En realidad, me parece que Trondheim es lo más parecido a Woody Allen que tenemos en el mundo del cómic. La lectura de La vida como viene y, en menor medida, de El acelerador atómico, me refirma en esa convicción. No conozco a muchos más autores capaces de crear diálogos tan ingeniosos, divertidos y convincentes como los que asoman, prácticamente, en cada secuencia de La vida como viene. Sin duda, Trodheim alcanza uno de los picos de la serie en esta historia centrada en los debates del azar y el destino, pero también en la amistad, el desamor, la vida y la muerte. Los personajes, son los mismos que ocupan las otras historias de Lapinot (Thierry, Nadia, Richard, etc.), el contexto, como siempre, adaptable a las exigencias de la trama ideada por el autor, y las situaciones, similares en su desarrollo: una escena aparentemente cotidiana degenera en toda una suerte de acontecimientos disparatados que, a su vez, provocan reacciones impredecibles en unos sorprendidos personajes.
Trondheim, como suele hacer Woody Allen, maneja y alterna unos elementos estables (los temas de la religión, el amor y el sexo en caso del director de Brooklyn, personajes con unos rasgos definidos, en el del dibujante y guionista), en un ejercicio de combinatoria artística lleno de interés. De este modo, los personajes de Lapinot están constantemente sometidos a viajes tiempo-espaciales e intergenéricos, del mismo modo que los temas de Woody Allen brotan una y otra vez, ahora en un thriller, más tarde en un vodeville y finalmente en un musical. Acúsenme de calzador interesado, si quieren, pero al menos, me admitirán que los diálogos de Lapinot, con su humor y su ironía fina, tocan algunos estratos de la realidad de un modo como sólo lo hacen los autores geniales. Fíjense hasta donde llega mi devoción (compartida con muchos otros) que, en algunos momentos, me conmueven más los animales de Lapinot que los personajillos que airean su bilis en nuestra realidad cotidiana.
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Dos cositas más:
A la espera de que alguien aporte la clave que habrá de iluminar ese conflicto que nos corroe, añado el blog de Trondheim, Les Petits Riens (la única bitácora que se difumina con el uso) a mis "Blogs by the author".
Les ofrezco, por cortesía de los chicos de http://www.pastis.org/lewis/, toda una colección de iconos y fondos de pantalla de los de "ponga un Tronheim en su vida" y, sorpresón, las dos páginas inéditas de La vida como viene (1 y 2). No se me quejarán.
3 comentarios :
A mí también me ha gustado esta serie, aunque algún pequeño "pero" también le he puesto (comenté algo sobre los dos últimos volúmenes en mi bitácora, si mal no recuerdo). También es cierto que, leyendo reseñas como la suya, señor Kat, el tebeo parece ganar enteros. Muy bien traída la comparación con Woody Allen, por cierto.
Saludos.
Sí, es un gran dibujante y un narrador ingenioso, este Trondheim. Le agradezco el halago, sabe el doble de bien viniendo de usted ;)
Me permitirá que le conteste lo que me preguntaba en mi bitácora aquí... no sé si la miniserie dibujada por Biukovic estará disponible en otro sitio que no sean los mercados de segunda mano o las páginas de subastas de internet, pero en alguna librería virtual (fácil de encontrar vía buscador) he visto un pack con todo el material de Norma con un 50% de descuento. Luego depende de lo surtidas que estén las bibliotecas de su zona, o de que algún amigo que lo tenga nos lo pueda prestar... lástima que no viva usted más cerca, señor Kat, que con mucho gusto lo pondría a su disposición. ;)
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