Leo, tarde y no sé si bien (con este autor es difícil tener certezas más allá de su calidad indudable), Periodo glaciar, la obra de Nicolas de Crécy que editó Ponent Mon el año pasado. Lo cierto es que, para el neófito o el lector no avisado, los trabajos de de Crécy pueden resultar rocosos, cuando no escarpados.jueves, mayo 24, 2007
Nicolas de Crécy, esbozos minerales y la línea dura de la imaginación.
Leo, tarde y no sé si bien (con este autor es difícil tener certezas más allá de su calidad indudable), Periodo glaciar, la obra de Nicolas de Crécy que editó Ponent Mon el año pasado. Lo cierto es que, para el neófito o el lector no avisado, los trabajos de de Crécy pueden resultar rocosos, cuando no escarpados.lunes, mayo 21, 2007
Del arte enclaustrado y la institución arte.
...ya estuve metido el otro día un rato en lo del MoMA. Mi problema con eso es que lo veo desde el rollo teórico-artístico (es mi trabajo: lo siento), no desde el comiquero, es decir, unas veces es el cómic, otras las motos, otras los coches... y a veces funciona, y a veces no (al igual que los artistas elegidos). Y detrás de todo eso está lo de siempre: la incapacidad del propio arte actual para salir de sí mismo, por lo que tenemos que utilizar a "otros" para llamar la atención... y si ese "otro"es algo supuestamente popular, de masas, etc., mejor que mejor. Es evidente que ahora que el rollo inter-multi-étnico-fronterizo-cultural ha dejado de colar (no te pierdas el vídeo en inglés macarrónico de la conferencia del mejor filósofo actual, Zizek, en el círculo de bellas artes -merece la pena aunque sólo sea por ver al tipo) nos dedicamos a la búsqueda de cualquier otra cosa que saque al arte de su completo aislamiento. En fin, no te aburro con esto, pero el tema es el de siempre: lo que antes pasaría por una expo temática, sin más, ahora huele muchísimo a institución-arte, y ahí ya entramos en problemas...viernes, mayo 18, 2007
De cómics por el MOMA en el día museístico.
Sí, ya lo sé, ya estamos otra vez a vueltas con esa tópica del arte popular, el "lowbrow stuff" y demás etiquetas de esas que "cada-día-son-menos-extrapolables-al-cómic-actual", pero no me sean quisquillosos y visiten el museo, aunque sólo sea en el plano virtual; la página está más que bien y algunos de los trabajos presentados le hacen uno lamentar su incapacidad (llámenlo insolvencia) para poder alquilar un jet privado. La verdad es que la relación de alguno de los trabajos y artistas presentados con el cómic está cogida con alfileres (etiqueta "abstraction", espaldas cubiertas), en otros casos, sin embargo, la reciprocidad se concreta en ejercicios de contagio discursivo muy estimables o, cuanto menos, curiosos. A nosostros nos han gustado los trabajos cinéticos de Gary Simmons, las herramientas comicográficas descontextualizadas de Rivane Neuenschwander y los bocadillos sin dueño de Philippe Parreno, y a ustedes, ¿qué les gusta? Pasen al museo a ver "cómics", que tenemos la puerta abierta y hoy es gratis.martes, mayo 15, 2007
Encuentros afortunados (Fase 2: Granada, el sol y el dibujante).
Ganas tenemos de leer lo nuevo de López Cruces, más allá de sus esporádicas colaboraciones en Humo u otras publicaciones periódicas; ganas de que, por fin, vea la luz ese anunciado libro de viajes, que contará con lo mejor de su alma nómada y su espíritu libre de canalla romántico volátil. Mientras tanto, hemos disfrutado mucho con Sol Poniente (con esa emoción a flor de piel que garantizan las expectativas con resolución feliz a la vista). No vamos aquí a comentar demasido de este cómic, básicamente, porque casi todo lo bueno que se puede decir de él ya lo dijo Jorge García en su estupenda reseña, ya mencionada.miércoles, mayo 09, 2007
Vínculos de autor imperdibles.
La segunda propuesta cambia de género y estilo, pero mantiene el interés. El blog de historietas y dibujos de Elmyra Duff juega con la expresividad de la ilustración infantil clásica, para reformular algunas de sus propuestas tradicionales. La cándidez esconde gestos torcidos, la inocencia se reboza de extraña ironía y la sonrisa del niño se torna en muesca macabra, ¿qué esperaban de alguien con tan misterioso apodo? ¿Quién es Elmyra, la niña o la bruja?

Las cosas están más claras con Miguel Porto y su blog, y lo están, entre otras cosas, porque el estilo del autor y su universo creativo encajan como un guante en la marea de la nueva línea clara y sus jóvenes autores; esos que últimamente se empeñan en llenar de imaginación y belleza nuestros días lectores. Tras regalos como los que encontramos en algunos de sus posts, lo único que le podemos echar en cara a don Stereotopffer es que nos haga esperar tanto entre una actualización y la siguiente.

Acabamos de hablar de él, pero aún no habíamos entrado en su casa. La cueva de David Rubín tiene un cartel a la entrada que reza De tripas corazón, y está llena de apariciones, sombras y seres atormentados, pero también de bellas muchachas con un punto de nostalgia en sus miradas perdidas y de amables caballeros andantes que nos dan la bienvenida. Cosas de la magia: se abre la chistera y a veces salta la liebre, pero otras un dragón te escupe fuego a la cara. Hagan juego, señores.

lunes, mayo 07, 2007
Encuentros afortunados (Fase 1: el autobús y el guionista)
Comenzada la charla, resulta que nuestro anónimo y animado conversador, no es en absoluto anónimo, aunque sí muy animado: los hados comiqueros nos han sentado en el mismo autobús que a Jorge García, uno de los más talentosos y prolíficos guionistas jóvenes españoles. De hecho, por un nuevo capricho del azar, la faceta creativa de don Jorge, adquiere hoy mismo plena actualidad, gracias a la edición francesa de su galardonado Cuerda de presas (según acabamos de leer en Con C de Arte). No he leído Cuerda de presas, el trabajo guionizado por Jorge e ilustrado por Fidel García, pero prometo solventar el dislate en cuanto tenga ocasión. Por de pronto, la obra de Jorge germina en mil ramificaciones y proyectos floridos: desde sus no muy lejanas colaboraciones con Ángel de la Calle (para Nuestra Guerra Civil), M. A. Díez en Dos Veces Breve, Pablo Auladell o Andrés Leiva, hasta la más reciente con David Rubín, para BDBanda.viernes, mayo 04, 2007
Perder el trazo, por Jordi Costa (sobre Spiderman 3 y otras menudencias)
miércoles, mayo 02, 2007
El oso que servía infusiones. Reseñita malaya para el FHM.
jueves, abril 26, 2007
Las caras del salón.
Él, el super super-realista del festival.
Dos eran dos, Christin y Bilal.
lunes, abril 23, 2007
¿Quién dijo que los tebeos no son cultura?

La entrevista de esta edición ampliada intenta, en cierta medida, dar volumen a la voz silenciada del guionista (vean que paradoja) y las palabras de Díaz Canales consiguen llenar ese silencio a base de reflexiones, confrontaciones y revelaciones acerca de los procesos creativos del "escritor de cómics". Todo un ejercicio de sinceridad no forzada, en estos tiempos de máquinas de la verdad y mentiras convertidas a martillazos en falsas certezas. El hecho es que en un momento de la entrevista, Días Canales comenta lo que sigue:
Yo no soy ningún especialista en la generación Beat, como no lo soy en nada. pero lo cierto es que gracias a mi trabajo en Blacksad he tenido la oportunidad de ampliar mis conocimientos al respecto, y éste es uno de los aspectos más gratificantes de la labor de documentación. Quién sabe... si no fuera por eso, quizás no habría leído En el camino, ni Aullido, ni conocería la interesante peripecia vital de Ginsberg, Keruak o Burroughs. Lo mismo se puede aplicar a la arquitectura, al expesionismo abstracto, las películas de serie B, etc. La música merece una atención aparte ya que, curiosamente, a pesar de que el cómic es un medio mudo, el jazz y el blues desempeñan un importante papel en nuestra serie. Y por último, y esto me llena de satisfacción, encima puede servir de "vagón de enganche" para que alguno de tus lectores se interesen también por alguno de esos temas... ¿Quién dijo que los tebeos no son cultura?
¡Diga usted que sí! En este blog, no sólo estamos con el señor Díaz Canales, sino que además vamos soplar su ascua a ver si conseguimos que siga alumbrando un poco más. Porque, digámoslo todo, aunque Blacksad 3. Alma roja peca de sobreinformación, concentración documental y textos externos de apoyo "demasiado necesarios" para comprender el desarrollo de la trama, tiene también muchas y muy variadas virtudes; una de las más relevantes tiene que ver con su ejercicio semi-paródico de intertextualidad e interdisciplinariedad artística (me disculpan los palabros).
Nos encanta leer un cómic de animales antropomórficos en el que Rothko (uno de los genios pictóricos más extraordinarios del siglo pasado) aparece reconvertido en un chucho atormentado de gesto triste y convicciones colectivistas (trasunto tan real del pintor expresionista); como nos hace sonreir esa tortuga millonaria pasmada ante las salpicaduras imposibles de un Pollock imposible; o al gran búfalo Greenberg (léase Ginsberg) aullando a la luna ante una Dora Maar convertida en zarigüeya (o comadreja, que uno siempre ha liado a los marsupiales con los mustélidos). Sí señor, ya lo dice el autor, todo un "vagón de enganche" camino a uno de los periodos más excitantes de la cultura estadounidense. Anímense y suban al tren.
Me acordaba mientras leía Blacksad 3, de otro libro, novela éste, que también juega con la realidad recreada y con los nombres del expresionismo abstracto encriptados; me refiero a Busca mi rostro, de John Updike ¿Ven lo divertido que es esto de los vagones y los enganches intertextuales?
Bueno, a ver si metabolizo el fin de semana y en el próximo post les cuento alguna cosilla del Salón de Cómic de este 2007. Por ahora, miren y vean lo que hacían por allí los dos señores de los que hemos estado hablando.
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