martes, febrero 26, 2008

Ya sabe, Usted, y van cuatro.

La labor de los fanzineros nos parece admirable (y necesaria); cuando ese trabajo adquiere la forma de un monográfico, la cosa se torna heroica. Así sucede y viene sucediendo con Esteban Hernández y su fanzine Usted, del que acaba de aparecer el cuarto número y se anuncia el quinto (con colaboraciones lustrosas esta vez).
Desde la aparición del interesante Culpable e historias cortas, se ha hablado bastante y bastante bien acerca de este joven (jovencísimo) autor ciudadrealeño, sin duda uno de los dibujantes que más alegrías habrá de darnos en años venideros. En este Usted #4 hay pruebas claras de ello, sobre todo por lo que respecta a la evolución gráfica de su autor. Quizás tenga algo que ver con las palabras que leíamos hace no mucho en su blog:
He pensado en concretar mi estilo de dibujo. En vista de que en unos tres meses acabo Bellas Artes y debo pensar en lo alimenticio, el plan de producción de páginas masivo lo voy a cambiar por otro consistente en buscar una fórmula gráfica que me abra caminos más comerciales. Lo que quiero decir es que al cerrar la etapa universitaria, cerraré aquella otra de investigación gráfica. Aunque haya habido poca. Seguiré ilustrando y haciendo tebeos, pero lo que pretendo es que todos mis dibujos se reconozcan de la misma mano. En definitiva, cuidar la producción con criterios de calidad mas que de cantidad.
Nos gusta lo que dice y lo reconocemos en Maldita metáfora (una de las historias de Usted): al estilo barroco, detallista y lleno de recovecos de Esteban le sienta bien el matiz clarificador que aporta el color (los tonos grises, en este ejemplo); mucho mejor, en todo caso, que las tramas y los rayados manuales que, en alguna ocasión, crean cierta confusión visual, que no existe cuando recurre a superficies cromáticas planas. Es indudable que Esteban Hernández ya tiene un estilo, el de un buen dibujante, un artista que nos recuerda a algunos grandes de los 80 como Beroy o Fernando de Felipe. Un estilo que, estamos seguros, seguirá creciendo en esa muy fructífera línea que venimos observando últimamente en su blog y que, como hemos señalado, se vislumbra claramente en algunos episodios de esta nueva entrega.
Personal es también su discurso, que duda cabe. En casi todos los trabajos de Esteban Hernández se gira alrededor de ciertas constantes básicas: el azar como factor inescrutable, los procesos mentales que conducen a la demencia, las patologías... Hay algo enfermizo en los seres que habitan las viñetas de este joven dibujante. Sucede que, también en ocasiones, ese alma osura se manifiesta con excesiva verbosidad y adquiere vericuetos narrativos demasiado tortuosos, hecho que afecta negativamente al desarrollo fluido de algunas de las tramas de Esteban. Aspectos mejorables, seguro, pero que no impiden que las palabras arriba citadas vayan camino de tornarse en certeza. Nos gusta la reflexión autorial y nos gustan los creadores abiertos a la experimentación y a la evolución.


Por eso nos gusta Esteban Hernández, porque pese a ser ya un artista con un lugar en el panorama comicográfico español, no se conforma. Apostamos por lo que nos ha de deparar.

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A lo mejor no hay que esperar tanto (al menos para el merecido reconocimiento). Nos acabamos de enterar de que Usted y Esteban, por tanto, han sido nominados para la categoría de mejor fanzine del 2007. ¡Enhorabuena!

viernes, febrero 22, 2008

Gipi, locales silenciosos.

En los últimos tiempos, Gipi es una de las salsas más sustanciosas en cualquier ensalada de "grandes éxitos" comiqueros que se precie. Cada nueva publicación suya viene irremediablemente acompañada de críticas superlativas, menciones honoríficas y algarabía bloguera. La última de ellas en nuestro país es El local.
Matiz 1. Una perogrullada para empezar: El local no es Apuntes para una historia de guerra, por ejemplo. Nos referimos a la ambición en sus planteamientos y al alcance último de los resultados. Tampoco creemos que lo pretenda, sinceramente.
Matiz 2. La anécdota argumental que enmarca los acontecimientos y sucesos de El local no es sino eso, un hecho anecdótico, una historia mínima sin la trascendencia contextual de otras obras de Gipi. Priman ahora las personas y sus errores, el sentimiento vivido, frente a esa experiencia condicionada por el entorno (la guerra, sobre todo), que funciona como chispa de arranque y combustible en otras obras suyas.
Dicho lo cual, nos congraciamos de que Gipi siga regalándonos obras, más o menos ambiciosas, porque ninguna de las creaciones suyas (al menos entre las que hemos leído) es pequeña en términos artísticos o crea indiferencia. Gipi nos dice algo incluso cuando no habla de nada. Es más, cuanto menos dicen los personajes de este italiano, delicado y profundo, más significan sus silencios.
Dentro de la teorización musical se ha subrayado insistentemente la importancia del silencio. No es tan frecuente oír argumentaciones similares en otras ramas del arte, aunque algunos discursos narrativos hayan nacido y crecido en la cuna dorada del vacío sonoro. Existen cómics mudos (ayer hablábamos de uno de ellos y ejemplos no faltan), pero pocos autores hacen de los paisajes vacíos, el gesto y la mirada, una herramienta tan significativa como Gipi. El silencio como pausa contemplativa, como pausa de dilación y/o delación, como "músculo" narrativo-destensor..., los cómics de Gipi nos dice mucho con sus vacíos: es en ellos donde se gesta la excusa perfecta de un muchacho que intenta convencer a su padre para que le preste el coche, o donde la rabia adolescente se transforma en descarga sonora en un local de ensayo perdido en el monte. El silencio es el cobijo del joven que se avergüenza de su cuerpo cambiante y duda ante la desnudez del baño playero o donde se acumula la mezcla de desconcierto y rabia de un padre que no entiende a su hijo...


El local dibuja pequeñas historias personales que intentan poner orden dentro de ese desorden personal, afectivo, hormonal y social que llamamos adolescencia, simplemente, a partir de una pequeña anécdota: la de unos jóvenes tan diferentes entre sí que lo tienen todo en común, especialmente su amor por la música y su deseo de no estar solos cuando suene la primera nota.
Todo ello bañado en esos paisajes de acuarelas infinitas que llenan de silencios los cómics de Gipi.

martes, febrero 19, 2008

Gaspar Naranjo, de como lo conocí, lo disfruté y por qué lo reseño.

Últimamente avanzo con el pie cambiado y (casi) siempre se me adelantan los buenos; bien me parece, cuando el motivo también lo es (bueno).
Porque bueno es el trabajo primerizo de Gaspar Naranjo, su divertidísimo De como te conocí, te amé y te odié; recién publicado en la también nueva Viaje a Bizandio Ediciones, de la que hablábamos ayer. No vamos a hacer trampas, don Gaspar es un buen y viejo amigo nuestro; además, no sería justo repetir aquí las mismas palabras que ya le hemos dedicado al tebeo en otras páginas.
El hecho es que no es fácil hablar de trabajos que a uno le tocan de cerca, por la causa que sea. Las soluciones pasan por contemporizar y dedicar halagos a troche y moche al allegado o, en su defecto (si la cosa no nos ha convencido del todo, a pesar de la predisposición complaciente), simplemente pasarla por alto con un estudiado gesto de descuido involuntario. En este caso, como el tinglado éste no nos da de comer ni nos compromete a nada, no vamos a hacer ni una cosa, ni la otra. Nos vamos a limitar a decir la verdad clara y diáfana, independientemente de filiaciones o colegueos estúpidos: De como te conocí, te amé y te odié es un muy buen cómic y su autor (casi primerizo) será uno de los descubrimientos-sorpresa de este curso para muchos lectores, verán. Razones, varias.
Me ha sorprendido la etiqueta que le ha puesto el carcelero a su reseña "Simple", simplemente porque cuando uno lee De como te conocí,... una las referencias comicográficas que se le vienen a la cabeza (Cutlas a parte) es Simple, mejor dicho, Silvestre, perdón, (el gran) Federico del Barrio y aquel precedente de ese Simple, llamado Relaciones (que se publicó en Francia antes que en España). No queremos liarles, créanme, pero estén seguros de que, si todavía no han leído Simple o Relaciones, tienen dos deudas pendientes con el cómic español.
Un autor prolífico, polifacético y proclive a la pirueta mortal como Federico del Barrio, se planteó estas dos obras experimentales a modo de experimento. Hemos oído en algún sitio que, según su propia opinión, un experimento fallido. A nosotros no nos lo parece: cuando leímos Simple o Relaciones por vez primera, tuvimos la sensación de que Silvestre (Federico) estaba abriendo docenas de puertas para el cómic; en un momento en que la silicona "edito-difusivo-académico-lectora" sellaba viñetas y cerraduras día tras día. Las obras-experimento se publicaron, se vendieron escasamente, se archivaron en el ángulo oscuro de las estanterías y se olvidaron.
Por eso, la lectura de este trabajo de Gaspar nos ha iluminado el cerebelo a ritmo de sonrisas, porque detrás del gaj, detrás de la pirueta visual y el acontecimiento emotivo, detrás de todo eso (o encima de ello) hay un esqueleto narrativo, una forma icónica de contar casi ignorada en el cómic actual. Estamos ante un tebeo que prescinde de las palabras, sin echarlas nunca de menos. Un cómic cuyos personajes, reducidos a la mínima expresión, respiran en la página con más vida que muchos trabajos hiperrealistas. Sencillamente porque viven en ella. Porque toman de ella lo único que necesitan para su existencia verosímil. Es lo que hace que el minimalismo de Gaspar Naranjo funcione casi siempre como un dardo visual: consigue captar los sentimientos más hondos de sus personajes a partir de una anécdota argumental que se instala en la página, recurriendo únicamente a los mecanismo comicográficos necesarios en cada momento (viñetas sólo cuando hacen falta, globos en contadas ocasiones y, casi siempre, con un valor icónico-connotativo, lineas cinéticas si la historia necesita dinamismo visual, casi nunca como subrayado, etc.)


Por eso también, porque De como te conocí, te amé y te odié respira de
las imágenes esenciales y porque lo que cuenta es pura existencia, los personajes pueden permitirse esa simplicidad esquemática que los hace universales. Ellos somos nosotros, ni más ni menos. Todos hemos vivido su historia, hemos reído y llorado antes esos mismos aconteceres. Como supo ver Gombrich (entre otros muchos estudiosos de la psicología de la percepción): "Apenas importa cuán trivial sea el rasgo distintivo que se tome, siempre que sea identificable sistemáticamente". Es decir que, en ocasiones, el detalle está de más, cuando lo importante se puede trasmitir con el icono reducido a su mínima expresión.
Así, aquellos experimentos, a veces asépticos, quirúrgicos, de Federico del Barrio se llenan de vida en este divertidísimo tebeo que, entre risa y sonrisa, nos pincha en el corazón y en la inteligencia página a página. Así da gusto tener amigos artistas.

domingo, febrero 17, 2008

Bizancio Ediciones empapelados.

Llegamos tarde al anuncio, pero ¡no pensarían que íbamos a pasarlo por alto!: Último Viaje a Bizancio Ediciones, se pasa al papel y se convierte en Viaje a Bizancio Ediciones. Hemos hablado de ellos con frecuencia en esta casa. Básicamente, porque es difícil no contagiarse del espíritu animoso y del ánimo espiritoso de su "jefe" y fundador, don José María Carrasco (alias Yorkshire), pero también porque casi desde el comienzo se nos invitó a participar en esas iniciativas varias que chispeaban en la cabeza de su gerente. Se acuerdan seguro de esa revista digital de y sobre cómics que atiende al nombre de Tebeos en Palabras (de la que esperamos ver el tercer número no dentro de mucho) o los dossiers monográficos, como aquel que se le dedicó a Max en su día.
Pero -y esto es lo verdaderamente relevante- la novedad reside en que ya han aparecido los dos primeros proyectos editoriales de la editorial: De como te conocí, te amé y te odié (el primer tebeo de nuestro buen amigo Gaspar Naranjo) y Desde el abismo. Casi na.

Como del primero de ellos hablaremos largo y tendido en estos próximos días, queremos destacarles ahora a ustedes ese cómic-revista-libro que arranca con un elenco de dibujantes de los que quitan el hipo. Nada menos que Max, David Rubín, Pere Joan, Sonia Pulido, Esteban Hernández, Brais Rodríguez, Luis NCT, Zoraida Zoro, Jorge Parras, Carlos Arrojo, Juan Gargallo, elfélix, Mik Baro, Geo Rôo y Álvaro Pons. El miedo como hilo conductor para un tomo que incluye algunos de nuestros mejores autores y a varias de las futuras promesas del cómic español. Seguro que se va a hablar largo y tendido de este Desde el abismo. Además, desde aquí queremos agradecerle al bueno de Yorkshire que nos haya invitado a participar (otra vez) con tanto creador talentoso. Ha sido un honor encajar nuestro articulito entre tanta buena viñeta.
Retomaremos el tema. Por ahora les dejamos con las notas de prensa de las dos publicaciones:
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Nota de Prensa de Viaje a Bizancio Ediciones.
Nos alegra presentaros nuestro salto de la virtualidad al papel. Viaje a Bizancio Ediciones se hace mayor y se tira de cabeza a las resmas de la celulosa con historias dibujeras y muchos proyectos por delante. Nacemos con el espíritu lector de la persona de a pie, para mostrarles nuestras lecturas y nuestras vergüenzas cada vez que se abra un cómic nuestro y se percate que existimos y que ya somos una realidad. Esperamos abrir puertas al cómic español y de autor, que desde la inmensa minoría y la absoluta calidad seamos un intermediario cálido entre autores y lectores, que no es poco.
Y abrimos boca con las dos primeras publicaciones que a continuación os presentamos:
Desde el abismo (Varios Autores)

Características: Portada a cuatro tintas con solapas. Interior en B/N. Encuadernado en rústica. Medidas (19 cm x 28,5 cm)
Nº Páginas: 152
Autor/es: Max, David Rubín, Pere Joan, Sonia Pulido, Esteban Hernández, Brais Rodríguez, Luis NCT, Zoraida Zoro, Jorge Parras, Carlos Arrojo, Rubén Varillas, Juan Gargallo, elfélix, Mik Baro y Geo Rôo
ISBN: 978-84-936219-0-2
Fecha Edición: 15/01/2008
PVP: 16 Euros
Novedad en el XIII Salón Internacional del Cómic de Granada 2008.
Desde el abismo es un cómic que ahonda en el horror interno del individuo y de las cosas. No busca la verdad de conocimiento ni los elementos universales, ni materia reflexiva, sólo la ausencia general de la mente, el instinto hondo de los espacios y las sombras de la carne, solamente el uno y lo otro: yo y el miedo.
Con un especial de 26 páginas sobre Max: una historia de horror y dibujos inéditos en España, y, una entrevista de más de 40 preguntas hablando sobre la ‘narración ilustrativa’ y la arquitectura de la página.
Además tenemos historias de horrores cotidianos e íntimos de David Rubín, Pere Joan, Sonia Pulido, Esteban Hernández, LuisNCT, Zoraida Zaro, Brais Rodríguez, elfélix, Jorge Parras, Carlos Arrojo, Juan Gargallo, Mik Baro, Geo Rôo y artículos de opinión de Rubén Varillas y Álvaro Pons.
Un saludo desde el horror.
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De cómo te conocí, te amé y te odié, de Garpar Naranjo


Características: Portada a cuatro tintas con solapas. Interior en color. Encuadernado en rústica. Medidas (19 cm x 28,5 cm)
Nº Páginas: 56
Autor/es: Gaspar Naranjo
ISBN: 978-84-936219-1-9
Fecha Edición: 15/01/2008
PVP: 12 Euros
Novedad en el XIII Salón Internacional del Cómic de Granada 2008.
Ni más, ni menos, como la vida misma. De cómo te conocí, te amé y te odié es un tebeo para todos los públicos, para todas las edades y para todos los momentos, porque habla de sentimientos que todos reconocemos como propios: los que rodean al amor y al desamor. Una historia de ligoteos, cenas románticas, sexo apasionado y discusiones irreconciliables, narrada con mucho humor y muy pocas palabras.
Gaspar Naranjo, un dibujante capaz de recrear, a través de sus personajes luminosos y esquemáticos, esas pequeñas alegrías, pasiones y tragedias cotidianas que alimentan nuestra existencia. Y todo ello desde esa virtud tan difícil de encontrar que es el humor, en su versión más sincera y generosa.
Como podéis observar, los días 28, 29 de febrero, y, los 1 y 2 de marzo, vamos a estar con un stand en el XIII Salón Internacional del Cómic de Granada para acercarnos a los lectores y a los medios. Gaspar Naranjo, LuisNCT, Zoraida Zaro y Juan Gargallo van a estar a vuestra disposición en nuestro stand para hablar con el lector, los medios y firmarte un ejemplar.
Muchas gracias a todos y nos vemos muy pronto.
Yorkshire, editor de Viaje a Bizancio Ediciones

martes, febrero 12, 2008

Somos lo que comemos (y cocinamos).

Vamos a asomar la cabeza en ese debate que se ha abierto en la blogosfera. Llevamos tiempo leyendo posts y metaposts que cuestionan la utilidad, la necesidad y el futuro y de las bitácoras sobre cómics. Posts que señalan el papel de los blogs en el nuevo papel que a su vez el cómic empieza a ocupar en panorama de las artes del S. XXI: investigación, difusión, información, exposición o divagación. La bitácora en lugar de la revista de análisis, en vez de la publicación de investigación científica, ocupando el lugar del tablón de anuncios, como hoja de confesión autorial...
En estos momentos hay ya tantos blogs y blogueros hablando de cómics, que probablemente haya espacio en la blogosfera para todas las expectativas y casillas mencionadas. Nos parece perfecto, porque en realidad lo único que le exigimos a un blog que se autodenomine comiquero es que hable de viñetas. Servida la variedad, seremos los demás quienes elegiremos el restaurante de acuerdo a nuestras apetencias. A nosotros, por ejemplo, hay días que nos apetece pasar un buen rato gastronómico y optamos por cocina imaginativa a base de humor, especias picantes y crítica satírica, otros nos inclinamos por una dieta completa a base de información y reseñas, cuando no por ese plato deconstruido que te destaca la virtud de sabores en los que apenas habías reparado. Menús para todos los gustos. Aunque, por supuesto, sobre todo nos encanta ver a los cocineros en acción, hablando de su técnica y desvelando sus secretos pictórico-gastronómicos.


Por lo que respecta a esta fonda, casi siempre lo hemos tenido bastante claro: comida casera de cocción lenta, sin grandes pretensiones, ni concesiones a la galería. Un menú barato pero, esperamos, personal. En definitiva, una excusa para poder ir todos los día al mercado a mirar y comprar páginas frescas; a pie de lonja comiquera y con el boli en la mano.
Desde la cocina, les damos las gracias a todos ustedes, los comensales que alguna vez se han sentado en nuestra mesa. Y perdonen la intrascendencia.

viernes, febrero 08, 2008

A mano.

El plañir se va a acabar, Eisner proveerá respecto a betas y htmls; sigamos ahora con lo nuestro.
Me imagino que con la cantidad de blogs que andamos, en los últimos tiempos, gravitando en torno al mismo planeta viñetero, el factor sorpresa se ha convertido en un globo sin diálogo. Por eso, aunque supongo que habrá varias docenas de posts dedicados a ella, a nosotros Dirt's Funnies nos ha sorprendido sobremanera. Una página que se presenta con un "I love the written word. What's nicer than receiving a letter?...", no deja de tener su misterio. Un experimento en el que todo (todo) está escrito a mano.
Alguna referencia conocíamos acerca de proyectos similares, pero no teníamos conciencia de alguno tan abarcador y complejo, y que tocara tan de cerca ese aunto planetario que comentábamos antes (el cómic), como éste en el que ahora aterrizamos. Por eso, queremos invitarles a ustedes a la expedición interestelar formada por cómics-collage marcianos, listas de uno-no-sabe-bien-qué y, sobre todo, entrevistas escritas a mano y respondidas de igual manera por algunos de nuestros autores comiqueros predilectos (la osadía exploratoria como mérito pionero). Lo que oyen. No se pierdan la correspondencia de ida y vuelta con Robert Crumb, Joe Matt, Jeffrey Brown, Adrian Tomine o Peter Bagge, entre otros (sólo por mencionar a los autores de cómics, que en la lista hay también algún músico y escritor).


Ah, también hay un blog la mar de interesante pero, traición, éste no está escrito a mano.

martes, febrero 05, 2008

Help!

No solemos lanzar botellas al mar en busca de ayuda desesperada, pero nos tememos que esta vez cunde el pánico entre la tripulación cartoonera y necesitamos a algún sabio-experto-técnico bloguero que nos diga por qué hemos perdido a nuestros muñequitos-compañeros de fondo (Kat y Little Nemo), sin que medie manipulación de la plantilla por medio.
Hemos intentado el paso a beta manteniendo la plantilla, pero el desguace en el cambio es absoluto: cambio en el tamaño de las fuentes, desaparición de la separación entre párrafos... el armageddon, vamos. Lo cierto es que no nos apetece revisar las entradas de estos dos últimos años una a una en un hipotético paso a beta, pero al mismo tiempo percibimos algunos errores en la plantilla antigua que afectan a la barra lateral en el Mozilla, a la cabecera en la versión última del Explorer, ahora a los fondos, etc. ¿Qué hacer, pardiez?


Este post se autodestruirá en un periodo de tiempo prudencial, cuando las soluciones lleguen a la orilla o nuestro grito se ahogue bajo las olas de la desesperación bloguera; que no queremos convertir esta casa en un tablón de anuncios lacrimógenos ... no somos nada.

lunes, febrero 04, 2008

Beto, un autor "con algo en mente": Luba, el cómic.

Que Love and Rockets, la publicación de los Bros Hernandez, es uno de los hitos del cómic y una de las razones principales de su crecimiento en las últimas décadas como discurso artístico, es indiscutible. Que Palomar, el trabajo de Beto Hernandez, es una obra ambiciosa y compleja, que requiere de lectores igualmente exigentes dispuestos a bucear en ella, tampoco se cuestiona. Del mismo modo que nadie podrá sino alabar la tarea de La Cúpula a la hora de organizar y publicar los materiales de Beto ordenadamente; exigencia básica para un disfrute completo del universo Palomar y sus infinitos afluentes narrativos. Ya hemos hablado de ello en alguna ocasión.
Por eso, porque ya lo hemos contado, ahora vamos a callar y vamos a dejar que Luba en Norteamérica hable por si misma, a través de la voz de Venus, esa infante procaz que filtra en este volumen el mundo extremadamente adulto y poliédrico de Luba y su prole; ese mundo fascinante y magnético creado por Beto. En estos tiempos en que la santidad eclesiástica todo lo ocupa, sólo se me viene un "alabado sea el señor Hernandez" a la cabeza. Lean y miren su declaración de principios, si no:
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martes, enero 29, 2008

Las chicas de Frédéric.

Cuenta la leyenda sociológica que en las tierras del sol naciente, después de años de endogamia sexual, lo que más tira últimamente es el intercambio de sudores con occidental de por medio. Ni podemos contrastarlo, ni tenemos datos personales para afirmar que sea de otra manera, eso sí, si nos dejamos llevar por las páginas de Ellas, lo cierto es que habrá que reconocer que los franceses arrasan en Japón. Bueno, o eso o simplemente que al amigo Frédéric Boilet le ha ido muy bien en sus prácticas de seducción galas durante su estancia japonesa.
Hemos mencionado más de una y dos veces nuestra devoción por el francés y su nouvelle manga. Hemos comentado lo mucho que nos interesa su propuesta, aunque sólo sea como planteamiento teórico de reactivación comicográfica y fuente generadora de ideas. Por eso, como pueden imaginar, no nos van a oír hablar mal de Ellas (la recopilación de historias cortas publicada el año pasado por Dibbuks). Sin llegar al nivel de La espinaca de Yukiko o Tokyo es mi jardín (en nuestra opinión sus dos mejores trabajos hasta la fecha), este tomito formado por 7 historias "publicadas en su mayoría en la revista japonesa Manga Erotics" (que dicen los editores en la solapa) mantiene un buen nivel general y muchas de las constantes del dibujante frances: su hiper-realismo cuasi-fotográfico, una cámara predominantemente subjetiva, el empleo pictórico del color, una gran osadía narrativa basada en la autoconsciencia y el relato biográfico y, por supuesto, un erotismo omnipresente y muy, muy explícito (alguno dirá que ahí se acaba lo erótico).
Cierto es, también, que algunos de los relatos de Boilet pecan de cierto narcisismo (soy un seductor irresistible) y una buena dosis de onanismo autocomplacenciente, acompañado de un exhibicionismo indisimulado. Boilet se abre la gabardina y nos enseña todo desde la primera historia y ese título (Hoy tengo que enamorarme), que no se sabe si chirría por pedante o por presuntuoso. Debajo de su impermeable Boilet nos muestra las vergüenzas o, mejor dicho, su desvergüenza a la hora de calmar sus sofocos estivales: sin mucho preámbulo, se lanza a la cacería de bellas piezas con ojos rasgados. Lo gordo es que, pese a tan tosco proceder, de ésta como de las otras historias, Frédéric sale triunfante con la captura de la mano (quién sabe si dando la razón a esos rumores amatorios que anunciábamos al comienzo).
Nos gusta, no obstante, como se retuercen los relatos de Boilet desde el ligoteo, hacia la confesión íntima, vía el diálogo inteligente y el experimento metaliterario. Y nos deslumbra observar como, desde ese exhibicionismo, el autor introduce inteligentemente dicha condición de autor, haciendo que dentro de sus cómics aparezcan su propios cómics (como en la misma Hoy tengo que enamorarme), se vea al autor dibujando (Ocas blancas y lunares), planeando sus guiones (Los moratones de Yukiko; Un bonito manga erótico), hablando de arte (Las ampollas de Mariko) o jugando irónicamente con las referencias cromáticas (Lo que se llevaron los chuminos violetas; Ayutthaya Reggae)..., que no sólo de follar (aunque sea con la intensidad de Historia sin palabras) vive el hombre.
Qué les vamos a decir, por un lado nos da hasta cierta penita que este franco-japonés haya sentado la cabeza con la señorita Aurelia. Y es que parece que en ese tándem, la tarea de descriptor-cronista de acrobacias sexuales ha recaído en la dama y, hablando claro, a nosotros nos gusta más como nos lo cuenta el Boilet (sin desmerecer aquella interesante primera entrega de chocolate a la fresa).

jueves, enero 24, 2008

Nueve vidas de un sonámbulo.

Vimos ayer la película Nueve vidas, de Rodrigo García (para coleccionistas de anécdotas, el hijo de don Gabriel García Márquez), producida por Alejandro González Iñarritu. En su comienzo, nos recordó a las historias cortas de ese joven canadiense talentoso llamado Adrian Tomine, un dibujante que, a su vez, dicen, recuerda a Raymond Carver. Historias escuetas de vidas íntimas, fragmentos extirpados de una existencia, esbozos de historia que, pese a su aparente intrascendencia, revelan verdades ocultas del alma de sus protagonistas. Todo un ejercicio de cirugía introspectiva, el de estos señores. Nuestro papel, como espectadores o lectores, es presentir esas tragedias escondidas detrás de cada anécdota, adivinar la verdad revelada en esa media hora de vida arrancada de un mordisco.
Sucede que según avanzaba la película, las apariciones recurrentes de sus protagonistas y sus protagonismos intercalados nos hicieron acordarnos de Robert Altman y sus vidas cruzadas, hecho que curiosamente nos llevó mentalmente a una de nuestras últimas lecturas (disfrutadas), el Estafados de Alex Robinson (tan deudor del maestro de Kansas City). Vidas cruzadas, pensamientos cruzados para lecturas cruzadas.
Después de esta retahila de conexiones, cualquiera diría que, en realidad, la película en cuestión nos importó un pimiento. Pues no, lo cierto es que nos gustó mucho y se la recomendamos sin ningún género de dudas. Cierto es que alguna de esas nueve vidas lucía con más brillo que las otras, pero en general ya nos gustaría que todo el cine por el que pagamos le sentara tan bien a nuestro bolsillo.
Dicho lo cual y hablando de dineros, ¿no les parece impagable esto de poder charlar de cine, de literatura... y, de pronto, acordarse de tebeos que mantienen el tipo en las comparaciones? Quién nos lo iba a decir no hace tanto.