

Anónimo dijo...

Hola!
se te coló un gazapo. Has puesto que Locas es de Jaime Hernandez y Crumb cuando es de Jaime Hernández.

Saludos y Feliz año.

Little Nemo's Kat dijo...

Gracias Iñaki. Me temo que, como tantas veces, me he expresado mal. Lo que quería decir es que Locas es de Jaime Hernandez y El gran libro Yum Yum de Crumb. A veces tanto mover los sujetos de sitio se me descabalan las frases.
Gracias y feliz navidad ;)

Anónimo dijo...

Gracias por el repaso del 2006, Little Nemo, ha sido muy instructivo. Sin embargo, creo que te has olvidado mencionar una cosa: el vértigo del aficionado. Con tanto boom editorial y tanto èxito mediático, a los demás no se os que le pasará, pero a mi me entra un mareo que me paraliza. Vértigo de no poder seguir el ritmo del mercado, de no poder llegar a todas las novedades, de no poder leer todo lo que quisiera. No sé que hacer. Me voy a leer un tebeo a ver si se me pasa un poco.

Little Nemo's Kat dijo...

Amigo, tiene usted más razón que un santo y no, no se me ha olvidado, recuerde que estamos con la cal, pero ahora viene la de arena. Me pasa exactamente lo mismo, resulta imposible seguir el ritmo de publicaciones (tanto económicamente como en el paso de lectura). Así que claro, si no cuentas con una biblioteca entregada por la causa (afortunadamente, es el caso de la de mi ciudad) y con mucho tiempo libre, luego lees las listas de fin de año y te entran los siete males. Gracias por la visita y las palabras, y paciencia ;)

Octavio B. (señor punch) dijo...

Lo comenté varias veces en la cárcel de Papel: tenemos que dejar de ser freakcompulsivos, comprar con modertación. Aceptar con tranquilidad que no lo podemos tener todo, igual que no lo escuchamos todo, ni leemos todo, ni vemos todo el cine ni todos los festivales, de San Sebastián a Valladolid.
Yo compro cada vez menos, dos, tres cosas al mes (en las que incluyo grapa, ¿eh? osea, muy muy poco, pero con continuidad) y, salvo cosas que ya tenía claras desde hace mucho, como, ay, Riel, escapo de la novedad, dejo que enfríe, que se desvanezca el aparato mediático y esperar a que quede la sustancia. esa que me hace recordar que tal tebeo quiero comprarlo.

Por lo demás, gran repaso (¡¡menudo curro!!), y le dejo mi lista de los cinco del año, sin orden (y que en breve ordenaré para una lista de bloggers)

-Caricatura (pues no leí Ice)
-El valle de las maravillas(pues no leí Java/pascin)
-Balas Perdidad 4
-El arbol que da sombra (leído el 1º nada más, pero me lelga)
-Concrete.
Y feliz año :))

Anónimo dijo...

Ooops, perdón por la metida de gamba. Pensaba que el repaso había acabado con este post.

Bueno, una vez más, felicidades por el trabajo. Así da gusto pasearse por la blogosfera.

Y, oiga, no sea humilde y/o tímido y háganos partícpies de esos esfuerzos suyos académicos con respecto al medio. De que se trata, de algún tipo de ensayo o monografía? Venga, anímese y compártalo, que con un poco de suerte alguien podrá fusilarlo para algún trabajo académico propio. Para empezar, servidor.

Little Nemo's Kat dijo...

Gracias por sus apreciaciones y palabras de apoyo, Mr. Punch. Mer gusta su lista pero, como verá con la llegada del año, diferimos un tanto en algunas elecciones (ya sabe, el material desbordante).

bebent-me l'enteniment, no pida usted disculpas, todo lo contrario, gracias por las claves aportadas para el siguiente post. Por lo que respecta a los proyectos académicos, no se preocupe que informaré, informaré, pero a su debido tiempo ;) Saludos afectuosos.

Dionisio Platel dijo...

Yo soy comprador compulsivo, no por modas sino por gustos o preferencias. Suelo comprar novedad europea e hispana y luego me dejo una pasta gansa en tebeos de viejo en rastros y en páginas de venta de internet. Tengo cajas y cajas de tebeos por leer, lo mismo me pasa con novelas y otras lecturas no ilustradas. Espero que Santa Rita me conserve la vista y pueda ponerme al día durante mi jubilación. De todos modos voy leyendo poco a poco para que el acumulo sea menor. ¡Ah! y luego quedan las relecturas y las re-relecturas...

Octavio B. (señor punch) dijo...

dionisio, yo lo fuí, hasta los treinta y pocos... y créame, se es más feliz dejando de serlo.
Bueno, que cada cual con su deinero y tiempo se agobien como quiera, claro :)